
El esfuerzo de 10.000 millones de euros adicional para inversión en defensa que proyecta el Gobierno tiene encaje en el presupuesto, pero tendrá impacto en deuda y déficit en los próximos años y exigirá el consiguiente esfuerzo subiendo ingresos o bajando gastos. "Si la pregunta es, ¿el gasto en defensa va a tener impacto en déficit y deuda? La respuesta es sí. ¿Por qué cuantía? Por todo, por los 10.000 millones que, de momento, se van a invertir", elaboró la presidenta de la AIReF, Cristina Herreno.
Herrero recordó que el Gobierno ha estimado que "el impacto va a ser cero", aun con los presupuestos prorrogados, gracias al ejercicio de traspasar unas partidas a otras durante su intervención en unas jornadas organizadas por la Asociación de Periodistas de Información Económica (Apie) en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) con el patrocinio de BBVA.
El Ejecutivo ha estimado, de hecho, en el plan fiscal estructural que el crecimiento pasará del 3, 7 al 4,1% por imputar precisamente dicho gasto militar. "La reordenación presupuestaria, que a nivel presupuestario puede ser, pero de cara a las previsiones 10.000 millones más son 10.000 millones más de déficit y deuda por mucha reestructuración que se haga", zanjó.
Para encarar la dotación estimó imprescindible realizar un esfuerzo: "o se suben los ingresos o se baja otro gasto", agregó, asumiendo la dificultad de discriminar qué impacto será a corto y medio plazo.
De los 10.000 millones, una cifra superior a 4.000 millones es gasto financiero que no se decidirá ahora porque corresponde con inversiones. De la partida restante de 6.000 millones alrededor de 2.000 millones es gasto corriente, que admitió que se puede ejecutar "este año o el año que viene".
En la partida de inversión detalló que su cómputo puede diferirse en el tiempo a ser proyectos a largo plazo como puede ser construir una fragata o un submarino. "Aquí el déficit es cuando entra, cuando se recibe el avión o el submarino", ilustró.