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Los productos cotizados abren la puerta a la inversión para todos

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¿Alguna vez has tenido el gusanillo de invertir pero finalmente no lo has hecho por desconocimiento o miedo a malos resultados? Durante años, tener este pensamiento ha sido, por regla general, lo normal entre la mayoría de las personas que en alguna ocasión se han interesado en los mercados. Hoy en día, esta situación ha dado un giro de 180 grados, siendo completamente factible el acceso a multitud de productos de inversión de manera informada.

Entre estos instrumentos podemos destacar los productos cotizados, los cuales se postulan como la opción de mayor interés para iniciarse en este universo. Su gran ventaja es la versatilidad, permiten tanto diversificar las carteras como aprovechar las oportunidades con mayor precisión y eficiencia. Pueden estar ligados a acciones, índices, materias primas, divisas o, incluso, a determinados sectores.

Pero, volviendo al origen, antes de desgranarlos tenemos que entender cuál es la base fundamental de un inversor principiante. Uno de los errores más comunes entre quienes empiezan a invertir es creer que solo existen dos opciones: dejar el dinero parado en una cuenta bancaria sin apenas remuneración o adquirir acciones de una gran compañía con la esperanza de que suban en algún momento.

Sin embargo, la realidad del mercado financiero va mucho más allá y ofrece infinitas soluciones adecuadas a cada persona y sus intereses. La clave no es otra que formarse y entender con el tiempo el funcionamiento de cada herramienta.

Por ello, cobra especial relevancia el papel de los productos cotizados. Su agilidad y equilibrio les ofrece la posibilidad de tener un riesgo controlado, cubriendo la inversión ante posibles caídas. Warrants, turbos, bonus, multis o reverse convertibles, entre otros, son algunos de los ejemplos que conforman este abanico.

El principio de una nueva manera de invertir

Cuando hablamos de nuevas maneras de invertir intentamos hacer referencia a estrategias aun desconocidas para la mayoría de los usuarios, que están a nuestro alcance y que solo requieren de una información y un asesoramiento adecuados. Son un punto de partida para quienes quieren dar el salto, mejorar su perfil de inversor o conocer otras formas de rentabilizar su dinero. La inversión moderna ya no solo va de comprar y vender, ahora hay que entender, diversificar y reaccionar con inteligencia.

En este sentido, los productos cotizados pueden parecer algo complejos pero en realidad suponen una puerta abierta para invertir con mayor libertad y flexibilidad. No se trata tanto de qué producto eliges, sino de cómo construyes tu cartera y te especializas.

Veamos un ejemplo práctico. Supongamos que hace un año invertimos mil euros en acciones de una multinacional tecnológica, como puede ser Apple. Si esta compañía hubiera subido un 15% sus acciones, hoy tendrías una rentabilidad de 150 euros sobre la inversión inicial. Pero, ¿qué sucedería si hubieras usado un producto cotizado con apalancamiento? Con un apalancamiento "x5", por ejemplo, podrías haber logrado la misma rentabilidad de 150 euros, pero con una inversión inicial de tan solo 200 euros en lugar de los mil euros. Esto significa que el rendimiento porcentual sobre tu inversión en el producto cotizado habría sido del 75% (€150/€200). Por supuesto, es importante recalcar que el apalancamiento no solo amplifica las ganancias, sino también las pérdidas. Si las acciones de Apple hubieran bajado en lugar de subido, las pérdidas habrían sido proporcionalmente mayores.

Esto no significa que nos lancemos a este tipo de estrategias con los ojos cerrados, todo lo contrario. Los productos cotizados están pensados para aquellos que deseen tomar decisiones tácticas con conocimiento de causa. Como cualquier tipo de herramienta financiera, necesitan ser correctamente comprendidas para usarse con eficacia y, así, surtir efecto.

Diversificar como clave para reducir el riesgo

Invertir como un profesional no significa necesariamente exponer tu dinero y confiar en que de sus frutos en un plazo de tiempo concreto. Se trata más bien de buscar aumentar la rentabilidad con un riesgo delimitado -por supuesto nunca mayor que la inversión inicial-. De esta forma, la inversión se convierte en una actividad más estratégica y menos reactiva.

Incluso en determinadas ocasiones, estos productos cotizados permiten realizar una diversificación automática, lo que ayuda a reducir el riesgo global de la cartera. Esta opción es ideal para aquellos que buscan una inversión con bajos costos y sin la necesidad de gestionar cada acción de forma individual.

Los warrants, por ejemplo, son un ejemplo de producto cotizado en completo auge. Su apalancamiento permite beneficiarse de las subidas y bajadas del mercado, amplificando la rentabilidad en momentos de gran crecimiento. Si las acciones de una empresa "x" estuvieran al alza, un warrant te ofrece la opción de maximizar las ganancias, mientras que, si caen en picado, existe la posibilidad de perder parte de la inversión o su totalidad. Como hemos comentado, mayor transparencia y libertad frente a los movimientos del mercado.

Los productos cotizados no son la solución para todo, pero son una herramienta extremadamente valiosa para quienes quieren diversificar sin dispersarse, acceder a nuevos activos sin complicarse y construir una estrategia que combine simplicidad y sofisticación.

Por todo ello, el compromiso y la experiencia de un emisor líder como Société Générale marcan la diferencia, ofreciendo una amplia gama de productos cotizados y recursos educativos diseñados para democratizar el acceso a este tipo de productos. Esto permite que cualquier persona pueda explorar diferentes opciones de inversión partiendo desde cero. Ya no es necesario ser un experto para invertir. Con las herramientas adecuadas, cualquiera puede tener la oportunidad de construir una cartera con éxito y confianza.

Producido por EcoBrands

La inversión en Productos Cotizados requiere una vigilancia constante de la posición. Los Productos Cotizados comportan un alto riesgo si no se gestionan adecuadamente. Existe la posibilidad de que el inversor pierda la totalidad de su inversión. Antes de invertir los inversores deben consultar el KID, el Folleto Base y las Condiciones Finales del producto disponibles en https://bolsa.societegenerale.es/

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