Banca y finanzas

Los bancos recortan otro millar de sucursales y el ajuste llega ya al 40%

  • Se esperan nuevos cierres por la necesidad del sector de ahorrar costes

Los ajustes en la banca se intensificaron el año pasado ante la necesidad de ganar eficiencia operativa y rentabilidad ante el desplome de los ingresos como consecuencia de la caída de los tipos de interés y la baja actividad.

En este escenario y, debido también a la adaptación del entorno digital, el sector financiero español cerró el año pasado más de 1.000 oficinas. Sólo en los nueve primeros meses, según los datos recientes publicados por el Banco de España, el conjunto de las entidades clausuraron 1.070 puntos físicos de venta, el 3,7% del total. En la recta final del ejercicio algunos grupos han materializado recortes de red, como el Sabadell o BMN, con los que la cifra global de 2017 sobrepasa ampliamente 1.100.

De esta manera, la disminución de sucursales alcanza ya el 40% desde que se inició la crisis. En 2008 la estructura comercial de la banca española estaba configurada por casi 42.200 agencias. En la actualidad se sitúa en torno a 27.700, un mínimo que no se veía desde principios de la década de los ochenta.

Se espera que en 2018 el número de oficinas continúe descendiendo. Bankia, por ejemplo, llevará a cabo el cierre de unas 122 en febrero, que se suman a los 24 clausuradas en diciembre en BMN, en el marco de la integración de ambas.

También se prevé que el Santander ponga en marcha un plan de ajustes al margen del pactado en los servicios centrales debido a la absorción del Popular.

Eficiencia, en el 57,6%

Pese a los recortes la eficiencia operativa del sector no mejora. Todo lo contrario, como consecuencia de la bajada intensa de los ingresos. Se sitúa en el 57,66%, es decir, que tiene que gastar más de 57 euros para captar 100.

En los últimos años este ratio no ha dejado de subir. En 2014, tras la reestructuración de buena parte del sector tras el rescate de 2012 y 2013, la eficiencia se encontaba en el 47%.

Los reguladores aconsejan colocar esta cifra por debajo del 50% e insisten de manera reiterada en la necesidad de que la banca aborde una nueva oleada de integraciones. Hasta la fecha, salvo la adjudicación del Popular al Santander y la fusión de las nacionalizadas Bankia y BMN, los gestores de las entidades de mediano tamaño se resisten a emprender operaciones corporativas. Confían en la recuperación una vez el Banco Central Europeo inicie una subida de los tipos de interés que, no se prevé, hasta finales de este año o principios del próximo.

Los gastos de explotación de las entidades totalizaron 19.902 millones entre enero y septiembre de 2017, un 1,18% más que en el mismo periodo de 2016. Los ingresos, por contra, cayeron un 6%.

Los ajustes de la banca también se están acelerando en las plantillas. En dos años el recorte de personal asciende a más de 11.000 trabajadores. Desde que se inició la crisis, los empleados del sector en nuestro país se han reducido en casi 100.000, un tercio del total.

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