
La nueva era de relajación de política monetaria comenzada hace más de un año por el Banco Central Europeo (BCE) asestó un golpe más leve de lo esperado a las cuentas de Banco Santander en España hasta junio. El margen de intereses se redujo hasta 3.585 millones de euros, apenas un 1,9% frente al mismo período del año pasado, lo que supone la mitad de la caída registrada en el conjunto del grupo (3,8%). A raíz de una contracción inferior a la prevista en la primera mitad del año, la entidad presidida por Ana Botín mejoró levemente las expectativas para el conjunto de 2025 en el mercado doméstico. "Estimábamos una caída del margen de intereses entre un 6% y un 7%. Claramente, se está comportando mejor. Ahora pensamos que disminuirá entre un 4% y un 5%", apuntó en la última conferencia con analistas el director financiero del banco, José García Cantera.
El banquero explicó que un margen de intereses superior a lo previsto se debe principalmente a un menor coste de los depósitos, que entre enero y junio bajó 30 puntos básicos comparado con el año pasado, situándose en 67 puntos básicos. Al ser el margen de intereses el diferencial entre los ingresos que un banco recibe por sus activos financieros -como los préstamos- y los gastos que paga por sus pasivos -como los depósitos-, se ve beneficiado por este ahorro de costes.
Cartera ALCO más gorda
Además, en los últimos trimestres, Santander, al igual que sus competidores, se ha comprometido en reducir su sensibilidad al baile de los tipos de interés, sobre todo en España que, junto a Brasil, es la región más expuesta del grupo a las variaciones de política monetaria de Fráncfort. La entidad cántabra ha ido incrementando su cartera ALCO en euros, un conjunto de activos financieros -principalmente bonos públicos- considerado como un instrumento "contracíclico", al dar cierta estabilidad a los resultados ante riesgos estructurales, como un ciclo de bajada de tipos.
Cuando el BCE aprieta su política monetaria, el precio de los bonos se abarata, mientras que, cuando lo baja, el precio se valoriza y con ello sube el valor de la cartera ALCO. "Estamos aún construyendo nuestro portfolio ALCO, añadiendo bonos soberanos por encima del 3%", detalló Cantera.
A nivel grupo, la cartera total de bonos del Santander representa un 8% del total de activos, y a finales de junio alcanzaba un valor de 142.000 millones de euros, un 10% más que un año antes. Casi un tercio (41.000 millones) corresponde a España.
Las regiones donde el margen de interés sufrió un mayor deterioro en la primera mitad del año fueron Portugal (-19%), Argentina (-34%), Brasil (-9,5%) y México (-7,6%). El resultado de los países de América Latina fue comprometido en mayor medida por la tasa de cambio.
Otra área de negocio en la que el Santander se ve optimista es su unidad europea de consumo -Digital Consumer Bank-, que aún muestra una rentabilidad muy por debajo del total del grupo (7,7% en el primer semestre). "Somos muy constructivos en cuanto a la normalización de los rendimientos en el sector en los próximos trimestres. La bajada de los tipos sin duda contribuirá al aumento de los volúmenes, algo que ya estamos observando", apostilló Cantera.
El reparto de tarjetas en Brasil cae a la mitad
La cúpula directiva del Santander reconoció ante los analistas que el escenario en Brasil, su segundo principal mercado, sigue siendo desafiante debido a una tasa de inflación aún elevada y a una desaceleración económica. Para mitigar el impacto, el grupo está cambiando la composición de la cartera y concediendo créditos con menor exposición al riesgo, apostando por el sector automovilístico y los préstamos nómina. Además, el reparto de tarjetas de crédito se ha reducido a más de la mitad, al pasar de 400.000 a 150.000 al mes, en línea con el proceso de simplificación y de reducción de productos que el banco está llevando a cabo.