
BBVA se ha quedado corto en su previsiones sobre la devolución que tendría que hacer a los clientes por las cláusulas suelo hipotecarias poco transparentes o abusivas. La entidad llevó a cabo con cargo a las cuentas de 2016 una provisión de 577 millones para hacer frente a estas contingencias, tras la sentencia del Tribunal Europeo que fijó la retroactividad total en la nulidad de la cláusulas, una hucha que se ha ido agotando a lo largo del ejercicio pasado como consecuencia de los pagos realizados a través del proceso extrajudicial abierto por el Gobierno y por las sentencias judiciales condenatorias.
La cantidad no ha sido suficiente y BBVA ha comenzado a elevar la dotación, al considerar que el montante final ascenderá en virtud de las reclamaciones.
El grupo, en su día, llegó a calcular un máximo de 1.200 millones el impacto máximo de la devolución por la retroactividad total, pero tras el dictamen europeo rebajó la cuantía a menos de la mitad, porque esperaba que no todos los clientes iban a demandar el dinero cobrado de más por el interés mínimo establecido en las hipotecas y porque esperaba alcanzar acuerdos con otros en el análisis "caso por caso" de los contratos.
Hay que recordar que BBVA ya asumió un coste de unos 450 millones en 2013 al eliminar todas las cláusulas suelo, tras una sentencia del Tribunal Supremo. Desde principios de 2017 está abonando las cantidades cobradas de más antes de mayo de 2013.
Sin precisión de datos
Hasta este momento, el grupo que preside Francisco González ha sido poco claro en sus explicaciones sobre la evolución en este tipo de litigios y simplemente se ha limitado a señalar que el impacto era el que se esperaba. Y nunca ha precisado los datos concretos. Ahora este efecto es mayor de los calculado, aunque sostiene que la dotación adicional que ha realizado "no es significativa".
Una parte de este esfuerzo extra se cargó contra las cuentas del año pasado y está incluido en las provisiones que el banco hizo para afrontar litigios de distinta naturaleza. Para este tipo de procedimientos cuenta con un colchón de 1.425 millones, tras haber incorporado 868 millones y de haber utilizado 1.306 millones. También ha recuperado 164 millones que no habían sido usados.
La banca ha dotado más de 4.000 millones para devolver el dinero de las cláusulas suelo. Los últimos datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) indicaban que los tribunales habían recibido más de 156.000 demandas y que podrían alcanzar las 200.000. Además, a través de la plataforma extrajudicial, abierta por el Gobierno para no atascar los juzgados y agilizar los procesos, las entidades han sufrido una avalancha de peticiones. En concreto, hasta noviembre se habían presentado 1,093 millones de solicitudes, de las que casi la mitad -479.327- habían sido estimadas. De éstas, el sector financiero estaba de acuerdo con los clientes en 429.000 reclamaciones, por las que estimaba devolver casi 2.100 millones, con lo que se consumiría la mitad de las provisiones ya realizadas.
Pero las entidades habían desestimado ya 213.000 peticiones, por lo que se espera que en los próximos meses el número de demandas judiciales se incrementará sustancialmente. Ante esta posible avalancha, el CGPJ ha decidido reforzar tanto el número de tribunales especializados en esta materia como el de magistrados.
Frentes judiciales
La banca no solo se enfrenta a este tipo de litigios, ya que las cláusulas abusivas tienen otra serie de componentes. De hecho, este jueves se conoció que un juzgado Ronda (Málaga) había anulando de golpe, en una sentencia, hasta tres cláusulas en cada una de las cuatro hipotecas de un mismo cliente de Cajasur.
Según el abogado que ha llevado la dirección de este asunto, Francisco Orozco, el fallo de este juzgado ha declarado nulas la cláusula suelo, el interés de demora o la cláusula de gastos de formalización, siendo además procedente, en este último caso, la devolución total de todos los costes. Las estipulaciones de todas las escrituras de préstamo eran idénticas, por lo que el procedimiento se ha simplificado al aplicar la misma doctrina a todas las hipotecas.
Los cuatro préstamos habían sido suscritos por la misma persona, un vecino de Ronda, cuyo capital se destinó a la compra de distintos locales comerciales y viviendas. La entidad bancaria mantenía que el cliente no poseía la condición de consumidor, sino que se trataba de un empresario y que, por tanto, no le resultaría de aplicación la normativa en la materia. Algo que fue negado categóricamente por la defensa del cliente, quién acreditó que, al momento de suscribir los préstamos, el demandante se encontraba en situación de desempleo.
Lanza una 'startup' para atender a autónomos
BBVA ha lanzado Azlo, una 'startup' dirigida a atender las necesidades financieras de emprendedores y pequeños negocios que, por el momento, solo está operativa en Estados Unidos. La nueva firma busca ofrecer una solución digital multiplataforma que se adapte a las necesidades financieras emprendedores y pequeños autónomos, colectivo que según el banco cuenta con dificultades para acceder a un nivel adecuado de servicios bancarios. La 'startup', según el banco, permite realizar pagos ilimitados, tanto nacionales como internacionales, el abono de facturas, depósito de cheques a través del móvil y facturación digital.
Azlo forma parte de su estrategia de digitalización, en la que se encuentra, entre otros, el banco móvil Atom, que opera en Reino Unido y en el que el grupo español ha invertido unos 66 millones de euros. Esta entidad perdió el año pasado 54 millones de euros y se plantea llevar a cabo una nueva ampliación capital. BBVA tiene el 29,9%.