Las consecuencias económicas del huracán Harvey para el estado norteamericano de Texas pueden ser demoledoras, que se reflejará en un menor crecimiento por la pérdida de valor del stock y el retroceso en el flujo de inversión en el corto plazo. Sus efectos tendrán un impacto, previsiblemente, en la cuenta de resultados de los bancos, entre los que se encuentra BBVA Compass.
La filial del grupo español, que es el cuarto principal agente financiero de la región, ha puesto en marcha un plan extraordinario para contener y paliar los efectos, además de para ayudar a la clientela.
Hasta diciembre, los pequeños comerciantes y particulares tendrán acceso a líneas y préstamos especiales con el objetivo de poder reiniciar su actividad, tendrán derecho a solicitar pagos aplazados en sus créditos y tarjetas, contarán con exención de los cargos por retrasos, entre otras facilidades.
La importancia de que Texas se recupere es fundamental para que el negocio de BBVA Compass no se vea afectado. Es el principal enclave para la franquicia estadounidense del grupo que preside Francisco González. El mercado norteamericano aporta en torno a un 11% del beneficio del banco español.
El año pasado la cuenta de la entidad se vio penalizada por las provisiones que tuvo que realizar como consecuencia de la exposición al sector energético al otro lado del Atlántico ante la caída del precio del petróleo y, por ende, la bajada del rating crediticio a determinadas compañías.
Ahora el actividad de este tipo de empresas se podría resentir tras el paso de Harvey la semana pasada. BBVA calcula que los daños económicos para estado de Texas ascienden a al menos 60.000 millones de dólares (50.000 millones de euros), sin contar el impacto sobre el sector enegético, que se ha visto obligado a paralizar sus pozos de crudo. En concreto, diez refinerías que extraen casi la mitad del oro negro de la región han congelado su actividad.
El desastre ocasionado por Harvey, que para la economía norteamericana, según otros estudios y cálculos, elevan hasta 160.000 millones de dólares (133.000 millones de euros). La empresa de meteorología AccuWeather considera que el daño es tal que iguala al de la suma de los huracanes Katrina (2005) y Sandy (2012). Su presidente Joel Myers indicó hace días que es "el peor desastre natural de la historia estadounidense".
El servicio de estudios del banco indica que se debe trabajar para mantener el atractivo económico a largo plazo, ya que este tipo de fenómenos meteorológicos pueden forzar a la gente a la migración reduciendo así su potencial. Esta situación se produce en un momento en que otro ciclón, de magnitudes mayores, avanza hacia el sur estaounidense y, según los expertos, podría arrasar Florida.
Una vez que comiencen las labores de reconstrucción y que la actividad económica se normalice, gracias a los seguros y fondos de asistencias tanto públicos como privados, el coste de Harvey se irá ajustando y se compensará el capital dañado, remarca BBVA Research. La entidad también ha donado 250.000 dólares (208.000 euros) a la Cruz Roja, y ha recaudado fondos de sus clientes.
Onur Genç: "Trabajar juntos"
El máximo responsable de la filial estadounidense de BBVA, Onur Genç, ha realizado un llamamiento a toda la comunidad afectada por el huracán Harvey para que la zona dañada se recupere cuanto antes y se reactive la economía de Texas. El directivo ha considerado que será vital "trabajar juntos" para que eso se consiga en el menor tiempo posible. El banco, en este sentido, ha puesto a disposición de sus clientes un equipo para dar servicio a los propietarios de pequeñas empresas para poder reiniciar su actividad.