El fondo estadounidense Apollo ha comprometido otros 17 millones de euros en Evo Banco. Con la inyección sitúa en 191,34 millones el capital social de la filial, en apoyo de su estrategia de crecimiento a través de compras. Son recurso que ayudan normalmente a enjugar pérdidas y reequilibrar el balance, hasta situar la solvencia dentro de los umbrales exigidos por el regulador.
La nueva aportación se suma a los 155 millones ingresados el pasado ejercicio en cuatro operaciones. Y es que el Banco de España exige a Evo Banco un ratio de solvencia del 12%, superior al sector, como condición fijada en el momento de su venta en 2012 en el marco del rescate a Novagalicia. Apollo pagó 60 millones y no esperaba que la enseña entre en beneficio hasta mediados de este año.
Para acelerar el proceso y empujar el crecimiento de Evo Banco, el fondo le ha embarcado además en una carrera de inversiones, con el propósito de duplicar su tamaño. Bajo esta estrategia, enfocada en todo momento en adelantar la entrada en rentabilidad y ganar peso, Evo Banco compró Avantcard, una firma dedicada a la financiación de consumo, y Fracciona, la unidad adquirida previamente por su dueño Apollo a Bankia y especializada igualmente los mismos créditos.
Ajustes de personal
Con sus incorporaciones, el grupo Evo Banco pasó de contar con 650 a 950 puestos de trabajo, algunos redundantes por lo que la entidad ha planteado ajustes en personal y ciertas sucursales. Busca acomodar la estructura a la realidad del mercado, al tiempo que reduce la partida de costes y mejorar la última línea de la cuenta.
La hoja de ruta dibujada Apollo al tomar sus riendas pasaba por duplicar la cartera de financiación, que es la que renta, y lograr en 2018 equilibado el balance. Nació muy apoyado en depósitos de altas remuneraciones para ganar clientes y darse a conocer. Con la imagen de marca asentada, el objetivo es hacerla rentable.
