Banca y finanzas

BBVA se topa con el rechazo de La Moraleja en su nuevo plan urbanístico

  • El proyecto de la Carrascosa, parado hasta conocer la opinión de los vecinos
Foto: Archivo

BBVA vuelve a ser el protagonista de un nuevo proyecto urbanístico en la Comunidad de Madrid. La entidad, que promueve junto a Sanjose la ampliación de la Castellana, se encargará ahora de desarrollar la zona de La Carrascosa, colindante a La Moraleja, que pertenece al municipio de Alcobendas y es uno de las urbanizaciones más exclusivas de la región. Aunque todo apunta a que en esta ocasión las tramitaciones no se harán esperar tanto tiempo como en el caso de Distrito Castellana Norte, que lleva en el aire más de 20 años, el nuevo desarrollo no está exento de polémica.

La zona de la Carrascosa, que comprende un espacio de 15 hectáreas y se divide en dos Planes Especiales (A y B), estaba destinada en su totalidad a uso terciario, es decir, oficinas. En 2012 la parcela A cambió a uso residencial, permitiendo la construcción de hasta 300 chalets, parte de los cuales se están desarrollando actualmente.

Con estos antecedentes y atendiendo a cuestiones de mercado, BBVA, que pagó 31 millones de euros en el año 2005 por estos terrenos al Ayuntamiento de Alcobendas, solicitó al Consistorio un cambio de uso para levantar viviendas en la zona. Esta petición se hizo de la mano del Grupo Inmobiliario Delta, que cuenta con 25.000 metros cuadrados en la zona, cedidos por el Ayuntamiento en pago de deudas municipales.

"Esta modificación beneficia a los vecinos de la zona y por ello dimos nuestra aprobación inicial para tramitar un Plan Especial", explica a este periódico Ignacio García de Vinuesa, alcalde de Alcobendas, que asegura, al igual que la entidad financiera, que este Plan ya "cuenta con el visto bueno de la Comunidad de Madrid". Sin embargo, cuando el proyecto iba a elevarse a Pleno para su aprobación definitiva, el proceso se paralizó. Las quejas de la Entidad de Conservación de la Moraleja fueron el motivo, ya que este organismo considera que el nuevo desarrollo bloqueará por completo los accesos a su urbanización al producirse un incremento del 81% en el número de habitantes de la zona y del 71% en el caso de los vehículos.

Reducir edificabilidad

"El Ayuntamiento quiere dar luz verde al Plan Especial B, que posibilitará ejecutar otras 725 viviendas más, en bloques de cuatro alturas, cuya aprobación definitiva pretendía llevarse al Pleno del pasado noviembre", explica la Entidad en un documento firmado por Cristina Martínez, presidenta del Consejo de la Entidad de Conservación de la Moraleja. En estos papeles, aseguran que a su criterio "procede revisar puntualmente el Plan General municipal y eliminar el grave riesgo que supone para nuestra urbanización, incapaz de absorber esa nueva y enorme edificabilidad (54,83 viviendas por hectárea, cuando la actual es de 2,1 viviendas)".

Por su parte, el alcalde de Alcobendas asegura que paralizó el proceso al conocer sus inquietudes, si bien destaca que "es una entidad colaboradora del Ayuntamiento, en ningún caso se puede entender que representa a los vecinos de la zona, que nunca la han votado". Por este motivo, puso en marcha una encuesta, de la mano de Metroscopia, para conocer con "certeza" la opinión de los habitantes de La Moraleja, el Soto de la Moraleja y Encinar de los Reyes. "Se está realizando, y antes de un mes tendremos los resultados. No serán vinculantes, pero sí que queremos escuchar a los vecinos", explica el primer edil de Alcobendas, que entiende que es "más coherente para la zona hacer viviendas, que generarán un menor tráfico". "Si se desarrollaran oficinas el número de usuarios diarios rondaría entre 7.000 y 9.000, entre trabajadores y visitas".

"El Ayuntamiento no pretende tener razón por el hecho de serlo. Una vez tengamos los resultados, convocaremos una nueva reunión y trataremos de llegar a un consenso". Además, García de Vinuesa asegura que tal y como sucedió con la Parcela A, BBVA tiene pensado reducir en un 40% la edificabilidad de la zona B, que está fijada en 87.121 metros cuadrados. Aunque la entidad no ha confirmado este porcentaje, sí que ha explicado a este periódico que "se van a levantar menos viviendas de las previstas en el Plan Especial propuesto, ya que la demanda de la zona es de unidades de gran superficie". Pero la edificabilidad no es el único inconveniente que ven los vecinos de la Moraleja. La Entidad de Conservación considera que "el Ayuntamiento debe al menos exigir a los promotores privados que ejecuten a su costa unos accesos independientes, ya que actualmente solo existe el Camino Ancho, además de reforzar en lo necesario el resto de las actuales infraestructuras (viales, agua, saneamiento, luz...) y de las que pretenden lucrarse a costa de nuestra urbanización y de su evidente prestigio en el mercado", indica en el escrito.

En este sentido, García de Vinuesa asegura que desde el Ayuntamiento, "estamos totalmente a favor de que la Carrascosa tenga su propia entrada".

Entre las posibilidades que se barajan es crear un acceso hacia la M-12 y otro en la R-2. En este sentido la Entidad destaca que "esto exige una gestión adecuada del Ayuntamiento con el Ministerio de Fomento, que próximamente va a rescatar las radiales. Para ello se necesita un tiempo que la construcción de viviendas no va a permitir".

Preferencia por las oficinas

En el documento de la Entidad de Conservación de la Moraleja defienden que el uso terciario es "menos malo" para los vecinos, ya que "no resulta previsible su desarrollo a corto plazo", al no tener ningún "interés comercial", lo que posibilitaría "solucionar lo antes posible los graves problemas de acceso y el déficit de infraestructuras de La Moraleja". Asimismo, alegan que las oficinas "no duplican la población de vecinos los siete días a la semana". Las "viviendas colapsarán nuestros servicios", denuncian.

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