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En un entorno económico y laboral marcado por una rápida evolución tecnológica y los constantes cambios del mercado, las empresas aragonesas están demostrando una gran capacidad de adaptación a través de la formación continua. Mantener las competencias de los trabajadores actualizadas no solo es esencial para asegurar su competitividad, sino también una necesidad frente a las exigencias de un mundo globalizado. Desde el fortalecimiento de habilidades técnicas en áreas como la Inteligencia Artificial y la ciberseguridad, hasta el impulso de competencias transversales como el liderazgo y la adaptabilidad, estas organizaciones han convertido la capacitación en un pilar fundamental de su éxito.
En este contexto, hablamos con Jaime González Pina, director general de Tecnara, el Clúster TIC de Aragón, sobre cómo las empresas de la región están afrontando los retos del futuro laboral a través de la formación continua y la recualificación.
¿Cómo consiguen las empresas aragonesas mantener actualizadas las competencias de sus trabajadores?
Las empresas aragonesas han demostrado un fuerte compromiso con la formación continua como una herramienta clave para mantener su competitividad en un mercado en constante transformación. En una era de cambios tecnológicos vertiginosos, esta actualización no es opcional, sino imprescindible para garantizar que sus equipos estén capacitados y preparados para afrontar los retos actuales y futuros.
El esfuerzo de estas empresas se centra en dos grandes áreas: las competencias técnicas y las competencias transversales. Por un lado, las competencias técnicas son fundamentales debido al ritmo acelerado con el que evolucionan las herramientas, procesos y tecnologías. Tendencias como la Inteligencia Artificial y la ciberseguridad son prioritarios para las empresas, especialmente aquellas que lideran la innovación en la región. En este sentido, muchas organizaciones aragonesas destacan por anticiparse a las necesidades del mercado y formar a sus trabajadores en las áreas más demandadas. Por otro lado, las competencias transversales, también conocidas como habilidades blandas o soft skills, han cobrado una relevancia crucial. En un entorno de trabajo dinámico y cambiante, habilidades como la adaptabilidad, la comunicación efectiva, el liderazgo y el trabajo en equipo se han convertido en pilares esenciales. Estas competencias no solo permiten a los profesionales responder de manera eficaz a los retos del mercado, sino que también potencian su capacidad para colaborar y liderar en equipos multidisciplinares.
Además, las empresas aragonesas cuentan con el respaldo de instituciones como el INAEM (Instituto Aragonés de Empleo), que les proporciona herramientas valiosas para potenciar la formación de sus equipos. Programas como el Compromiso de Contratación o las acciones de Upskilling son ejemplos claros de cómo estas iniciativas benefician tanto a empresas individuales como a agrupaciones empresariales. Desde el clúster, nos aseguramos de facilitar estos procesos gestionando convocatorias y trámites administrativos, lo que permite incluso a las pequeñas y medianas empresas acceder a formación de calidad y, en muchos casos, superar limitaciones económicas o logísticas.
¿Es realmente necesaria esta actualización? ¿Cuáles son las áreas más prioritaria?
La actualización constante es absolutamente imprescindible para que las empresas puedan competir tanto a nivel local como global. Vivimos en una era en la que las tendencias tecnológicas y económicas cambian con rapidez, y mantenerse al día es una necesidad para poder competir en un mercado globalizado.
Dentro de este proceso de actualización, hay varias áreas que destacan por su importancia. En primer lugar, la Inteligencia Artificial y la gestión de datos son áreas prioritarias, ya que las empresas deben optimizar sus procesos, aprender a gestionar grandes volúmenes de información y adoptar nuevas tecnologías de automatización para mantenerse competitivas. La gestión del cambio también es fundamental, especialmente porque muchas organizaciones están transformándose para adaptarse a modelos de negocio más ágiles o híbridos, donde la digitalización y la flexibilidad son claves.
Otro punto esencial es la ciberseguridad, que ha dejado de ser un tema opcional para convertirse en una prioridad estratégica en todas las empresas, independientemente de su tamaño o sector. La protección de datos y la seguridad informática no solo son cruciales para evitar amenazas, sino que también son una necesidad frente a los requisitos regulatorios que se están implementando en muchos países. Asimismo, la sostenibilidad se ha integrado como un eje estratégico dentro de las empresas. Adoptar prácticas sostenibles no solo responde a la presión social y regulatoria, sino que también ofrece una ventaja competitiva frente a un mercado que valora cada vez más la responsabilidad empresarial.
¿Cómo contribuye el INAEM a la recualificación y actualización de los trabajadores aragoneses? ¿Puedes dar algún ejemplo práctico?
El INAEM desempeña un papel esencial en el proceso de recualificación. Sus programas de formación y sus iniciativas de apoyo a las empresas han sido fundamentales para ayudar a los trabajadores a adquirir nuevas competencias y adaptarse a las exigencias del mercado laboral actual.
Por ejemplo, a través de programas como el Compromiso de Contratación, las empresas pueden formar y contratar personal cualificado, cubriendo así vacantes en áreas de alta demanda. Asimismo, las acciones de Upskilling han permitido a empresas individuales y agrupaciones empresariales acceder a formación avanzada en tecnología y otros campos estratégicos.
Un caso práctico destacado es el de varias empresas del clúster que han trabajado junto al INAEM para formar a sus trabajadores en tecnologías disruptivas. Gracias a esta colaboración, incluso pequeñas y medianas empresas han tenido la oportunidad de acceder a formación en centros de referencia, mejorando significativamente la cualificación de sus equipos. Además, el clúster ha aliviado la carga administrativa de estas empresas, gestionando los trámites necesarios y permitiendo que se concentren en su actividad principal.
¿Cómo afrontan las empresas el desafío de encontrar perfiles especializados?
Uno de los retos más importantes para las empresas es encontrar perfiles especializados. El sector de las tecnologías de la información, electrónica y telecomunicaciones presenta una alta demanda, siendo la oferta de profesionales cualificados no siempre suficiente para cubrir estas necesidades.
Para abordar esta situación, las empresas están apostando por un enfoque integral. Por un lado, fomentan la formación desde etapas tempranas, colaborando con centros educativos para alinear los programas formativos con las demandas del mercado. Por otro lado, están implementando programas de recualificación que permiten a los profesionales adquirir nuevas competencias y adaptarse a los cambios en sus sectores.
Asimismo, las colaboraciones estratégicas entre empresas, clúster, centros de formación y administración pública (INAEM), están jugando un papel crucial para garantizar que los programas de capacitación respondan a las necesidades reales del mercado.
¿Consideras eficaz la capacitación digital a través de los programas de empleo?
Sí, la capacitación digital a través de los programas de empleo ha demostrado ser altamente eficaz. Hemos observado resultados muy positivos en varios aspectos clave. En primer lugar, las tasas de inserción laboral son muy altas, especialmente en el sector tecnológico, tras completar su formación. Estas iniciativas no solo despiertan el interés de las empresas, que buscan talento cualificado, sino también de los propios profesionales, quienes ven en la formación una oportunidad para mejorar sus competencias y acceder a mejores oportunidades laborales.
Por último, queremos animar a los profesionales con experiencia en áreas tecnológicas a considerar la docencia como una opción profesional. La formación técnica requiere expertos con vocación para transmitir su conocimiento, inspirar a las nuevas generaciones y contribuir al desarrollo de un tejido empresarial más competitivo y preparado para los retos del futuro. Este enfoque integral demuestra que Aragón no solo se está adaptando a los cambios del mercado, sino que está liderando el camino hacia un modelo de formación y recualificación que beneficia a empresas, trabajadores y a la sociedad en su conjunto.
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