
El Fondo Monetario Internacional señala en su Informe Global de Estabilidad Financiera (GFSR) que los bancos globales de importancia sistémica, también conocidos como demasiado grandes como para dejarles caer, continúa mejorando.
"Los balances se han fortalecido gracias a mayores reservas de capital y de liquidez, en medio de un endurecimiento de las normas regulatorias y de una mayor supervisión del mercado", señala el documento, que también considera que se han logrado avances considerables en cuanto a la solución de problemas heredados y los desafíos de reestructuración.
Sin embargo, si bien muchos bancos han fortalecido su rentabilidad al reorientar sus modelos de negocio, otros continúan haciendo frente a problemas heredados de la crisis y sus deficiencias estructurales.
Es por ello que el GFSR no descarta que un conjunto de estos bancos globales, con activos valorados en alrededor de 17 billones de dólares, o un tercio del total de los activos de los bancos de importancia sistémica mundial, "continúen generando rentabilidades insostenibles" que pueden extenderse hasta 2019.
Dado que los problemas en tan solo un banco de importancia sistémica mundial podrían generar tensiones en todo el sistema, las medidas de supervisión deben seguir centrándose en los riesgos de los modelos de negocio y en la rentabilidad sostenible.
Por otro lado, el FMI también pone sus miras en las compañías de seguros de vida, una industria forzada a adaptar sus estrategias de negocio en un entorno de bajos rendimientos tras la crisis financiera mundial.
Al respecto, redujeron las exposiciones heredadas, disminuyeron la proporción de productos con altos retornos garantizados, y buscaron rendimientos más altos en las carteras de inversión.
Aún así, las normas contables y reglamentarias actuales eximen a las aseguradoras de tener que marcar todos sus pasivos a precio de mercado y se les permite amortiguar los shocks a través de ajustes en dichos pasivos.
En una simulación elaborada por el Fondo, las aseguradoras de vida en Italia, España y EEUU se verían afectadas por sus tenencias de bonos soberanos y corporativos de menor calificación. Por su parte, las aseguradoras en Alemania, los Países Bajos, Noruega y Suecia se verían afectadas por la relativamente larga duración de sus pasivos.
Es por ello que el Fondo pide a los organismos de supervisión tienen que controle el aumento de la exposición a los riesgos de crédito y de mercado de este tipo de entidades.