CaixaBank celebró este viernes en València su segunda Junta General de Accionistas en la ciudad, marcada en esta ocasión por los tipos en negativo, el mal momento del banco en bolsa durante el primer trimestre del año y por las protestas de los trabajadores contra el ERE de más de 2.000 personas anunciado por la entidad. No obstante, la entidad financiera compensó este escenario con una buena noticia para el presente ejercicio 2019: el reparto en dividendos de hasta el 60% del beneficio.
La jornada comenzó con una manifestación de más de un centenar de empleados que protestaron contra el Expediente de Regulación de Empleo a las puertas del Palacio de Congresos. El presidente del banco, Jordi Gual, en su discurso, destacó que a pesar de la evolución "menos favorable" del primer trimestre de 2019 la entidad va por el buen camino, y que los ajustes serán positivos a largo plazo.
"Seguiremos demostrando nuestra capacidad de generar resultados en un entorno de tipos bajos y de que las medidas que estamos tomando -que tienen un coste a corto plazo- reforzarán nuestro modelo de negocio y nuestra capacidad de generar valor de forma sostenida en los años del plan y, también, a más largo plazo", afirmó.
Gual repasó la evolución de la acción y la política de dividendo. "La consecución de Plan Estratégico 2015-2018 se ha traducido en un buen comportamiento de la acción, con un retorno total, dividendos incluidos, un 13% superior al de los bancos del Ibex 35 en este periodo", afirmó el presidente de CaixaBank. El dirigente anticipó sobre el dividendo del presente ejercicio que, tal y como está previstoen el Plan Estratégico 2019-2021, "pasará a ser un pago único en lugar de dos" y que "superará el 50% del beneficio y podría incluso llegar al 60%".
El presidente de CaixaBank se refirió también a la política monetaria de la zona euro, en un momento en el que el Banco Central Europeo "empieza a replantearse la idoneidad de mantener la política de tipos negativos de la facilidad de depósito". Para Gual, "esta sería una decisión positiva y alentadora ya que la situación que provocó esta política, cuando se temía una posible deflación, ya ha quedado superada".
Gual también repasó el entorno macroeconómico global y las perspectivas para 2019. "Es previsible que la economía mundial y la de la zona euro se sitúen en los próximos años en una fase de crecimiento moderado", expuso.
En este entorno "de contexto positivo, pero también de algunas incertidumbres", España y Portugal "continuarán creciendo por encima de la zona euro", explicó el dirigente, para quien todavía quedan retos pendientes, como "reducir los niveles de deuda pública, retomar el camino de las reformas para seguir mejorando la competitividad y, al mismo tiempo, sentar las bases para un crecimiento más inclusivo, que no deje a nadie al margen".
El presidente de la entidad resaltó "los desafíos" que plantea el nuevo entorno para el sector financiero, "como la revolución de los datos y la movilidad". "La transformación digital nos proporciona una gran oportunidad para interactuar más con nuestros clientes y ofrecerles una mejor experiencia, algo que desde CaixaBank hemos demostrado que sabemos aprovechar", dijo.
Jordi Gual también señaló cómo el conjunto de la sociedad espera de las empresas "una mayor responsabilidad social". "Las exigencias sobre los bancos todavía son más fuertes tras la crisis, pero cumplir con estas expectativas facilitará la recuperación de la confianza en el sector financiero". En esta línea, Gual insistió en que "el modelo de banca socialmente responsable está en nuestro ADN y es una fuente sostenible de generación de valor para accionistas, clientes, empleados y para el conjunto de la sociedad".
Reelección de Gortázar
Tras los turnos de palabra y las respuestas por parte de la entidad, la Junta General Ordinaria de Accionistas de CaixaBank aprobó la gestión y los resultados del ejercicio 2018. CaixaBank obtuvo el apoyo mayoritario de los accionistas, que aprobaron, entre otras propuestas formuladas por el Consejo de Administración, la reelección como consejeros de Gonzalo Gortázar, Amparo Moraleda, John S. Reed y María Teresa Bassons, y el nombramiento como nuevos miembros del Consejo de Administración de Marcelino Armenter y Cristina Garmendia.
Durante su intervención ante los accionistas Gual agradeció a Javier Ibarz, Alain Minc, Juan Rosell y Antonio Sáinz de Vicuña, que dejan de ser consejeros, "su dedicación, su apoyo y su compromiso con la entidad durante los años, llenos de retos, en los que han formado parte de nuestro Consejo". El presidente y el consejero delegado también agradecieron "el compromiso y el esfuerzo de los más de 37.000 profesionales del Grupo, sin cuyo trabajo no hubiera sido posible conseguir los retos fijados a lo largo del Plan Estratégico 2015-2018".
El dirigente reelegido repasó en su intervención la marcha del ejercicio 2018, sobre el que subrayó como principales avances "el refuerzo del liderazgo en banca minorista y digital, la fuerte reducción de activos problemáticos y no estratégicos y la consecución de una rentabilidad adecuada".
"CaixaBank ha continuado creciendo significativamente en las cuotas de mercado de productos retail, a pesar de contar ya con una posición de liderazgo. Tenemos una cuota en nóminas del 26,8%, en productos de ahorro a medio y largo plazo del 21,8%, del 15,7% en crédito al sector privado; además, alcanzamos una penetración de clientes particulares del 29,3% y del 32% en clientes digitales, lo que nos consolida como el banco de referencia del sistema", destacó el dirigente.
Gortázar se refirió también a la "mejora sostenida de la rentabilidad, que ha pasado del 3,4% de 2014 al 9,3% de cierre de 2018, en línea con los objetivos del Plan Estratégico y del coste de capital".
Sobre los retos del presente ejercicio, Gortázar consideró que "el cambio de comportamiento de los clientes, la prolongación del entorno de tipos bajos, la fuerte presión competitiva y la insostenibilidad del coste del riesgo en mínimos exige, por un lado, inversión para adaptar la red de distribución al cliente y, por otro, una búsqueda continua de eficiencia para asegurar la sostenibilidad".
600 oficinas urbanas en 2021
En este sentido, el consejero delegado enumeró "cinco líneas estratégicas" del Plan Estratégico para reforzar las bases para "la banca del futuro". Recordó "el planteamiento anunciado a finales de 2018 de consolidación del modelo de oficina urbana Store (con un mínimo de 600 sucursales en 2021) y la apuesta por mantener el modelo de AgroBank en el ámbito rural (1.100 oficinas en poblaciones de menos de 10.000 habitantes)", todo con el objetivo de "combinar la especialización y el horario extendido con la cercanía y la capilaridad".
En cuanto a los objetivos de rentabilidad, el consejero delegado de CaixaBank reafirmó los objetivos de ROTE por encima del 12% para finales del nuevo Plan Estratégico, "con una mejora de los ingresos básicos del negocio bancario apoyados en un aumento de la actividad, un elevado esfuerzo inversor y de transformación, y la continuidad en la reducción de los activos problemáticos".
"No concebimos la actividad financiera sin un fuerte compromiso con la sociedad", señaló Gortázar en su intervención. Para el consejero delegado, "el déficit reputacional del sector financiero es un grave problema, pero supone una oportunidad para poner en valor el modelo diferencial que distingue a CaixaBank, basado en los valores de calidad, confianza y compromiso social".