Madrid
GSMA, la asociación global que agrupa a los mayores grupos de telecomunicaciones y a pequeños operadores independientes de alcance mundial, ha presentado en el Mobile World Congress (MWC) la iniciativa Open Gateway, consistente en exponer y compartir con la comunidad de desarrolladores las capacidades de las redes de telecomunicaciones de forma interoperable, intuitiva y programable. Supone dar acceso a la red a través de APIs abiertas y estandarizadas, permitiendo así a los desarrolladores de servicios innovar en nuevas aplicaciones y funcionalidades, lo que redundará en beneficio de los propios desarrolladores, de las empresas, de los usuarios finales y, en definitiva, de todo el ecosistema digital y de la sociedad en su conjunto.
Presidida desde 2022 por José María Álvarez-Pallete, primer español que accede a este puesto en la historia de la organización, la GSMA ha congregado en torno al proyecto a una veintena de compañías, con el potencial de llegar a alrededor de 3.800 millones de personas a través de un total de ocho APIs estandarizadas por CAMARA, el organismo creado en el MWC 2022, precisamente para preparar estas APIs y, por extensión, Open Gateway.
"GSMA Open Gateway une a las empresas de telecomunicaciones, la industria, las grandes tecnológicas y los desarrolladores para crear juntos el futuro digital", destacó Álvarez-Pallete durante el Mobile. Y añadió: "Este proyecto creará un nuevo mundo de oportunidades para la industria. Será un catalizador para que todos esos servicios avanzados desarrollen su potencial y alcancen una masa crítica. Y generará opciones y aportará valor a los consumidores. Esta es la ambición de GSMA Open Gateway. Establecer una capa común para exponer las capacidades de la red. Transformar todo el ecosistema en beneficio de todos".
En este sentido, el papel que juega la industria de las telecomunicaciones en relación con el desarrollo de la nueva era digital es fundamental. El proyecto de la GSMA concede a la industria telco un papel facilitador necesario para impulsar y canalizar el tsunami de tecnología e innovación en el que estamos inmersos, dominada por las redes, la computación, la inteligencia artificial o la Web3. La tecnología, la propia evolución del sector y los nuevos servicios y soluciones que surgirán de la combinación de ambas, supondrán "el reto definitivo para las redes de las empresas de telecomunicaciones" y servirán para enfatizar el hecho de que "sin telcos, no hay futuro digital", según aseguraba Álvarez-Pallete en Barcelona.
Por lo que se refiere a Telefónica, la compañía ya comenzó a dar los pasos necesarios para hacer realidad Open Gateway, transformando sus redes para hacerlas interoperables y programables. Ha lanzado, además, un Early Adopter Programme, junto con socios estratégicos globales, que permite el acceso pre-comercial gratuito a un portfolio de APIs para desarrollar casos de uso sobre los servicios productivos telco estandarizados de Telefónica. Es decir, el consumo de las APIs será sobre los sistemas reales de Telefónica. Entre los servicios basados en APIs disponibles están: QoD red móvil, QoD en red fija, Localización de dispositivos o Carrier billing.
Nueva era, nueva regulación
Tal y como señalaba Álvarez-Pallete esta semana en su discurso, "las telcos han recorrido un largo camino en el desarrollo de una plataforma global para conectar a todos y todo. Y ahora, mediante la federación de APIs de red abiertas, los operadores móviles y los servicios en la nube se integrarán realmente para hacer posible un nuevo mundo de oportunidades. La colaboración entre los operadores de telecomunicaciones y los 'hyperscalers' es crucial en este nuevo ecosistema digital".
El sector telco ha reiterado su compromiso con la nueva era digital de manera reiterada en el tiempo, invirtiendo en mantener la solidez y calidad de las redes por las que discurren las nuevas tecnologías. Este compromiso necesita verse acompañado por una regulación europea acorde a la nueva realidad, que permita al sector competir en igualdad de condiciones para consolidar las redes actuales y continuar con la construcción de las redes del futuro.
Se trata de un paradigma, también nuevo, en el que Europa necesita definir una política de autonomía estratégica clara para no quedarse rezagada. Esa autonomía estratégica se basa en tres grandes sectores: defensa, energía y, por supuesto, telecomunicaciones. Se trata, en definitiva, de entablar un diálogo estratégico del que se deriven soluciones duraderas.
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Este contenido ha sido elaborado por EcoBrands, unidad Branded Content de elEconomista para Telefónica.