Banca y finanzas

La banca eleva el pago de impuestos un 40%, hasta casi 2.000 millones

  • Sin Popular, el sector abona al Estado un 17,4% de sus beneficios
Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda

La banca elevó el año pasado su contribución a las arcas públicas. El sector financiero elevó un 40% los pagos a la Hacienda española por el impuesto de sociedades, hasta los 1.948 millones, sin tener en cuenta el Popular. La entidad que preside en la actualidad Emilio Saracho pudo tirar de activos fiscales diferidos en una gran cuantía por las pérdidas millonarias sufridas por las provisiones realizadas para limpiar su balance, lo que provoca una distorsión relevante en el conjunto del sistema.

Una parte importante del incremento de la factura impositiva se debe al cambio introducido por el Gobierno a finales de año, por el que se reducen las deducciones para el conjunto de las empresas por la compensación de las bases imponibles negativas, por doble imposición y por pérdidas en las participadas.

El aumento supone que los bancos se hayan anotado de media en los resultados un coste tributario que representa un 17,4% de los beneficios brutos, frente al 13% que se apuntaron en 2015. Si se tiene en cuenta el Popular, la situación cambia radicalmente, ya que esta entidad registró un impacto positivo de más de 1.400 millones en la rúbrica de los impuestos y provoca un recorte drástico en la contribución al Estado hasta apenas 545 millones de euros, según los datos publicados por el Banco de España. Este importe reduce el porcentaje sobre las ganancias a un 8,1%.

Resultados al alza

La subida en la aportación de las entidades financieras a Hacienda es ligeramente inferior al alza de sus beneficios brutos. En 2016, el sector ganó 11.165 millones en nuestro país sin contar el Popular, debido principalmente a la caída experimentada en las dotaciones para cubrir los riesgos crediticios.

Tras el abono impositivo, las ganancias del sector financiero escalan hasta los 9.571 millones, lo que representa un 4% más que en 2015, a pesar del lastre que todavía supone la carga inmobiliaria y el descenso de los márgenes opertivos como consecuencia de la baja actividad en préstamos y el euribor en negativo.

Si se tiene en cuenta el Popular, los beneficios del sistema financiero español baja considerablemente, un 35%. El grupo presidido por Saracho presentó el ejercicio pasado números rojos de casi 3.500 millones, lo que llevó a pérdidas al conjunto del sector en el último trimestre. Entre octubre y diciembre, las entidades obtuvieron un resultado negativo de 305 millones, afectadas también por las dotaciones para afrontar el coste de las cláusulas suelo hipotecarias.

Desde el comienzo de la crisis, las entidades han podido deducirse importantes sumas de dinero en el impuesto de sociedades, por las elevadas dotaciones para préstamos y adjudicados y por las abultadas pérdidas sufridas. En 2012, el peor ejercicio para el sector, la banca logró reducir sus números rojos casi 13.500 millones, gracias a la activación de los créditos fiscales diferidos. Entonces, arrojó un resultado negativo superior a los 87.100 millones. Desde 2014, contribuye de manera positiva a Hacienda, pero de una manera menos abultada que en la época anterior al crac.

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