
La Audiencia de Barcelona ha absuelto al expresidente de CatalunyaCaixa Narcís Serra y al exdirector general de la entidad Adolf Todó y a otros acusados por administración desleal y de apropiación indebida por los sobresueldos de la entidad. Estos directivos estaban acusados de aumentar su sueldo en 2010 mientras la entidad recibía ayudas públicas y aplicaba un ERE de 1.600 trabajadores.
Según ha informado este martes el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), el tribunal considera que "los hechos declarados probados no son constitutivos del delito de administración desleal ni del de apropiación indebida sostenido por las partes acusadoras".
Tras esta sentencia, el propio Narcís Serra se ha mostrado "muy contento" y ha dicho: "Se ha hecho justicia". Al salir de la Audiencia de Barcelona, Serra ha asegurado: "Estaba seguro de que nos absolverían". "Para los que somos ciudadanos normales transmitir a la opinión pública la verdad de un suceso nos cuesta, pero cuando los tribunales deciden, queda claro quién llevaba la razón y que no hubo ningún delito en la gestión de la caja", ha aseverado Serra.
Además de Serra y Todó, 39 miembros más de la entidad estaban en el foco por los sobresueldos que aprobaron en plena crisis económica y mientras la caja catalana estaba recibiendo fondos del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que entre 2010 y 2012 le aportó más de 12.000 millones de euros.
A mediados de noviembre, la Fiscalía rebajó de cuatro a tres años la petición de cárcel para Serra y Todó
A mediados de noviembre, la Fiscalía rebajó de cuatro a tres años la petición de cárcel para Serra y Todó, pero el tribunal ha considerado que "no existe comportamiento delictivo ni en los aumentos de sueldo ni en el proceso que llevó a su aprobación". Inicialmente, el fiscal pedía cuatro años de prisión para ambos, junto a una multa de 67.500 euros para ambos.
A las otras 39 personas que formaban parte del Consejo de Administración de la entidad financiera cuando se aprobaron los sobresueldos, la Fiscalía pedía penas de dos años y tres meses, al considerarles cooperadores necesarios de los delitos presuntamente perpetrados por Serra y Todó.
Agujero de 783.000 euros
Según la Fiscalía, las decisiones de la cúpula de CatalunyaCaixa provocaron un perjuicio económico de 783.000 euros a la entidad. Concretamente, de 439.000 euros a partir de las dos subidas de sueldo que se aprobaron para Todó en 2010, y de 344.000 euros por los incrementos salariales que también recibió el director general adjunto de la caja catalana, Jaume Massana.
A pesar de estas cifras, en las últimas apariciones de Serra, el exvicepresidente del Gobierno no le ha temblado el pulso para asegurar que el Banco de España, y también la Generalitat, conocían los aumentos salariales. Además, defendió que estas remuneraciones se ajustaban "a la mediana" del sector bancario.
"Las decisiones de 2010 las tomamos con el apoyo del Banco de España, que nos consideraba fundamentalmente sólidos. No nos consideraba en absoluto en quiebra, sino que creía que podíamos superar la crisis", ha asegurado Serra, que ha aclarado, en cualquier caso, que él no mantenía una interlocución directa con el Banco de España, pero que los servicios jurídicos de las dos partes sí que estaban en contacto.
Para justificar estos dos aumentos, Serra argumentó que cuando fichó en 2008 a Todó y Massana, ambos procedentes de Caixa Manresa, para "cambiar el rumbo" de Caixa Catalunya, "hubo que ofrecerles más" salario que a la anterior cúpula, y por ello se prometió a ambos que sus sueldos serían equivalentes "a la mediana" del sector bancario.
Serra aseguraba que, con el fin "de cumplir con el compromiso contractual" con estos directivos, el consejo de administración acordó incrementar sus salarios para "dejar este tema encarrilado" antes de que se fusionaran Caixa Catalunya, Caixa Manresa y Caixa Tarragona para dar lugar a CatalunyaCaixa, marca comercial de Catalunya Banc.