Banca y finanzas

Los inversores mexicanos reducen su participación en Popular casi un tercio

  • El capital que posee baja en dos años del 6% al 4,2%
Ángel Ron

Los inversores mexicanos liderados por la familia Del Valle han reducido de manera sustancial su participación en el Popular en sólo dos años. Su peso en el accionariado ha bajado casi un tercio (un 29%) después de haber vendido un paquete de títulos y como consecuencia también de las diluciones sufridas por las ampliaciones de capital llevadas a cabo por la entidad para afrontar canjes de bonos y el pago de dividendos en especie.

A día de hoy, la participación de estos inversores se sitúa en torno al 4,2% frente al 6% con el que desembarcaron en diciembre de 2013 en el capital del banco. Fuentes financieras indican a este periódico que buena parte de esta disminución se debe a las desinversiones de títulos durante todo el periodo, que rondan el 1%.

Pese a la reducción, este grupo de accionistas latinoamericanos se mantienen como los segundos mayores socios del Popular, sólo superados por la Sindicatura, sociedad que agrupa a una serie de inversores tradicionales de la entidad.

Los mexicanos, que invirtieron 450 millones de euros en el Popular, forman parte del denominado núcleo duro de la entidad, en la que también se encuentran el grupo francés Credit Mutuel -que controla el 4%-; la aseguradora alemana Allianz -que tiene un 3,3%-; y la fundación gallega Barrié de la Maza -que posee el 2,6%-.

Este núcleo, en el que se incluye la Sindicatura y los miembros del consejo de administración, defiende al Popular de una posible oferta de compra hostil por parte de un competidor, al ser propietario de casi el 25% del capital del banco en conjunto. Con sus socios el banco que preside Ángel Ron llega a acuerdos estratégicos para mantener una estabilidad en el accionariado y elevar la rentabilidad del negocio. Así sucede con Allianz, Credit Mutuel y la familia del Valle.

Caída en bolsa

En los últimos meses la cotización de la entidad se ha visto afectada por la situación de la economía internacional, empañada por la crisis de China y de los emergentes, además de por la incertidumbre política en España. El banco ha perdido en bolsa una cuarta parte de su valor desde que los inversores mexicanos desembarcaron en su capital. Los títulos cerraron ayer la sesión a 2,92 euros, tras depreciarse casi un 3%.

La familia Del Valle, junto a otros empresarios aztecas, decidieron apostar por el Popular en plena llegada masiva de inversores mexicanos a nuestro país, especialmente al sector financiero. Entonces, David Martínez tomó el 5% del Sabadell, y Ernesto Tinajero, el 7% de Liberbank.

A principios del pasado junio, Antonio del Valle, que a finales de 2013, compró el 1,2% de la entidad española, descartó cualquier tipo de aumento de su participación en el Popular. Al tiempo, señaló que los bancos españoles valían menos de lo que debían. Del Valle se sienta en el consejo del Popular.

Alianza estratégica

La apuesta por el banco que preside Ángel Ron forma parte de una alianza estratégica más amplía, ya que la entidad española adquirió el 25% de Bx+, el banco mexicano de la familia Del Valle, por 101 millones. El objetivo de ambos es ampliar el negocio de la entidad centroamericana con la apertura de unas 50 sucursales hasta finales de este año. Ya han comenzado a inaugurar las primeras oficinas en el marco de la alianza, enfocada principalmente a la actividad financiera con pymes.

El Popular pretende que Bx+ se convierta en el puente para su expansión por Latinoamérica y sea clave para su plan de internacionalización. La intención del grupo español es que en 2018 el 30 por ciento de sus beneficios provenga de la operativa en el exterior De momento, cuenta con negocios en Florida, a través de Totalbank, y en Portugal, además de en México.

A lo largo de 2015 el equipo directivo ha analizado diferentes oportunidades de compra en varios mercados, pero no ha cerrado ningún tipo de operación. La última transacción en la que ha participado ha sido la puja por el luso Banif, que finalmente se adjudicó el Santander hace dos semanas.

El Popular ha reiterado últimamente que su vocación es permanecer en solitario ante las expectativas de los expertos de nuevas fusiones en el sector financiero español por la baja rentabilidad. Ante este escenario, el banco que preside Ron ha insistido en que, de estar presente en una operación de este tipo, será como comprador. Durante la crisis ha absorbido el Pastor y Citibank sin ayudas públicas ni esquemas de protección de activos, una situación que le provocado desventajas con respecto a otros principales competidores.

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