
La eléctrica es la empresa líder del Viejo Continente en la generación eólica con más de 80 instalaciones por todo el territorio. Además, el grupo acaba de firmar un acuerdo para la compra de 98 megavatios de producción solar y eólica en Polonia.
Una muestra del fuerte peso que tiene en el mercado eléctrico europeo y su papel como generador de empleo y potenciador del cambio.
Iberdrola, como compañía comprometida con la transformación hacia una economía sostenible, continua su expansión por Europa y se presenta como motor para la descarbonización y electrificación del continente. La empresa, presidida por Ignacio Galán, ha ampliado su potencia instalada en renovables un 8,9% durante el primer semestre del año.
Esto supone elevar hasta cerca de 39.000 megavatios (MW) su capacidad, si sumamos todos los mercados en los que está presente.
En este sentido, Europa se plantea como uno de los impulsores de este crecimiento, con más de 80 instalaciones y una ambiciosa estrategia de crecimiento para los próximos años. Actualmente, Iberdrola cuenta con más de 4.300 MW verdes instalados fuera de España, una capacidad que aumentará durante el segundo trimestre del año, según indican desde la compañía.
Esta cifra, que contempla los 3.008 MW correspondientes al mercado británico, incluye la capacidad de las plantas ubicadas en Portugal, Francia, Grecia, Rumanía, Chipre, Polonia y Alemania.
Futuro prometedor
La compañía ha conseguido adjudicarse 2.094 MW en la última subasta energética en Reino Unido, lo que supondrá una inversión de 4.400 millones de euros (3.700 millones de libras) para la adquisición, por un lado, de 1.372MW de eólica marina y 396 MW de eólica terrestre, que se suman a los 908 MW marinos y a los 1.986 MW en tierra que ya tienen instalados actualmente; y, por el otro, 326 MW de solar fotovoltaica, que sería la primera instalación de este tipo de Iberdrola en el país. Todos ellos operados a través de su filial para el mercado británico, ScottishPower, que también cuenta con 104MW instalados en baterías.
Italia y portugal
Italia se plantea como otra de las plazas fuertes para el proceso de descarbonización que aborda Iberdrola y ha cerrado un acuerdo para poner en marcha su primera planta fotovoltaica en el país de los Apeninos.
La instalación se llevará a cabo en Montalto di Castro, en la región central de Lacio, y contará con una capacidad de 23MW. La central será capaz de producir energía verde suficiente para suministrar a más de 12.000 hogares y evitará la emisión de más de 9.600 toneladas de C02 a la atmósfera. Concretamente, Iberdrola tiene un fuerte plan de crecimiento para el mercado italiano, que contempla alcanzar los 1.500 MW, y llevará a la eléctrica a triplicar su cartera de proyectos verdes en el país para 2025. Por otro lado, Iberdrola también es un actor clave en la descarbonización en Portugal y cuenta con una importante cartera fotovoltaica en la región lusitana.
De hecho, la eléctrica se ha adjudicado en las subastas de 2019, siete lotes por valor de 187 MW; y uno conseguido en 2020, por 84 MW de capacidad y 14 MW de baterías. Asimismo, ha firmado un acuerdo con Prosalia para la construcción de una planta fotovoltaica de 1,3GW en la zona de Sines, en el distrito de Setúbal, y gracias a los lotes obtenidos en 2019, la compañía va a triplicar su tamaño en el país en tal solo un año.
Expansión en polonia
Recientemente, la eléctrica continúa con su consolidación en el mercado europeo y ha cerrado un acuerdo preliminar para la adquisición de proyectos eólicos y solares en Polonia, que suponen una capacidad conjunta de 98 MW en total.
Para el desarrollo de estos proyectos, Iberdrola va a colaborar con la compañía Augusta Energy, una empresa conjunta entre la filial de Greenvolt, V-ridium Power Group y el gestor de activos KGAL. A través de estas operaciones, la empresa podrá aumentar su capacidad renovable instalada en el país a 261 MW. Cabe destacar que los proyectos polacos se encuentran en proceso de construcción y se prevé que entren en funcionamiento a lo largo de 2023.
Todo ellos se engloban dentro un PPA (contrato de compraventa de energía a largo plazo) a 15 años acordado con T-Mobile Polska y que va indexado al índice de precios al consumo (IPC).
La descarbonización genera empleo
En Francia, Iberdrola ya ha comenzado el montaje de las primeras plataformas eólicas marinas del futuro parque offshore de Saint-Brieuc, en la Bretaña francesa, y que han sido construidas en Galicia por el consorcio Navantia-Windar.
Este verano la compañía culminó la instalación en alta mar de la subestación de este parque eólico. Con un peso aproximado de unas 3.400 toneladas (más pesada que 20 aviones Being 747) esta estación será la encargada de recoger toda la electricidad que produzcan los 62 aerogeneradores con los que contará la planta, para los que se estima una producción de unos 1.820 GWh/año.
Esta infraestructura será el centro energético de la instalación que se convertirá en el segundo proyecto de la eléctrica en el país galo y en el primero que utiliza este tipo de tecnología cuando entre en funcionamiento en 2023. Cabe recalcar que esta planta contará con casi 500 MW de capacidad y generará energía limpia suficiente para satisfacer el consumo de electricidad de 835.000 personas, evitando así la emisión a la atmósfera de casi 200.000 toneladas de CO2 al año. Todo un avance en el proceso de descarbonización de Europa y una muestra de la apuesta de Iberdrola por el mercado francés, en el que tiene previsto invertir unos 4.000 millones de euros hasta 2025.
Además, estos proyectos resaltan el papel que tiene la compañía eléctrica como motor económico y como generador de empleo, ya que la fabricación de las plataformas del parque eólico francés ha supuesto la generación de 1.250 empleos directos en Avilés (Asturias) y en Fene (A Coruña). De hecho, a raíz de este contrato, Navantia-Windar ha abierto una planta en Brest, Francia, dónde se han fabricado muchas de las piezas necesarias y se han creado 250 nuevos empleos en la localidad. En total, la construcción de este parque generará en Francia más de 1.500 trabajos, incluyendo los relacionados con la planta de Navantia-Windar. Una cifra que se eleva hasta al menos 2.750 empleos directos generados entre España y Francia.
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