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Planes de pensiones empleo: una apuesta por el bienestar financiero de las empresas y sus empleados

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En España, sólo el 10% de los trabajadores disponen de un plan de pensiones de empleo pese a que es el beneficio social más valorado por los empleados después del seguro médico. Con ventajas de ahorro y desgravación fiscal para empleados, empresas y autónomos, este instrumento adquiere un papel cada vez más relevante en la sostenibilidad de nuestro sistema de pensiones.

Planificar con antelación es clave para una jubilación tranquila. El principio de reparto actual del sistema de pensiones, donde las cotizaciones de los trabajadores en activo financian las pensiones de los jubilados, se enfrenta a desafíos como el envejecimiento de la población y la disminución de la tasa de natalidad que cuestionan la suficiencia de las prestaciones. En este contexto, los planes de pensiones de empleo (PPE) emergen como un complemento esencial para mantener el nivel de vida durante la jubilación.

"Todo apunta a que en el futuro el importe de la pensión pública de jubilación va a ser de menor importe que las pensiones actuales"

"Todo apunta a que en el futuro el importe de la pensión pública de jubilación va a ser de menor importe que las pensiones actuales y ahora cobra especial relevancia contar con un producto de ahorro a largo plazo que complemente la pensión futura", afirma Arantza Barrera, directora de Negocio de Planes de Pensiones de Ibercaja Pensión, entidad especializada en el mundo del ahorro para la jubilación y tercera gestora nacional en planes de pensiones de empleo según la estadística de Inverco.

Todo lo que necesitas saber sobre planes de pensiones de empleo

Bien es cierto que el índice de implantación de los planes de pensiones de empleo en España es bastante más bajo que el de otros países europeos y es que el desconocimiento juega un papel crucial. Según el VII estudio sobre la situación de las pensiones en España de KPMG, el 82% de los participantes considera que no hay suficiente información sobre el estado de las pensiones.

De acuerdo con ese estudio, el plan de empleo es el beneficio social más valorado tras el seguro médico. Sin embargo, según datos de Inverco, actualmente apenas el 1% de las empresas españolas promueven planes de pensiones para sus empleados y sólo el 10% de los trabajadores disponen de este instrumento de ahorro para la jubilación.

Aun así, se perfilan como una herramienta estratégica para el bienestar financiero de las empresas y sus empleados, complementando la pensión pública y garantizando un futuro económico más estable. De hecho, la Ley 12/2022, de Impulso de planes de pensiones de empleo, pretende acercarnos al resto de países europeos y conseguir que en 2030 los planes de empleo se extiendan, al menos, al 50% de trabajadores.

Ventajas para las empresas

Los planes de pensiones de empleo tienen una repercusión fiscal positiva para las empresas. En primer lugar, las aportaciones realizadas por la empresa al plan son consideradas gastos deducibles en el Impuesto sobre Sociedades del ejercicio económico en el que se efectúan.

Además, la adhesión a estos planes otorga una reducción en las cotizaciones a la Seguridad Social, ya que los primeros 128,86 euros de cada aportación mensual por trabajador no están sujetas a esta cotización. Asimismo, la empresa puede obtener una deducción del 10% en la cuota íntegra del Impuesto sobre Sociedades por las contribuciones empresariales a planes de empleo a trabajadores con retribuciones brutas anuales inferiores a 27.000 euros y proporcional en caso de retribuciones superiores, lo que constituye un estímulo adicional para promover la adopción de estos planes.

Otra ventaja para la empresa es la sencillez en su operativa, tanto en la adhesión como en la gestión. A esto cabe añadirle la posibilidad de que cada empresa, en acuerdo con sus trabajadores, determine los aspectos más adecuados para su plan teniendo en cuenta sus necesidades e inquietudes. Algunos ejemplos serían la concreción de la antigüedad mínima para adherirse al plan o las condiciones para las aportaciones (diferenciación, periodicidad, posibilidad de aportaciones voluntarias, etc.), lo que convierte a estos planes de pensiones de empleo en un producto flexible y muy adecuado para las pymes.

Estas medidas no sólo benefician a la empresa en términos fiscales y de operativa, sino que también ofrecen ventajas sociales y de recursos humanos fundamentales. Al utilizarlos como instrumento de política retributiva, las aportaciones a estos planes se presentan como una alternativa a los incrementos salariales tradicionales, permitiendo a las empresas ser más flexibles en su enfoque de compensación. A su vez, esta flexibilidad se traduce como una herramienta efectiva para la fidelización y retención de talento, ya que los empleados valoran esa seguridad financiera a largo plazo que brindan los planes de pensiones de empleo y la empresa se posiciona como empleador que se preocupa por el bienestar futuro de sus trabajadores; y es ese mismo compromiso con la calidad de vida de sus empleados lo que repercute en la reputación de la empresa.

Ventajas para los trabajadores

Una de las ventajas para el trabajador es la mejora salarial sin que repercuta en el IRPF. Este salario diferido no tributa hasta el momento de cobro; es decir, cuando se jubile o perciba la prestación por motivos específicos como fallecimiento, incapacidad, desempleo de larga duración, enfermedad grave o dependencia.

Asimismo, las contribuciones realizadas por la empresa al plan de pensiones cotizan a la Seguridad Social, contribuyendo así al fortalecimiento de la cobertura social para los trabajadores. Esta dualidad de aportaciones, tanto privadas como públicas, establece una doble vía de ahorro para el empleado.

A ello se suma que los trabajadores pueden desgravarse por encima del límite anual de los 1.500 euros de aportaciones a planes de pensiones individuales, con un incremento adicional de hasta 8.500 euros.

En este sentido, Juan Linares, director de Asesoría Fiscal de Ibercaja, señala ese diferimiento fiscal como "un método excelente de ahorro" que puede ver aún más aumentada su rentabilidad si se reinvierte, tal y como aconseja Inverco.

Planes de pensiones y planificación sucesoria

Al fallecer, hay que tener en cuenta que las prestaciones cobradas por los beneficiarios nunca tributan en el impuesto de sucesiones porque no forman parte integrante de la masa hereditaria: el IRPF del beneficiario es el que determina el pago tributario y no se tendra? que pagar hasta que se rescate.

Que el plan de pensiones no forme parte de la masa hereditaria tiene dos implicaciones. La primera es que, aunque no se haya realizado testamento, el plan de pensiones lo recibira? el beneficiario designado por el titular del plan que se haya designado. Y la segunda consiste en que se puede designar el beneficiario que se quiera y cambiarlo cuantas veces se desee.

Ventajas para autónomos

Desde el año pasado los trabajadores autónomos pueden adherirse a planes de pensiones de empleo simplificados de autónomos, con los que maximizar su ahorro para la jubilación y su desgravación fiscal. En su caso, al límite general anual de 1.500 euros de aportaciones a planes de pensiones individuales se suma un incremento adicional de 4.250 euros

Las aportaciones voluntarias, únicas o periódicas, que realizan los autónomos reducen su base imponible del IRPF y les permite desgravarse hasta esos 5.750 euros o el 30 % de la suma de los rendimientos netos del trabajo y las actividades económicas.

Desmontando mitos sobre los planes de empleo

A pesar de todas las ventajas ya descritas, es normal que puedan surgir dudas y sea necesario desmontar algunos de los mitos más comunes asociados a los planes de pensiones de empleo para comprender plenamente sus beneficios.

Como empleadores, uno de los malentendidos más frecuentes es considerar este producto como poco atractivo debido al impacto fiscal que supone en el momento del cobro. Sin embargo, es esencial destacar que los empleados pueden elegir la forma de recibir sus fondos, ya sea en forma de renta periódica o en una sola vez, ofreciendo flexibilidad para adaptarse a sus necesidades y circunstancias particulares.

Desmitificar los planes de pensiones de empleo desde la perspectiva del trabajador implica abordar otras cuestiones. Por ejemplo, ante el sesgo del presente, que lleva a preferir ingresos inmediatos en lugar de ahorrar para el futuro, merece la pena preguntarse si la pensión pública podrá cubrir las necesidades durante la jubilación. Otra cuestión habitual es qué ocurre con ese plan en el caso del cese de relación con la empresa, cuyo traspaso o permanencia del plan sería decisión del extrabajador salvo que las condiciones del plan contemplen lo contrario.

En definitiva, los planes de pensiones de empleo (PPE) son una herramienta que favorece el ahorro tanto de empresas como de trabajadores y autónomos en un contexto actual de incertidumbre para el sistema público de pensiones en España. Ibercaja, especialista en el mundo del ahorro y comprometida con brindar soluciones adaptadas a cada necesidad, se posiciona como un aliado clave para empresas y trabajadores en la toma de decisiones importantes sobre su jubilación.

Producido por EcoBrands