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La ciberseguridad como ventaja competitiva: proteger los datos para generar confianza en los clientes

Pablo Martinez Marrón

La privacidad y la seguridad están cada vez mejor valoradas. La ciberseguridad se ha consolidado como una herramienta estratégica que, además de salvaguardar la información, refuerza la confianza de los clientes y fortalece la reputación corporativa de la empresa. La protección de las redes, los programas y sus datos internos se ha convertido en una prioridad clave para las empresas y sus clientes, adoptando un riguroso compromiso entre ambas partes.

La ciberseguridad ya no se considera una simple cuestión técnica o un escudo para evitar amenazas. Actualmente, esta práctica se ha convertido en una estrategia comercial y tecnológica fundamental para ganar la confianza del cliente y optimizar la imagen empresarial. En este sentido, las compañías que invierten en ciberseguridad se posicionan como verdaderos líderes en sus sectores, diferenciándose en el mercado de forma efectiva.

La regulación como base de la confianza

En España, la legislación en materia de protección de datos y seguridad digital está regulada por el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), aplicable en toda la Unión Europea. Este reglamento exige a las empresas garantizar la privacidad de los datos personales a sus clientes y aplicar medidas técnicas y organizativas adecuadas para prevenir accesos no autorizados, fugas de información o ataques cibernéticos.

Además de ello, en España también se aplica la Ley Orgánica de Protección de Datos y Garantía de los Derechos Digitales, que complementa al RGPD y establece pautas específicas adaptadas al contexto nacional. Estas normativas no solo buscan proteger a los usuarios, sino también fomentar un entorno digital adecuado, donde las empresas puedan operar con seguridad jurídica y confianza.

Medidas en ciberseguridad para empresas

Para garantizar la seguridad de los datos y cumplir con las normativas vigentes, las empresas deben implementar una serie de medidas básicas de ciberseguridad. Entre las más destacadas se encuentran:

  1. Formación del personal: los empleados son una de las principales vías de entrada para los ciberataques, ya sea por errores humanos o desconocimiento. Invertir en formación sobre buenas prácticas en ciberseguridad es fundamental, como pueden ser los cursos sobre identificación de correos fraudulentos (phishing) o la importancia de usar contraseñas fuertes y seguras.
  2. Realizar auditorías de seguridad periódicas: además de ayudar a certificar el cumplimiento de las normativas vigentes, las auditorías someten a los sistemas de la empresa a revisiones regulares que permiten detectar vulnerabilidades antes de que sea demasiado tarde.
  3. Implementar medidas de autenticación múltiple: utilizar sistemas de autenticación en dos pasos o multifactorial dificulta enormemente el acceso no autorizado a sistemas sensibles. Esta medida es particularmente relevante en aplicaciones críticas como el correo electrónico corporativo o los sistemas de gestión empresarial.
  4. Preservar datos de manera segura: contar con copias de seguridad encriptadas y almacenadas en ubicaciones seguras (incluyendo soluciones en la nube) garantiza la recuperación rápida ante incidentes como ciberataques o fallos de hardware.
  5. Políticas de acceso restringido: limitar el acceso a la información sensible solo a los empleados que realmente la necesiten minimiza el riesgo de fugas o accesos indebidos.

Beneficios en la relación cliente-empresa

Una empresa que prioriza la ciberseguridad no solo protege su información interna, sino también la de sus clientes. Para fortalecer esta confianza, es importante que las organizaciones sean transparentes y claras sobre cómo protegen los datos y gestionan la información.

Informar de manera comprensible y sencilla sobre las políticas de privacidad, evitar un lenguaje demasiado técnico, ofrecer a los usuarios diferentes opciones sobre cómo gestionar sus datos, o notificar de forma inmediata si se produce algún incidente de seguridad o una brecha de datos, son opciones que favorecen entablar un feedback positivo entre cliente y empresa. Así, refuerzan su credibilidad y generan una sensación de control en el usuario.

Del mismo modo, las empresas que demuestran un compromiso serio con la protección de datos son percibidas como eficaces y seguras, lo que en último término significa que pueden tanto retener a sus clientes como atraer nuevos usuarios interesados en materia de ciberseguridad. En un mercado tan competitivo como es el tecnológico, cumplir con altos estándares de seguridad supone un factor diferencial clave frente a otros competidores menos cualificados.

En definitiva, la ciberseguridad ya no es solo una mera medida de protección, sino una necesidad que fortalece la confianza de los clientes y asegura la continuidad del negocio. Adoptar buenas prácticas, cumplir con las normativas y comunicar proactivamente los modelos de seguridad implantados, son pasos esenciales para posicionarse como una empresa líder en un futuro cada vez más digitalizado.

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