Banca y finanzas

La venta de TSB Bank no altera la estrategia de Torres a largo plazo

Carlos Torres, presidente de BBVA
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La venta de la filial británica TSB es otra carta más que Banco Sabadell se está jugando en su estrategia defensiva contra la opa lanzada por BBVA. Tras acordar al Santander la cesión de este negocio, el vallesano elevó su caramelo al accionista en 2.500 millones de euros, casi triplicando la cantidad comprometida en los próximos 12 meses, que pasó de 1.300 a 3.800 millones. La entidad presidida por Josep Oliu recalcó esta semana que esta operación es independiente a la opa a la que está sujeto, aunque reconoció que, al aumentar el valor del banco catalán, encarece la transacción y es posible que haga la transacción más difícil. Esta jugada inesperada presiona al vasco para que suba su precio, pero no altera la estrategia de Carlos Torres a largo plazo si acaba absorbiendo al Sabadell. Con los números sobre la mesa, la filial británica no habría sido un activo determinante en la entidad resultante y varias fuentes financieras descuentan que el nuevo grupo habría acabado deshaciéndose igualmente de TSB.

Una de las razones por las que BBVA se lanzó al ataque del Sabadell hace casi 14 meses es ganar cuota en España ante la fuerte dependencia de los mercados mexicano y turco, donde la depreciación tanto del peso como de la lira, respectivamente, ha pasado factura a los resultados locales del grupo.

A pesar de tener su sede a este lado del Atlántico, el banco cosecha casi el 50% del beneficio en México, según datos del primer trimestre. En el país norteamericano, el resultado de la entidad se redujo un 7,6% a lo largo de este período, debido a la devaluación del peso mexicano, que disminuyó su valor casi un 19% frente al año anterior.

Turquía, el tercer mayor mercado del banco, representó un 7% del beneficio total entre enero y marzo y, al igual que en México, el fuerte desplome de la moneda local, casi un 15% en un año, supuso un frenazo al crecimiento del negocio en el país.

Con la adquisición del Sabadell, España pasaría a representar el 45% del resultado del grupo frente al 38% actual. Un incremento que previsiblemente tendría el plácet por parte de los accionistas, al reducir la exposición a economías en desarrollo y que se enfrentan a un mayor riesgo de inversión económica. Ante el interés de BBVA por elevar su cuota de mercado en España, intentando recortar distancia con sus históricos competidores Santander y CaixaBank, la filial británica del vallesano no sería una pieza que encajara en su puzle en este sentido.

Reino Unido es un país que económicamente ofrece un marco más estable que México y Turquía, pero la compra del negocio hipotecario de TSB no le generaría al grupo vasco un valor de franquicia, según señalan fuentes financieras. La filial del vallesano cuenta con apenas un 2% de cuota de hipotecas en el país, muy por detrás de sus competidores locales: Lloyds es líder con casi un 19%, pero también Nationwide, NatWest, Barclays y Santander UK están todos por encima.

Además, estas fuentes señalan que el Reino Unido es un mercado menos fidelizado comparado con el español. "Allí, el mercado es más competitivo. La hipoteca se genera a través de brokers y cuando el tipo de interés ya no te vale, te vas a otro banco. Es decir, atraes la hipoteca porque ofreces un buen precio. No es un negocio en el que BBVA quiera estar", indican.

Un tercer motivo por el que TSB sería un bocado poco apetecible para el grupo presidido por Torres es su pequeño tamaño. Según las cifras del primer trimestre, en términos de beneficio TSB representaría apenas un 3% de la nueva entidad resultante. Aunque el vallesano estima que el resultado de TSB crezca un 15% este ejercicio frente al anterior, el negocio británico sería un microorganismo dentro de BBVA, mucho más centrado en los mercados mexicano, español y turco.

Es verdad que la entidad vasca está ampliando sus tentáculos en Europa. Sin embargo, su estrategia de expansión está enfocada en la banca digital, como demuestran los casos de Italia y de Alemania. En el país transalpino, BBVA tiene alrededor de 600.000 clientes, tres años después de entrar en el mercado local de banca minorista. En Alemania, lanzó hace dos semanas un banco 100% digital con una cuenta remunerada al 3% durante los primeros 12 meses y una tarjeta de débito con un sistema de cashback del 3%. Por tanto, un negocio de hipotecas al otro lado del Canal de la Mancha se desviaría del camino que ha recorrido hasta ahora en el Viejo Continente.

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