La aventura internacional de Miguel Blesa para Caja Madrid (ahora Bankia) finalmente ha acabado en una tragedia personal para el expresidente de la entidad, que ayer acudía de nuevo a prisión. Esta vez de manera incondicional y sin fianza, a la espera de que se celebre un juicio y se dicte sentencia.
La compra tanto de City National Bank of Florida y la inversión en la mexicana Su Casita no sólo han salido caras al propio Blesa. En términos económicos, la factura ha sido elevada para Caja Madrid y también para el Estado.
La parte más importante de las pérdidas las ocasiona la entidad estadounidense, un pequeño grupo ubicado en Miami que ha terminado por ocasionar un agujero a Bankia -en manos del Frob- por importe de 495 millones de euros ( 640 millones de dólares).
Esta cifra es la diferencia entre la cantidad que ha invertido Caja Madrid tanto para su compra como su saneamiento posterior y el dinero que va a recibir por la reciente venta al chileno BCI.
Los efectos contables, derivados de las provisiones ya realizadas por los ajustes de valoración, permitirán, no obstante, obtener unas plusvalías de 180 millones a Bankia este año. Pero las dotaciones supusieron un coste en ejercicios anteriores, principalmente en 2010.
City National Bank of Florida es una entidad que cuenta con una treintena de sucursales y cerca de 450 trabajadores. Cuenta con un balance cercano a los 5.000 millones de euros, cuatro veces menos que el hasta ahora grupo de cajas más pequeño de nuestro país, Caja3. En los primeros ejercicios bajo el poder de Caja Madrid, la entidad estadounidense registró pérdidas operativas. Hoy, tras el saneamiento y la mejora de la economía al otro lado del Atlántico, ofrece beneficios. Bankia se ha visto obligado a desprenderse de esta filial ante las imposiciones de Bruselas a cambio de las ayudas públicas recibidas, provenientes de los socios comunitarios. Al igual que el City, el grupo que hoy preside José Ignacio Goirigolzarri tendrá que deshacerse de toda su cartera industrial.
Proyecto ambicioso
La adquisición del banco estadounidense formaba parte de un proyecto más ambicioso pilotado por Blesa. Caja Madrid quería emular a La Caixa con su operación Criteria y crear una gran corporación con influencia en el exterior. Nunca lo logró.
Este plan comenzó en 2004, aunque se afianzó en 2006 y 2007 con la búsqueda de oportunidades. En aquellos años se hizo con la hipotecaria mexicana Su Casita. Esta compañía quebró posteriormente por la crisis. La inversión realizada por esta firma asciende a más de 100 millones de euros. La entidad española llegó a controlar el 40% de su capital y se garantizó un derecho de compra, que finalmente lo ejecutó, por el restante 60%.
Ambas operaciones han salido caras. El propio Blesa, en su comparecencia el año pasado en el Congreso de los Diputados, llegó a reconocer que al menos la adquisición del banco de Florida había resultado costosa, pero señaló que si alguien quiere algo tiene que pagar por ello lo que cuesta.
El caso judicial de Blesa comenzó con un crédito irregular concedido al que era presidente de la CEOE y consejero de Caja Madrid, Gerardo Díaz Ferrán, por importe de 24 millones, que posteriormente se amplió a más de 26 millones de euros.
Los tribunales, de momento, investigan estos hechos, todas las implicaciones de las compras en el exterior y posible cobro de comisiones ilegales, y la concesión del préstamo al también expropietario de Marsans.
Algunas fuentes no descartan su eventual implicación en la venta de las preferentes de Caja Madrid en 2009, cuando era su presidente, que hoy han supuesto pérdidas superiores al 70% para cerca de 300.000 ahorradores.
La investigación de la comercialización de estos productos ese está llevando a cabo en la Audiencia Nacional por el juez Fernando Andreu dentro de un proceso más amplio que analiza los ocurrido en la salida a bolsa de Bankia. De momento Blesa ha escapado de este caso judicial, por el que están imputados 33 exconsejeros de la entidad, de los cuales buena parte fueron sus colaboradores en la caja madrileña, y por el que han tenido que declarar como testigos, entre otros, el exgobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, y los tres principales banqueros del país (Emilio Botín, del Santander; Francisco González, de BBVA; e Isidro Fainé, de La Caixa).
Entidades
Bankia vende el City National Bank por 683 millones
