Descarbonizarse es hoy el mayor reto de la economía de cara a impulsar el crecimiento sostenible de cualquier país. La búsqueda de los mejores aliados para conseguirlo es un vector estratégico que marcará la diferencia en términos de productividad y competitividad del tejido productivo.
En este escenario, Ence tiene un papel protagonista como palanca principal de descarbonización. La compañía, que cubre sus propias necesidades eléctricas y térmicas a partir de biomasa renovable, es ya un agente de referencia en la descarbonización de nuestra economía. Su experiencia y gestión en biomasa le ha llevado a impulsar destacadas alianzas para descarbonizar el sector industrial en tanto que prepara su aterrizaje en la gestión de plantas de biometano con el objetivo de alcanzar una producción de 1 TWh en 2030. A ello se suma su estrategia para desarrollar los carburantes del futuro.
El avance de las energías renovables es una realidad que transforma, en tiempo real, el panorama energético mundial. El peso de las fuentes renovables en el mix energético aumenta y las previsiones indican que la progresión será imparable en los próximos años, impulsando tecnologías ya consolidadas, como la energía eólica o la fotovoltaica, y aprovechando el potencial de la biomasa, el biometano o el hidrógeno.
La clave pasa por una gestión sostenible de los recursos para impulsar un modelo económico resiliente protagonizado por un tejido productivo que debe apostar estructuralmente por la descarbonización.
Contar con el mejor aliado es esencial para alcanzar estos importantes objetivos. Es en este contexto donde Ence tiene un papel protagonista. La compañía está realizando una apuesta integral y estratégica por la descarbonización. Para ello se apoya en una relevante trayectoria como referente en gestión de masas forestales; en su posicionamiento como primera empresa española en generación de energía renovable con biomasa agrícola y forestal, y en su experiencia en el desarrollo de un modelo de economía circular.
Todo ello permite a la compañía garantizar a sus clientes un recurso de proximidad, sostenible y certificado a través del cual las empresas industriales son capaces de reducir sus emisiones de CO2.
A raíz de la experiencia en la gestión de la biomasa, y en respuesta a la necesidad del sector industrial de ser parte esencial del proceso de descarbonización, el Grupo Ence ha puesto en marcha una su línea de negocio dedicada al calor renovable, a través de su filial Magnon Servicios Energéticos. Su objetivo es la descarbonización de otras industrias ofreciendo calor industrial renovable mediante el uso de biomasa como fuente de energía. La compañía ofrece, de esta manera, un servicio integral que comprende toda la cadena de valor de la energía: asesora, diseña, construye y financia las plantas de producción de energía renovable de sus clientes para, posteriormente, operarlas, mantenerlas y garantizar el suministro del recurso biomásico renovable. Magnon Servicios Energéticos ya presta servicio a varias industrias, y tiene en marcha nuevos proyectos, como el destinado a reducir en un 95% las emisiones directas de dióxido de carbono de la planta del grupo Mahou San Miguel de Alovera (Guadalajara), en el que se invertirán 16 millones de euros.
España destaca por su elevado potencial en la producción de biometano atendiendo al considerable tamaño del sector agroalimentario y ganadero. Este gas renovable es 100% compatible con la infraestructura gasista existente y también con todos los equipamientos de los usuarios finales, lo que permitiría, impulsar la descarbonización de nuestra economía. A ello se suma su capacidad para promover la economía circular y revitalizar las zonas rurales a través de la creación de empleo local. Sin olvidar el hecho de que las plantas de biometano se convierten en una solución ambiental de cara a la obtención de fertilizantes orgánicos renovables y ecológicos en sustitución de los de origen fósil.
Atendiendo a este contexto, Ence, a través de su filial Ence Biogas, ha puesto en marcha un plan para alcanzar una producción de biometano de 1 TWh en 2030. A partir de biomasa agrícola, ganadera y de la industria alimentaria, las plantas de Ence Biogas inyectarán este biocombustible a la red gasista nacional, contribuyendo de esta forma al proceso de descarbonización, priorizando en todo momento la sostenibilidad de todas las operaciones.
La compañía espera cerrar este ejercicio 2024 alcanzado 14 proyectos en tramitación ambiental principalmente en Castilla y León, Aragón, Cataluña, Castilla-La Mancha y Andalucía.
En España, Ence cuenta con una producción aproximada de 4,3 millones de toneladas de CO2 biogénico al año en sus biofábricas de celulosa de Pontevedra y Navia y en las plantas de generación de energía renovable gestionadas por su filial Magnon.
Actualmente, la compañía está focalizada en el estudio de la vía óptima para favorecer el aprovechamiento de este recurso, desde la valorización de este CO2 biogénico mediante su licuefacción y venta a terceros para distintas aplicaciones industriales que requieran CO2 renovable; hasta la producción de e-metanol renovable (combustible líquido renovable y vector energético clave), pasando por la producción de Combustibles de Aviación Sostenibles (SAF).
El CO2 biogénico tiene varios usos, como para producir combustibles verdes como el e-metanol o combustibles sostenibles para la aviación u otros medios de transportes pesados.
Producido por EcoBrands