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Bachillerato creativo: una demanda de la sociedad contemporánea

  • Fomentar la creatividad y el pensamiento crítico para formar los perfiles más preparados de un mundo en constante cambio
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La educación, en todos sus niveles, está llena de retos y desafíos. El avance vertiginoso de la tecnología es uno de los principales motores de la reflexión sobre por qué y para qué aprenden los adolescentes y los jóvenes. Yeray Guerra, director de ESO y Bachillerato de Alameda International School, aborda este debate que ha llevado a universidades y centros de secundaria a un replanteamiento íntegro de los procesos de planificación, enseñanza, evaluación y objetivos de curso. "Con la transformación del mundo a partir de las inteligencias artificiales, podemos intuir el rumbo hacia dónde nos llevará esta evolución en el futuro cercano y su efecto en la educación, pero ¿cómo cambiarán las industrias a raíz de la IA? ¿Cómo afectará la tecnología en campos como la economía, la medicina o la ingeniería, y cómo la creatividad contribuirá a estos cambios?", plantea.

Aprender a aprender, valorar el conocimiento como un proceso de enriquecimiento cognitivo y desarrollar un espíritu crítico, son los objetivos fundamentales que según Yeray Guerra deben ser abordados desde los primeros años de la adolescencia: "Estos objetivos deben formar parte de un proyecto educativo compartido por familias y educadores. ¿Qué demandará la sociedad del futuro? ¿Qué habilidades y cualidades se necesitarán a nivel social y laboral? Estudios recientes de pedagogía y psicología destacan la creciente importancia del fomento de la creatividad, que ha de jugar un papel destacado en los atributos que se esperan de una persona formada". Además, añade que "un perfil creativo que aplica sus conocimientos y metodologías a procesos de aprendizaje (no necesariamente relacionados con las artes), es una cualidad que la inteligencia artificial no podrá replicar. Esto permite al individuo que tiene esta capacidad, posicionarse en niveles más complejos de competencia y comprensión de contextos. Las artes escénicas, las artes visuales o la literatura exploran diversos códigos, una original y personal forma de entender la realidad que se aleja de la estímulos para entrenar la capacidad de resolver problemas de cualquier tipo".

Al crecer en entornos digitales en los que la imagen codifica el mundo, los jóvenes deben reaprender a comprender e interpretar símbolos, signos y connotaciones. El lenguaje artístico permite evocar, imaginar y relacionar ámbitos que aparentemente no tienen conexión entre ellos y que, sin embargo, aportan una visión personal y humana.

"En Alameda International School estamos convencidos de que tampoco la estrategia o la intuición humana pueden ser reemplazadas. Por estos motivos, el próximo curso 2025-2026 ofrecemos un itinerario basado en la creatividad, del Programa del Diploma de la institución de Bachillerato Internacional", explica Yeray Guerra. Este programa pretende poner en valor las actividades artísticas y potenciar estudios de Bachillerato no solo para los que tengan vocación profesional en las artes sino también para el resto de estudiantes. Por ello, desde el centro defienden la idea de conformar un currículo que no descuide asignaturas esenciales para el acceso a otros campos académicos, como son las matemáticas, la filosofía o el diseño. "Este enfoque asegura un proceso de aprendizaje de excelencia al desarrollar estas habilidades que dotan al alumnado de un perfil académico flexible y atractivo para las universidades o, dado el caso, para el mercado laboral", enfatiza.

El artista británico Ryan Gardner, cuya obra se puede visitar durante estos meses en el Museo Helga Alvear de Cáceres, reafirma esta premisa con una reflexión: "La mejor educación consiste en hacer preguntas o proporcionar catalizadores, no en aprender respuestas, especialmente en un mundo que cambia tan rápidamente, donde las respuestas se vuelven obsoletas casi de inmediato". Por eso, para Yeray Guerra "es pertinente recordar que a menudo nos encontramos con el desafío de acompañar a los estudiantes en el Bachillerato como si fuera una transición hacia la universidad, olvidando que su verdadera esencia radica en la búsqueda del conocimiento, no en convertirse únicamente en un puente hacia el mundo profesional. Aunque todos queremos que nuestros alumnos elijan sus estudios con garantías de éxito, debemos también cuestionar la formación que reciben, asegurándonos de que les ayude a participar en una transformación de la realidad y su entorno". Además, defiende que "también debe tener el propósito de vivir el aprendizaje como una propuesta continua de ocio y reflexión a través del cine, las artes visuales, la literatura y las ciencias. Se trata de una cultura de aprendizaje que estamos llamados a inculcar desde temprana edad en nuestro alumnado para perseguir una formación permanente más consciente basada en la indagación y el conocimiento".

Por ello, los estudiantes que eligen este itinerario tienen inquietudes artísticas, pero también tienen otros intereses que puede que le lleven a estudios superiores de otra índole. Son alumnos creativos que quieren conocer cómo son los procesos para ponerlos al servicio de otras disciplinas.

"Es precisamente este enfoque creativo el que ha sido integrado en nuestros programas educativos de forma tangible, como lo demuestra el proyecto CAOS (Creativity and Alameda 's Orchestra Studies) que ha sido desarrollado durante los últimos años y que recorre diversos cursos desde el final de la etapa de primaria hasta 3º de ESO", apunta el director de ESO y Bachillerato del Alameda International School. CAOS se ramifica en tres pilares fundamentales del arte: la música, la plástica y el teatro, impartido en inglés. De manera interdisciplinar y con diversos profesores, se crea un proyecto común en cada curso académico que culmina en una producción musical. De esta forma se convierten en áreas reales de expresión artística: la orquesta, la escenografía y la actuación teatral, respectivamente. Toda la comunidad participa en la propuesta desde diferentes ámbitos y perspectivas entre los que se encuentran también el diseño digital para dar soluciones a escenografías que se proyectan.

Por otra parte, también destaca la Escuela de Música Alameda (EMA), un programa educativo que no solo da respuesta al alumnado de Alameda International School, sino también a todas las familias de la zona de Alameda de Osuna con interés en formación musical en uno o varios de los quince instrumentos cuya especialidad oferta. "EMA está conformado por un claustro docente con amplia trayectoria en educación musical tanto en España como en el extranjero, además de estar especializados en los más eficaces métodos de aprendizaje instrumental. Como centro adscrito a los Conservatorios Arturo Soria y Teresa Berganza, nuestro alumnado titula en estudios reglados musicales (elementales y profesionales), describe Yeray Guerra.

"La evolución natural de nuestra Comunidad de Aprendizaje es anticiparnos al mundo en el que vivirán nuestros alumnos para ofrecer una formación válida que haga que lleguen a las siguientes etapas de la vida de manera más competente a nivel intelectual y académico. Un programa como este, convierte la adolescencia en una etapa que proyecta el desarrollo del individuo más allá de lo estrictamente profesional. Es un proceso en el que el autoconocimiento y la construcción de una identidad consciente y crítica; creativa y curiosa, proporcionará a nuestro alumnado herramientas valiosas para navegar por la incertidumbre del mundo actual", conluye.

Producido por EcoBrands