
El Ibex intenta dejar atrás la última de las resistencias dinámicas que empezaron a superarse en julio.
Semana de ilusiones rotas, algo que anunciaban todas las casas de apuestas del mundo, en lo que se refiere al sueño olímpico que compartíamos casi todos los que amamos a Madrid. Sin embargo, semana grande para la renta variable, que tras un agosto inquietante, alarga la recuperación y presiona las zonas que definen su propia tarea titánica.
Eso que he llamado resistencias épicas, y que siempre he dicho que es cosa que exige largo trabajo porque en algunos casos se atacan niveles que vienen definidos por más de 10 años de proceso, vuelve a estar bajo presión. Y es que de la misma manera que hay unos juegos olímpicos cada cuatro años, resistencias que podamos llamar épicas no se ven cada dos por tres. Desde luego, desde aquella "C de Barack" para la que empecé a prepararle a finales de 2008 de cara a la posibilidad de un suelo de mercado generacional, no ha habido cosa de tanta importancia. Por eso soy tan o más pesado de lo que lo fui con aquello.
Con el Nasdaq marcando altos del ejercicio, liderando el intento de vuelta y superación de los máximos anuales que intenta Wall Street, se presionan resistencias relevantes que coinciden con las dos últimas zonas épicas que mantiene el mercado norteamericano, y que se encuentran en los altos anuales de Dow Jones Industrial y Dow Jones Transportes. En el caso europeo, el Dax 30 alemán intenta refrendar su intento de superación del nivel análogo, para lo que deben marcarse nuevos altos anuales. A nivel eurozona se intenta, por tercera vez, batir los altos de la recuperación que se produjo tras completarse la "C de Barack". El Ibex 35, por su parte, intenta dejar atrás la última de las resistencias dinámicas que presenta, y que empezaron a superarse en julio con la ruptura de la directriz bajista que mantenía el índice desde 2007. Todo ello configura lo que he llamado resistencias épicas, una tarea titánica que el mercado deberá refrendar con la superación de las vueltas mensuales de agosto. Mientras sus mínimos no se pierdan, me siento tranquilo.