El Estado se verá afectado por la devolución de todos los intereses cobrados de más en las hipotecas por las cláusulas suelo abusivas. Además del posible impacto indirecto que pueda tener la retroactividad total impuesta por el Tribunal de Justicia de la UE en las nacionalizadas Bankia y BMN, por un máximo conjunto de unos 250 millones, el fondo de rescate público (Frob) podría tener que asumir 319 millones por las garantías aportadas a Abanca en la venta de la antigua Novagalicia.
Según el informe del Tribunal de Cuentas sobre ayudas al sector financiero en el periodo 2008-2015, entre las coberturas de litigios y activos en riesgo otorgados al grupo que lidera Juan Carlos Escotet se incluyen los posibles reembolsos por los topes fijados en los préstamos hipotecarios.
El contrato sellado establecía que el Frob se haría cargo del 85% del impacto, mientras que Abanca afrontaría el restante 15% de las devoluciones desde octubre de 2008. Es decir, el grupo podría tener que provisionar unos 56 millones para sufragar el coste de todos los reintegros sin contar los casos puntuales existentes en la otra entidad que Banesco adquirió durante la crisis, Banco Etcheverría y que fue fusionada con el conglomerado cajas gallegas.
El comprador de Novagalicia se curó en salud de un eventual coste adicional por esta contingencia en diciembre de 2013, meses después de que la entidad fuera condenada por el Tribunal Supremo junto a BBVA y Cajamar. Fruto de esta sentencia, en mayo de ese año, la entidad gallega -entonces bajo el paraguas del Estado- eliminó todas las cláusulas suelo en unas 90.000 operaciones. Ahora, muchos afectados podrán solicitar los intereses cobrados de más con anterioridad a dicha supresión.
Abanca, como Cajamar, dudan de que la sentencia del Tribunal de la UE se aplique en su caso, ya que hubo un fallo sobre sus cláusulas suelo en el Supremo español. BBVA también defiende esta postura, aunque ha anunciado que llevará a cabo contra las cuentas de 2016 una provisión de unos 404 millones para hacer frente a devoluciones con anterioridad a mayo de 2013. Los abogados consultados por este periódico sostienen que, a pesar del principio de cosa juzgada por cual los clientes que se beneficiaron por la eliminación de la cláusula suelo que no hayan iniciado nunca un procedimiento judicial, puedan reclamar las cantidades abonadas de más.
El esquema contra pérdidas otorgado a Abanca por Novagalicia podría costar 771 millones al Frob por distintas contingencias. La más importante es la que corresponde a cláusulas suelo. Por preferentes, el importe asciende a un máximo de 277 millones.
Cobertura a Blackstone
El grupo gallego no es el único que se cubrió ante la adversidad de los topes hipotecarios. Blackstone también lo hizo en la adquisición de una cartera de créditos dañados de CatalunyaCaixa antes de que esta entidad fuera absorbida por BBVA. En su caso, el importe no ha sido detallado. Según el Tribunal de Cuentas, el esquema contra pérdidas asociado a la cartera traspasada al fondo de inversión asciende a 904 millones por nulidad de cláusulas suelo, préstamos defectuosos y otras actualizaciones de los créditos.
Previsiblemente, las cláusulas suelo elevarán las pérdidas asumidas por el erario público y por el Fondo de Garantía de Depósitos en el proceso de saneamiento del sector. El Tribunal de Cuentas cifra el agujero hasta finales de 2015 en 60.718 millones, casi la mitad de los 122.122 inyectados en las entidades. Eso sí, el Estado aún puede recuperar una parte y reducir la factura con la venta de Bankia y BMN.
