
Banco Popular ha dicidido dar un impulso a su digitalización para ganar rentabilidad en el futuro, como el resto de sus competidores. La entidad ha diseñado un plan director para los próximos dos años para adaptarse al nuevo entorno. Según explicó el director general de Recursos Técnicos de la entidad, Fernando Rodríguez, este proyecto supondrá una inversión aproximada de 300 millones, después de haber destinado 800 millones desde 2010 a innovación.
El plan consistirá en desarrollar la banca móvil a través de una aplicación recién estrenada; la banca por Internet mediante una plataforma que pondrá en marcha a principios de verano; la banca telefónica con una gestión más cercana; y la digitalización de los procesos a nivel corporativo.
Con estas medidas pretende, por ejemplo, duplicar el volumen de clientes que operan con el banco por móvil en el plazo de doce a dieciocho meses, desde los 200.000 actuales. En el último ejercicio, el Popular ha incrementado un 19,17% el número de usuarios que utilizan los smartphones. Las transacciones realizadas por este colectivo crecieron en 2015 un 37%, según los datos aportados por la entidad.
La nueva aplicación del móvil se irá enriqueciendo en los próximos meses para que se puedan contratar determinados productos y se pueda compatilizar con gestores individuales para un mejor servicio.
Incremento de la rentabilidad
Rodríguez estimó que esta apuesta tecnológica servirá para incrementar la rentabilidad del grupo. Según un estudio del banco, los usuarios multicanales, es decir, que llevan a cabo sus operaciones financieras a través de las diferentes plataformas, son entre 1,7 y 3,5 veces más rentables.
El Popular continúa defendiendo el valor que tienen las sucursales. "No creo que la digilitalización vaya afectar a las oficinas", es decir, que no tiene por qué haber un ajuste de las mismas. Eso sí, Fernando Rodríguez sí consideró que la red deberá transformarse con sucursales más amplías y enfocadas fundamentalmente a los servicios de asesoramiento.
En las últimas semanas, algunos competidores, como el Santander, han anunciado un ajuste del 13% de su red física en España.