Banca y finanzas

La banca reduce un 43% el dividendo en efectivo para reforzar su solvencia

Banco de España. Foto: Archivo

Las entidades financieras han seguido milimétricamente la instrucción de austeridad del Banco de España y el pasado ejercicio apenas abonaron 2.427 millones de euros de sus dividendos en metálico, lo que implica una reducción interanual del 43,79 por ciento y ni siquiera supone un tercio de lo pagado antes (en 2009 distribuyeron 7.457 millones). El sector cumple, en general, con la restricción de no entregar más del 25 por ciento de la ganancia impuesta por el supervisor, ya que el importe representa el 23,75 por ciento. Sin embargo, el esfuerzo retributivo global no sufrió tal ajuste porque los grandes bancos sustituyeron parte del cupón en cash por la entrega de acciones para no ahuyentar al inversor.

La orden de retener, al menos, el 75 por ciento del beneficio, la cursó el organismo dirigido por Luis María Linde para que reforzasen la solvencia, inicialmente con aplicación en la retribución con cargo a 2013. Meses después la extendió a 2014 a instancias del Fondo Monetario Internacional (FMI), con ligeros cambios que permitirán a las entidades más capitalizadas saltarse el corsé después de obtener el preceptivo permiso del supervisor.

Las entidades se sometieron, aunque algunas con notoria disconformidad porque el dividendo es clave para seducir al inversor y menguarlo cuando la raquítica rentabilidad resta atractivo no es decisión fácil. A otras les ayudó a justificar un tijeretazo que tenía su razón de ser en los malos resultados cosechados en la crisis. No hay que olvidar que en 2012 el colosal ejercicio de saneamiento y recapitalización llevó a la industria a sufrir pérdidas por 46.441 millones y aún así repartió 4.318 millones o el equivalente a un pay out del 295,62 por ciento, revela la Memoria de Supervisión del Banco de España.

La limitación obligó al BBVA a reducir un 11,9 por ciento el dividendo previsto para 2013 y retirar un pago en metálico. El mayor perjuicio lo encajó Bankinter, al ser el único que aún reparte todo el cupón en efectivo. Tras sacrificar un 23 por ciento la remuneración a regañadientes, este año ha incrementado un 44 por ciento los primeros cupones -distribuye el 33 por ciento del beneficio previsto-, previo autorización del Banco de España. El Popular pudo restablecer el dividendo suprimido en 2012 tras entrar en números rojos con los esfuerzos efectuados para cubrir el déficit estimado por Oliver Wyman, pero en una cuantía menor.

El Santander, en contraste, mantuvo inalterado el dividendo. Para sus accionistas no ha habido crisis en ese aspecto porque el cupón se ha mantenido igual gracias a que en 2009 encontró la ecuación perfecta, con el ofrecimiento de acciones en lugar de metálico. La fórmula del scrip dividend inclina a más del 80 por ciento de sus accionistas a preferir títulos a ingresos en cash. Y ha sido emulada desde entonces por el resto de bancos, salvo Bankinter. Bankia y Liberbank aún no han entregado dividendos por ser receptores de ayudas.

El éxito de la entrega de acciones alcanza máximos en el Sabadell y Caixabank, con aceptaciones en algunos pagos del 98 por ciento.

Gracias a este sistema el Santander, BBVA, Caixabank y Popular han ahorrado 21.616 millones de pago en metálico de los 26.253 millones distribuidos entre accionistas durante los cinco años de crisis.

Es intención generalizada recuperar el sistema tradicional de forma progresiva. Pero su implantación es desafiante, al haberse metido las entidades en un bucle de ampliaciones de capital sucesivas, con la entrega de nuevos títulos, que no está siendo acompañado con igual progresión del beneficio. Desde que adoptó el scrip dividend, el Santander ha ampliado más del 22 por ciento el capital, y BBVA, que lo adoptó dos años después, y Caixabank, en alrededor del 10 por ciento.

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