
Cuando se habla de combatir el cambio climático, es frecuente que en la conversación figuren términos como energías limpias, reducción de emisiones, neutralidad en carbono... Y con mucha razón. Es menos usual que se mencionen las finanzas sostenibles, pese a que en esta área, como en muchas otras, movilizar los recursos necesarios para el cambio es un primer paso imprescindible para tener garantías de éxito.
Transitar hacia economías más verdes tiene costes iniciales que es preciso financiar. Según datos de 2019 del Banco Mundial, la inversión requerida en infraestructuras sería significativa: cerca de 90 billones de dólares en todo el mundo hasta 2030. Según la Comisión Europea, es necesaria una inversión adicional de 240.000 millones de euros cada año para alcanzar los compromisos de la Unión Europea en materia de energía y clima.
Por fortuna, dichas inversiones pueden ser muy rentables, ya que generan oportunidades económicas y puestos de trabajo. Tal y como recoge Naciones Unidas, cada dólar destinado a acción climática tiene un retorno de 4 dólares. Un informe publicado en 2018 por The Global Commission on the Economy and Climate -una iniciativa global que ayuda a los países a crecer económicamente mientras gestionan su riesgo climático- cifra en 26 billones de dólares las ganancias derivadas de impulsar el cambio a una economía verde de aquí a 2030.
BBVA es el único banco español presente en la Red de Bonos Sostenibles del Nasdaq
En este planteamiento, y dado que se sitúan en el centro de los mercados de capital globales, los bancos tienen un papel fundamental. "Retos tan importantes como el cambio climático o la lucha contra la desigualdad suponen una tarea titánica que nos afecta a todos como sociedad y que debemos abordar a un ritmo sin precedentes. Pero ayudar a nuestros clientes en su transición hacia un futuro más sostenible también representa una gran oportunidad", explica Carlos Torres Vila, presidente de BBVA.
No en vano, la entidad acaba de anunciar que duplicará su objetivo de financiación sostenible prevista para 2025. "Nuestro objetivo nuevo es canalizar 200.000 millones de euros hasta 2025 en financiación sostenible, exactamente el doble de nuestro compromiso actual a esa misma fecha. Una cifra que nos sitúa como uno de los bancos líderes en el mundo en este ámbito. 200.000 millones que se suman a otros importantes pasos dados este año, como dejar de financiar a empresas con actividades relacionadas con el carbón o el compromiso de ser neutros en emisiones en 2050", según Torres Vila.

En el marco de su estrategia de sostenibilidad, BBVA anunció en marzo su compromiso de desvincularse de las empresas relacionadas con el carbón, antes de 2030 en países desarrollados y de 2040 en el resto de países en los que no está presente. Así, BBVA dejará de financiar a clientes cuyas actividades basadas en carbón representen más del 5% de sus ingresos, un umbral en línea con el criterio de Science-Based Target Initiative (SBTi), una iniciativa que propone una aproximación metodológica para fijar objetivos de descarbonización basados en la ciencia -y en la que, de nuevo, BBVA figura como único banco español-.