
CCOO ha reclamado hoy al Banco Popular "coherencia" en el proceso de ajuste de plantilla que prevé llevar a cabo y que afectará a unos 2.894 trabajadores, y ha solicitado que el esfuerzo que se pide a los trabajadores lo compartan accionistas y directivos.
"De ninguna manera puede haber remuneraciones extra a los directivos o reparto de dividendos mientras haya reestructuración de plantilla", ha dicho CCOO después de que los sindicatos se reunieran hoy con representantes de la entidad, que ha anunciado que reduce sus direcciones territoriales y cerrará 302 sucursales.
El Banco Popular anunció ayer que volverá al pago del dividendo en efectivo en 2017. El sindicato, ampliamente mayoritario en la entidad, rechaza el número de despidos anunciado, que impediría el funcionamiento operativo del banco comprometiendo por tanto su independencia, ha dicho CCOO, que desea que Popular siga siendo una entidad independiente en el sistema financiero.
El sindicado ha dicho que el Popular debe tener como objetivos reforzar su balance, seguir capitalizando, ahorrando y haciendo provisiones, a la vez que desarrollando un proyecto de banco que modernice sus estructuras, motive a su plantilla y gane prestigio entre sus clientes.
"No es anunciando reparto de dividendos el mismo día que se empieza un ERE como se consiguen estos objetivos", ha añadido el sindicato.
En declaraciones a Efe, el secretario de agrupación del sector financiero y de servicios de CCOO, Juan José Giner, ha lanzado un rechazo "unánime, absoluto y vehemente" de todos los representantes de los trabajadores al ajuste del banco.
La próxima reunión de los sindicatos y el Popular está prevista para el martes 11.