La formación y el empleo son dos pilares esenciales para el desarrollo social y económico de cualquier región. En Aragón, un territorio que combina un fuerte tejido industrial con el crecimiento del sector tecnológico y de servicios, los retos relacionados con estas áreas son un desafío. Hablamos con Ángel Gracia Abad, presidente de CECAP Zaragoza, sobre las estrategias que están implementando para abordar estos retos.
¿Cómo afrontan los centros de formación la capacitación continua de su profesorado para mantener un nivel adecuado?
Para nosotros, la capacitación continua de los docentes es una prioridad estratégica, ya que de ella depende la calidad de la enseñanza y la adaptación a las necesidades del mercado laboral. Por ello, el objetivo es anticiparnos a las tendencias formativas más demandadas, asegurando que nuestros docentes estén preparados para abordar nuevos retos, como la digitalización y la sostenibilidad. Promovemos planes de formación interna con enfoque en competencias técnicas avanzadas y metodologías innovadoras, como la gamificación y el aprendizaje colaborativo.
Además, trabajamos estrechamente el INAEM y el Centro de Tecnologías Avanzadas, lo que nos permite estar al día en tendencias y recursos formativos. Este compromiso con la excelencia docente garantiza que la formación impartida sea relevante y capaz de responder a las necesidades del mercado.
Mencionabas vuestra colaboración con el INAEM, ¿en qué consiste?
La colaboración con el INAEM es clave para maximizar el impacto de la formación que impartimos. Este trabajo conjunto se basa en la actuación de CECAP como interlocutor para trasladar propuestas de mejoras técnicas en la gestión, seguimiento y evaluación, priorizando siempre la eficiencia y los resultados. Esta relación entre CECAP y el INAEM es un ejemplo de éxito de la colaboración público-privada. De no existir, sería prácticamente imposible formar a la población en Aragón en términos de calidad y cantidad.
¿Cuáles son las formaciones más demandadas?
Las transiciones clave, como la digitalización y la sostenibilidad, marcan la demanda formativa. Las competencias digitales, especialmente en áreas como el análisis de datos, la inteligencia artificial y la robótica, están en auge. Además, la atención a la dependencia genera una alta demanda de formación en servicios sociales. También hay una creciente necesidad de habilidades en lengua española para personas migrantes, sobre todo en zonas rurales de la región. En cuanto a modalidades, la formación online está ganando terreno, aunque en sectores técnicos sigue siendo imprescindible la formación presencial.
¿Han observado los centros de formación un cambio en las oportunidades laborales para ciertos programas educativos?
Sin duda, especialmente en sectores estratégicos. Esto se debe a factores como la digitalización y las nuevas demandas del mercado laboral. Ahora mismo hay tres ámbitos o sectores que están en auge: Tecnología y Digitalización, Energías Renovables y Sostenibilidad y Automoción y Movilidad Sostenible.
Los programas formativos relacionados con programación, ciberseguridad, análisis de datos o inteligencia artificial han experimentado un notable aumento en las salidas laborales. Por ejemplo, la integración de tecnologías 4.0 en sectores tradicionales, como la industria o la logística, ha ampliado las oportunidades para perfiles híbridos, técnicos y tecnológicos. Por su parte, la apuesta por la economía verde está generando una creciente demanda de profesionales en instalación de paneles solares, mantenimiento de equipos de eficiencia energética y gestión ambiental. Por último, en Aragón, esperamos con los últimos anuncios de llegada de nuevas inversiones habrá un aumento en las contrataciones para perfiles técnicos de la automoción y la movilidad sostenible especializados en ensamblaje, mantenimiento de sistemas eléctricos y robótica aplicada.
¿La formación adecuada permite acceder a puestos de mayor calidad?
Rotundamente sí. La formación es el principal factor diferenciador para acceder a empleos mejor remunerados y estables. Desde CECAP, trabajamos para garantizar que cada acción formativa esté diseñada no solo para responder a las necesidades de las empresas, sino también para ofrecer a los alumnos las herramientas necesarias para alcanzar puestos de trabajo de calidad y desarrollar carreras sostenibles.
Para las personas ocupadas, es fundamental la incorporación de nuevas especialidades al catálogo nacional de especialidades formativas, así como el requisito para su publicación en las convocatorias de las distintas comunidades autónomas y, por tanto, en Aragón. Deberíamos disponer en la región de un mecanismo ágil y que permita cubrir las nuevas demandas de formación para incorporarlas anualmente a las convocatorias.
¿Cuál es el cambio más importante que debemos impulsar y que es transversal a todas las profesiones?
El cambio más importante es adquirir competencias transformadoras y fomentar el aprendizaje continuo. El mercado laboral está cada vez más digitalizado, y las habilidades para gestionar información, trabajar en entornos digitales y adaptarse a nuevas herramientas son esenciales. Esta transformación afecta a todos los sectores, y es fundamental que Aragón implemente un plan formativo integral para priorizar la digitalización y la colaboración entre centros de formación, empresas y administraciones.
¿De qué manera la transformación digital está cambiando las necesidades de formación de la ciudadanía?
En Aragón, la transformación digital está impactando especialmente en tres áreas clave: el acceso a servicios públicos, la digitalización de las empresas y la inclusión de tecnologías avanzadas en sectores tradicionales. Esto demanda una actualización continua de competencias tecnológicas tanto para los ciudadanos como para los profesionales de todos los niveles. En este sentido, el cambio más importante es lograr que todas las profesiones, independientemente del sector, integren competencias y habilidades para la transformación tecnológica como un eje transversal.
La transformación digital en Aragón es una oportunidad para reducir las brechas digitales, impulsar la competitividad empresarial y aumentar la empleabilidad de los ciudadanos. Esto requiere una estrategia coordinada que integre a centros de formación, empresas y administraciones públicas. Desde CECAP, reforzaremos nuestra colaboración con el INAEM y otros actores clave para garantizar que Aragón esté a la vanguardia de la transformación tecnológica, aportando además capilaridad territorial.
¿Cómo han impactado las convocatorias de cualificación y recualificación, así como "The Wave" en la transición tecnológica de Aragón?
Estas iniciativas han sido clave para acelerar la transición tecnológica, tanto mejorando la empleabilidad de las personas como fortaleciendo la competitividad empresarial. En una comunidad como Aragón, donde predominan las pymes y autónomos, han ayudado a capacitar a los trabajadores en herramientas digitales esenciales, como sistemas de gestión, marketing digital y soluciones en la nube. Esto es fundamental para modernizar procesos y garantizar la competitividad.
También han tenido un impacto significativo en el equilibrio territorial. Aragón, con una gran disparidad entre áreas urbanas y rurales, necesita que la formación tecnológica llegue a todos los rincones. Estas convocatorias permiten llevar oportunidades formativas a zonas más desfavorecidas, fomentando la igualdad de oportunidades y dinamizando economías locales.
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