Con un diseño atemporal y único, la firma internacional francesa ha aterrizado en España con la apertura de su primera boutique en la calle Serrano, uno de los epicentros de moda de la capital, con multitud de encuentros entre gente de negocio y turistas.
Bexley ha elegido el lugar con sumo cuidado, en una apuesta donde todos los espacios están diseñados en su totalidad en madera de roble procedente de bosques con gestión ecológica. Con armarios de doble fondo hasta el techo en las paredes para guardar los pares de zapatos. De esta manera, todos los modelos se muestran en el escaparate, y así el cliente puede examinar "de un vistazo" toda la colección.
La milla de oro madrileña acoge así a una marca que comenzó con la venta de zapatos en 1987, y que ha ampliado sus competencias al "prêt-à-porter" masculino hasta convertirse en una referencia más allá de sus propias fronteras.
Con la firma "Bon chic, bon sens", rinden tributo a las raíces paternas que sus creadores conocen desde que eran jóvenes. "Nuestros padres intentaron siempre inculcarnos el buen sentido común y el de la moda para tener estilo". "Y cuando alcanzamos la edad en la que sus sabios consejos consejos cobran importancia, llega el momento de envolvernos en la sensatez y apropiarnos del buen estilo", afirman desde la marca.
El "Bon chic" es asegurarse de acertar siempre con las prendas elegidas y hechas con materiales finos y pieles nobles, mientras que el "Bon sens" es elegir prendas de calidad duraderas que no sucumben a los fenómenos de moda. Plantar cara a la moda rápida y pagar el precio justo: el del saber hacer y la calidad de los materiales. Por ello, en Bexley elaboran zapatos y ropa duradera y atemporal. "Preferimos tomarnos el tiempo para perfeccionar nuestros clásicos y no desperdiciarlo corriendo detrás de las modas", explican.
"Preferimos tomarnos el tiempo para perfeccionar nuestros clásicos y no desperdiciarlo corriendo detrás de las modas"
Sus colecciones no sucumben ni al tiempo ni a las modas. "Concebimos y diseñamos nuestros productos en Lyon, y cada uno de ellos responde a la necesidad de durabilidad y comodidad", puntualizan. Para después encargar su elaboración a expertos artesanos "que siguen las reglas del arte". Una exigencia exclusiva en sus materiales, "en los que prestamos atención a cada detalle de cada centímetro cuadrado: piel de becerro francés para nuestros zapatos, algodón de doble hilo para la confección de nuestras camisas y pantalones chinos. Lana pura de cordero de Geelong para nuestros jerséis y tejidos italianos de lana virgen para nuestros trajes", detallan los creadores de la marca.
Un par de zapatos Bexley es un modelo de calzado único. "Es el trabajo de artesanos altamente cualificados que han necesitado 180 operaciones manuales", explican desde la marca, y que engloba todos los procesos. Desde su diseño hasta su acabado, pasando por el corte (paso clave en el proceso de fabricación); el cosido (donde todas las cañas y forros se cosen y ensamblan a mano, con exactitud y precisión); la forma (su montaje da a cada zapato su carácter específico); y el ensamblaje (que garantiza la resistencia y la comodidad al caminar).
Los productos de Bexley se distribuyen de manera exclusiva en sus 33 establecimientos, que están ubicados en Francia (28), Bélgica (dos tiendas), otra en Luxemburgo y esta última en España; y en su página web. De esta manera, explican, "nos permite evitar los intermediarios y vender al precio justo".
La compañía es, ante todo, un equipo de 150 empleados que hacen todo lo posible para proporcionar el más alto nivel de satisfacción. De hecho, ellos mismos forman a los vendedores, quienes conocen los productos a la perfección. Así son capaces de asesorar y guiar al cliente hacia la confección que mejor le sienta.