
El Banco de Portugal (BdP) informó hoy de que ha recibido cinco propuestas vinculantes para adquirir el Novo Banco, la tercera mayor entidad financiera portuguesa resultante de la escisión del quebrado Banco Espírito Santo (BES).
En un comunicado remitido esta jornada, fecha límite para la presentación de las ofertas finales, el regulador bancario señala que recibió propuestas para comprar la entidad en su totalidad y también para una venta en el mercado, en el caso de que decida optar por colocar en bolsa parte del capital del banco.
Aunque el BdP no especifica los nombres de las entidades, medios portugueses apuntan a que tanto el Banco Portugués de Inversión (BPI, participado por el Caixabank) como el Banco Comercial Portugués (BCP, participado por el Sabadell) entregaron propuestas para adquirir el banco, aunque este último sólo presentó una carta de compromiso, sin especificar un valor de compra.
El fondo estadounidense Lone Star presentó otra oferta para hacerse con la entidad, mientras que sus compatriotas Apollo y Centerbridge entregaron una propuesta conjunta en el mismo sentido.
Además, el grupo chino Minsheng Financial envió una propuesta para adquirir hasta el 50 % del capital, si el Gobierno luso y el BdP optan por una venta en el mercado.
Con ello, los cinco candidatos que habían presentado ofertas en las fases anteriores se mantienen en la carrera por el banco y ahora el regulador bancario analizará las propuestas para tomar una decisión.
Éste es el segundo intento de vender la entidad, después de que el año pasado se decidiese cancelar el primer concurso al considerar que no se habían presentado ofertas lo suficientemente atractivas.
El Novo Banco fue creado en agosto de 2014 y pertenece al llamado Fondo de Resolución, recapitalizado con un crédito público de 3.900 millones de euros y otros 1.000 millones aportados por el resto de entidades financieras lusas.
La venta de la entidad es motivo de preocupación en Portugal, ya que de producirse por un precio inferior al coste que supuso su creación, las pérdidas deberían ser asumidas por los bancos.