
Desde 2008, con la puesta en marcha del primer Plan Global de Ecoeficiencia (PGE) para fijar sus objetivos de reducción de impactos ambientales directos y consolidar una herramienta de gestión que ayudara a minimizar su huella ambiental, BBVA ha reducido un 30% su consumo de agua y un 17% el uso de papel por empleado. EL Grupo también ha incrementado hasta un 29% el número de empleados que trabaja en edificios certificados de acuerdo a la norma ISO 14001, según los últimos datos de 2015.
BBVA suma cuatro edificios con la certificación LEED (acrónimo de Leadership in Energy & Environmental Design, sistema de certificación de edificios sostenibles), uno de los más prestigiosos estándares internacionales para medir el respeto medioambiental y de salud de los edificios. Dos de estos inmuebles han obtenido la categoría Oro y dos, Plata. Además, BBVA está construyendo otros diez inmuebles siguiendo estos estándares. En 2012, el banco se convirtió en la primera entidad financiera en España en recibir este reconocimiento, concedido a Campus BBVA, su centro de formación en La Moraleja (Madrid).
La Vela
Pero quizá la mejor referencia de su compromiso con el medioambiente es Ciudad BBVA, su sede principal, diseñada por los prestigiosos arquitectos Herzog & de Meuron. Se trata de un complejo de ocho edificios que suman 114.000 metros cuadrados de oficinas y servicios. Destaca la torre La Vela, que es ya todo un símbolo en el escenario urbanístico de Madrid. Los ocho inmuebles que conforman Ciudad BBVA cuentan con un sistema de gestión de estores que permite una regulación óptima de la luz natural, lo que se traduce en un ahorro energético del 60%. De este modo, se consigue una excelente climatización dentro del edificio y una distribución más eficiente y sostenible de los recursos.
Las fachadas están diseñadas para reducir el consumo energético: más de 49.000 metros cuadrados de superficie acristalada con vidrios de alta reflectividad, protegidos del sol por 2.800 lamas de fibra de vidrio, que permiten que todos los empleados tengan luz natural. También cuentan con energías renovables propias, como paneles solares térmicos o fotovoltaicos y energía geotérmica de bucle cerrado, que aprovecha la temperatura estable del subsuelo. Es el complejo urbanístico más grande de Europa iluminado con luces LED.
Una alfombra de plantas autóctonas que apenas necesitan riego tapiza las cubiertas de los siete edificios más bajos para mitigar el efecto "isla de calor". Además, disponen de un sistema que recoge el agua de lluvia para regar los más de 31.000 metros cuadrados de zonas verdes con que cuenta el complejo. Asimismo, el agua de los lavabos se reutiliza. Entre ambas medidas se consigue una reducción del 50% del consumo de agua potable.
Por otro lado, los sistemas de vigas frías activas evitan la necesidad de generar y conducir grandes volúmenes de aire climatizado a lo largo del complejo.
BBVA tiene 16 edificios más certificados con el sello LEED repartidos por España, Chile, Paraguay y Estados Unidos. Otros cuatro edificios más en México y uno en Turquía se certificarán en los próximos meses.
La entidad se sitúa entre las mejores corporaciones mundiales en materia de gestión ambiental. Por ello, BBVA también ha firmado un acuerdo con Iberdrola para que la energía eléctrica suministrada a su red de más de 3.000 oficinas y 71 edificios en España sea de origen renovable. Este acuerdo evitará la emisión de 180.000 toneladas de CO2 al año, que equivalen a las emisiones anuales de 75.000 vehículos, a las de una ciudad de 50.000 habitantes o a la plantación de 4,5 millones de árboles.
Siguiendo con los planes ya desarrollados y en ejecución, BBVA pondrá en marcha en 2017 un nuevo Plan Global de Ecoeficiencia (PGA) que establecerá nuevos compromisos en materia de ecoeficiencia.
En línea con su compromiso medioambiental, la entidad también está inscrita en el registro de huella de carbono, compensación y proyectos de absorción de CO2 del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, una iniciativa de carácter voluntario que fomenta que las organizaciones españolas calculen y reduzcan su huella de carbono.
Entre otras iniciativas, BBVA se suma a La Hora del Planeta, que promueve WWF, apagando las luces de sus más de 500 edificios repartidos por 158 ciudades de 10 países de América y Europa. Y sumó su apoyo a la campaña Un millón de compromisos por el clima, impulsada por el Ministerio de Agricultura y la Fundación Biodiversidad, entre otras entidades.
Los Principios de Ecuador
Los Principios de Ecuador (EP, por sus siglas en inglés) son un marco de referencia (2003) para que las instituciones financieras puedan determinar, evaluar y administrar los riesgos sociales y ambientales de sus proyectos.
Con la base de estos principios, y de manera voluntaria, los bancos se comprometen a implementar medidas sostenibles en materia social y medioambiental en sus políticas internas y a financiar proyectos externos. BBVA fue el primer banco español en sellar este compromiso, en mayo de 2004. Tras los Países Bajos, España y Reino Unido comparten la segunda posición con más entidades firmantes de estos principios (cinco).
Entre las mejores prácticas en la gestión de riesgos ambientales y sociales, cabe destacar: eliminación del umbral mínimo de 10 millones de dólares establecido por el Consejo Federal de Inversiones (CFI); revisión de todas las operaciones bajo los Principios de Ecuador (PE), con independencia de su importe; aplicación de los PE más allá de su alcance obligatorio; incorporación de bonos de proyecto; cesión de derechos de crédito, asset finance y garantías vinculadas a proyectos; revisión de proyectos en fase de operación, además de los proyectos nuevos; listado de asesores independientes preferidos e información pública desglosada por proyecto.
Además, la entidad forma parte, junto a una treintena de empresas españolas implicadas en la preservación del medio ambiente, del Grupo Español para el Crecimiento Verde, con el objetivo de impulsar conjuntamente el diseño y la gestión de una hoja de ruta eficiente que permita avanzar hacia una economía de bajas emisiones y que fomente el uso de las energías renovables.
Índices sostenibles
BBVA forma parte de un gran número de índices de sostenibilidad. Entre los principales, destacan MSCI Global Sustainability, en el que tiene la calificación AAA; FTSE4Good Index; Euronext-Vigeo Eurozone 120, Stoxx Global ESG Leaders Index o Ethibel Global y Europe.
Además, presta apoyo a los principales acuerdos internacionales, como la Iniciativa Financiera del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP FI), los Principios de Ecuador, los Principios de Inversión Responsable (PRI), el Pacto Mundial de las Naciones Unidas, los Green Bond Principles y el Carbon Disclosure Project. Y ha entrado a formar parte del Grupo Español para el Crecimiento Verde, donde ya ha firmado varias iniciativas sectoriales para financiar proyectos que ayuden a mitigar el calentamiento global.
Otras certificaciones ambientales de BBVA en los países en los que está presente son las siguientes: 1.126 inmuebles -en España, Argentina, Colombia, México, Perú, Uruguay y Turquía- cuentan con la certificación ambiental ISO 14001; otros dos edificios en España tienen certificación energética ISO 50001, y uno en Turquía, país donde ha obtenido la distinción WWF Green Office.
Proyectos innovadores
El compromiso de la entidad también se ha extendido fuera de nuestras fronteras durante este último año. Así, han financiado proyectos con una capacidad instalada total de 1.221 MW en este sector, un 17% más que en 2014.
Por ejemplo, el parque fotovoltaico Silver South, ubicado en Nevada (Estados Unidos), se construirá en terrenos públicos y tendrá una capacidad de 250 MW.
Generará electricidad equivalente al consumo de más de 110.000 hogares y evitará la emisión anual de 150.000 toneladas de CO2, lo que equivale a retirar 30.000 coches de las carreteras.
O el parque eólico de Cloosh Valley, en Irlanda, con una capacidad de 108 MW, que producirá energía limpia equivalente al consumo anual de 62.500 hogares y aliviará al planeta de la emisión de 120.720 toneladas de CO2. El proyecto supone un beneficio para la economía local valorado en 180 millones de euros, de los que 45 corresponden a trabajos suministrados por proveedores locales. El parque creará 90 empleos durante su fase de construcción.
Asimismo, BBVA tiene también una activa participación en el mercado de los bonos verdes y sociales. De hecho, este año es el banco español más activo en bonos verdes, según el ranking de Bloomberg. Bank of America, Crédit Agricole y JP Morgan lideran la clasificación. La emisión de bonos verdes es una fuente de financiación alternativa para las empresas -pero también para otras organizaciones, municipios o regiones- y permite compatibilizar las necesidades financieras con el compromiso con el medio ambiente.
BBVA Global Markets Research estima que este año la cifra de emisión de bonos verdes puede alcanzar los 50.000 millones de dólares, lo que ratifica el interés del mercado por esta alternativa de financiación. Además, los analistas coinciden en que, cada día más, los inversores buscan estos productos para diversificar sus carteras.