
BBVA ha cancelado anticipadamente el esquema de protección de activos (EPA) del estadounidense Guaranty, que le cubría de posibles pérdidas de sus activos dañados desde 2009, cuando se adjudicó la entidad. El grupo español ejercitó en julio la opción de cerrar antes de tiempo este escudo contra los riesgos y ha pagado 132 millones de dólares (115 millones de euros) al fondo de rescate norteamericano FDIC en concepto de la recuperación de los préstamos insolventes tras la gestión de los mismos. El desembolso no tendrá impacto en la cuenta de resultados del tercer trimestre.
Según el acuerdo sellado, el esquema tenía una vigencia de diez años, hasta 2019 para las pérdidas que ocasionaran las hipotecas y la cartera de adjudicados por impagos. La protección para los créditos comerciales expiró en 2014. El contrato de adjudicación obligaba a que el FDIC se hacía cargo del 80% de las minusvalías que generaran estas carteras de las primeras 2.300 millones de dólares (1.650 millones de euros de entonces) y del 95% restante.
Poco riesgo
Por tanto, BBVA se hizo cargo de Guaranty sin apenas riesgo. Apenas se enfrentaba un agujero máximo de 350 millones. Para el FDIC el coste de este banco ascendía hasta 3.000 millones, aunque el importe final iba a depender de la gestión del balance por parte del banco español.
La adjudicación reforzó al grupo presidido por Francisco González en el mercado estadounidense. Amplió su presencia en la zona sur, donde ya contaba con su filial Compass. Guaranty elevó un 21% su número de clientes en Estados Unidos con la incorporación de 300.000 nuevos usuarios. Con su adjudicación aumentó en 12.000 millones de dólares (8.374 millones de euros) los activos y en 11.500 millones de dólares (8.025 millones de euros) los depósitos.
Guaranty tenía entonces 164 sucursales, con una cuota relevante en Texas y California. En el primer estado norteamericano, BBVA pasó a tener un 6,4% del negocio financiero.
BBVA, no sólo ha aprovechado la crisis para hacerse cargo de entidades en crisis en Estados Unidos para crecer. En España, por ejemplo, salió al rescate de Unnim y de CatalunyaCaixa, que le han otorgado una presencia sustancial en Cataluña. En el caso de Unnim el banco azul también se beneficia de una cobertura contra pérdidas que han empezado a utilizar.
El grupo habría recibido los primeros 207 millones del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) el pasado 30 de junio, que fueron solicitados a principios de este año una vez consumidas las provisiones de las que disponía el conglomerado de cajas catalán. El EPA cubre un 80% de las pérdidas en una cartera de 7.359 millones de préstamos e inmuebles.