La digitalización se ha convertido en una carrera para todas las compañías, y muy especialmente para las entidades financieras y de seguros, que nadie quiere perder. Sin embargo, la velocidad a la que evolucionan las tecnologías complica la estrategia a seguir que puede correr el riesgo de quedarse obsoleto en poco tiempo. El periódico elEconomista ha celebrado esta mañana una jornada sobre 'Los nuevos desafíos y oportunidades de los equipos financieros en banca y seguros' en la que diferentes expertos del sector han destacado las oportunidades, pero también los desafíos, que supone la digitalización en términos de negocio, mejorar la relación con el cliente y ganar eficiencia.
La directora de Banca y Seguros de Microsoft, Lola Serrano, ha abierto la jornada con su discurso inaugural en el que ha destacado que la tecnología es una herramienta de la que las empresas se servirán para tomar mejores decisiones. Serrano ha asegurado que, desde el punto de vista de Microsoft, la compañía busca acompañar tanto a la banca como a entidades de seguros a realizar la traducción tecnológica para que la operativa sea más eficiente en costes y también hacer mejor la experiencia de cliente que se plasmará en mejora de negocio. "Recomendamos a las compañías que hagan seguimiento de todo lo que va a aportar la inteligencia artificial en los últimos años", destacó. No obstante, defendió el uso de la tecnología y a la inteligencia artificial, pero siempre en un marco ético y de transparencia que vele por la privacidad e intimidad de las personas.
La jornada contó con una mesa redonda en la que participaron el director del Área Financiero-Contable de Grupo Mutua Madrileña, Agustín Ferrero; el director de Gestión Financiera de Bankia, Gerardo Artiach; el director general financiero de Unicaja Banco, Pablo González; el director financiero de Microsoft, Arnaud Petit; la directora de Control Financiero Global de Banco Sabadell, Anna Bach; el director general financiero de grupo Santalucia, José Manuel Jiménez Mena; y el director de operaciones de WiZink Banco, Ricardo Gómez.
Todos coincidieron en que los equipos financieros han ganado peso en las compañías a raíz de la crisis. Gerardo Artiach, director de Gestión Financiera de Bankia, explicó que desde 2012, con la crisis financiera, las exigencias de los equipos financieros era normalizar la situación de liquidez, volver a la senda de la distribución del dividendo y colaborar en la privatización de la entidad. A partir de 2015, el foco se centró en el negocio y la exigencia de operar en un mundo digital. Por su parte, Pablo González, director Financiero de Unicaja, aseguró que las direcciones financieras han evolucionado dentro de las entidades para adquirir mayor importancia. González señaló que el contexto actual ha obligado a la banca a incrementar los recursos destinados a la digitalización y al procesamiento de datos. A su juicio, estos datos han hecho pasar a una situación donde las direcciones financieras colaboran con otras áreas para orientar hacia dónde ir y eficientar toda la labor. Sin embargo, considera que el gran reto de a banca es lograr la predictibilidad del uso de esos datos.
Arnaud Petit, director financiero de Microsoft, destacó que el rol del director financiero ha cambiado mucho desde la crisis. "Además del papel clásico, ya podemos ver gente que ayuda en el negocio y toma decisiones en la estrategia de las empresas", aseveró. Bajo el mismo punto de vista, Ricardo Gómez, director de operaciones de WiZink, incidió en que la crisis financiera ha cambiado el rol del director financiero que ahora influye más en otras áreas de las compañías y, gracias a la disrupción tecnológica, se ha creado el tándem director financiero-consejero delegado porque la visión global de ambos es clave para el éxito de la transformación digital.
Retos de la banca y aseguradoras
Respecto a los grandes retos que afronta ambos sectores en el terreno de la digitalización, Agustín Ferrero, director del Área Financiero-Contable de Grupo Mutual Madrileña, no dudó en situar entre los primeros puestos conseguir que el componente digital sea una palanca para que los procesos sean más eficientes. Del mismo modo, José Manuel Jiménez, director general financiero del grupo Santalucía, aseguró que el reto en el sector seguros es ser capaces de mejorar el cálculo. "La tecnología nos ha venido muy bien para tener un control más claro sobre qué impacto tiene en nuestra solvencia las decisiones que tomamos, pero aún nos cuesta mucho trabajo procesar los cálculos y evaluar los datos que tenemos a nuestra disposición", aseveró.
Por su parte, Anna Bach, directora de Control Financiero Global de Banco Sabadell, recordó que la regulación también abre nuevos desafíos. Bach hizo referencia a la normativa PSD2 que obliga a la banca a compartir los datos de los clientes con terceros, siempre que el consumidor dé autorización, pero que, de forma asimétrica, no implica que éstos terceros compartan sus datos con los bancos. "La regulación debería ser para todos, también para los nuevos jugadores que entran a competir en el mercado", matizó. Por otra parte, Bach señaló que la digitalización se asocia a ahorros, pero sería un ahorro si el servicio que se presta a los clientes fuera cien por cien digital. "No es así porque la mayor parte de los clientes son mixtos. Por tanto, la digitalización a futuro será un ahorro, pero ahora es un gasto de inversión", puntualizó. En la misma línea, González, de Unicaja, dijo que la tecnología puede suponer un ahorro a futuro, pero en el corto plazo es una inversión.
Artiach, de Bankia, señaló que dentro de la digitalización, hay que darle mucha relevancia al dato. "Nuestra obligación es extraer el máximo valor de la confianza que los clientes nos depositan en la custodia del dato. Es decir, a raíz de su estudio, los datos nos permite prescribir productos adecuados a los clientes en función de su perfil de riesgo", adelantó. Ricardo Gómez, de WiZink, aseguró que la inteligencia artificial va a traer valor al negocio bancario y de seguros. "Nos dedicaremos a analizar los datos, no explicar lo que ha pasado sino a anticiparnos, a ser proactivos", consideró por su parte. Jiménez, de Santalucía, añadió que la inteligencia artificial va a ser clave para la toma de decisiones a nivel empresarial. "En el caso del sector seguros, la inteligencia artificial nos ayudará a ser más exactos a la hora de fijar el precio, a segmentar de forma más clara a los clientes y cobrarles diferente en función del riesgo percibido", aseguró.
Finalmente, Arnaud Petit, de Microsoft, dijo que la inteligencia artificial ya está en marcha y ayuda en el análisis de riesgo, en la prevención de fraude, la identificación del cliente e incluso puede anticipar a los clientes que en el futuro pertenecerán a la banca privada."Me gusta mucha la combinación de la tecnología y del ser humano", destacó.
Gloria Macías-Lizaso, directora de Grandes Organizaciones de Microsoft, cerró la jornada de la que destacó tres ideas: la complejidad, la velocidad y la oportunidad. En el primero de los aspectos aseguró que el entorno actual es complejo no sólo por la abundante regulación que deben afrontar las entidades bancarias y de seguros, y la incertidumbre que esta crea en materia de competencia, también por la propia complejidad tecnológica, de la que aún es difícil dirimir cómo va a ayudar. Respecto a la velocidad, hizo referencia a la rapidez del cambio de las propias tecnologías, aunque sin duda son una oportunidad para mejorar la eficiencia y la relación con el cliente. A su juicio, el cambio de rol no sólo debe darse en el director financiero, también en todos los empleados que conforman una empresa, sobre los que se debe hacer un esfuerzo de formación para hacerlos un poco más "tecnólogos". Finalmente, aconsejó al sector financiero que, a la hora de elegir compañeros de viaje, en referencia a alianzas empresariales, hay que ir con aquellos que den la misma importancia al dato desde un punto de vista de seguridad y ciberseguridad.