Los productos de renta fija como las cuentas remuneradas, los depósitos a plazo fijo, las letras del Tesoro o los bonos del Estado han vivido casi dos años dorados entre 2022 y 2024, periodo en el que alcanzaron rentabilidades estratosféricas. La causa de este incremento de los beneficios de esos instrumentos estaba en el aumento de los tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE) ante el deterioro económico del Viejo Continente, que se mantuvieron altos mientras la inflación estuvo disparada. En algunos casos se pudo llegar a obtener hasta el 5% anual durante ese periodo, una cifra extraordinaria si se tiene en cuenta que estaba asegurada y no suponía casi ningún riesgo para el capital empleado.
Sin embargo, esa época dorada de la renta fija ha quedado atrás después de que el BCE haya rebajado sus tipos de interés nada menos que ocho veces entre junio de 2024 y el mismo mes de 2025, algo que ha provocado que todos los productos mencionados en el primer párrafo hayan reducido enormemente su rentabilidad, llegando en algunos casos a caer por debajo del 2% anual.
Ante esta situación, muchos ahorradores se plantean qué hacer a continuación con su dinero, una cuestión especialmente delicada para los perfiles más conservadores que quieren obtener rentabilidad con su capital sin ponerlo en riesgo. Las alternativas no son muchas, porque no hay nada más seguro que la renta fija, pero existen varias soluciones interesantes de renta variable de bajo riesgo que pueden colmar las exigencias de estos usuarios. Una de las más interesantes es invertir en dividendos mediante ETF.
Depósito mín
Sin depósito mínimo
Instrumentos Ofrecidos
+3600
Retirar fondos
1 - 3 días
Promoción hasta el 30/06
Regulado y registrado por CySEC, adheridos a las normas regulatorias de la SEC
Ventajas:
Las inversiones en valores y otros instrumentos financieros siempre están asociadas con el riesgo de pérdida de capital.
La estrategia de invertir en dividendos consiste en comprar acciones de empresas que reparten regularmente beneficios entre sus accionistas para mantener los títulos en cartera y recibir periódicamente ese dinero. Es decir, se trata de conseguir rentabilidad sin especular con su valor, que es el método más habitual en el mercado bursátil.
La estrategia de invertir en dividendos es muy interesante, pero conlleva ciertos riesgos: los repartos no son estables, las empresas a las que pertenecen los títulos pueden cambiar la cifra de ejercicio en ejercicio en función de su desempeño, e incluso eliminarlos por completo si la política de la compañía en este sentido cambia. Por lo tanto, la rentabilidad no está asegurada y el inversor debe permanecer muy atento para, en el caso de que los dividendos ya no le interesen, vender esos títulos y hacerse con otros que puedan ofrecerle mejores beneficios.
Por otro lado está el valor cambiante de las acciones. Aunque con la estrategia de invertir en dividendos el usuario no esté tan atento al precio de los títulos, tampoco puede perderlo de vista, puesto que se trata del capital que ha invertido. Y ese capital está expuesto a que cualquier acontecimiento adverso desplome el valor de las acciones y el usuario lo pierda parcial o totalmente.
Esos riesgos, sin embargo, se pueden paliar significativamente si el usuario invierte en dividendos a través de ETF en lugar de comprar acciones directamente. Para empezar, los fondos cotizados están gestionados por profesionales del sector financiero cuya tarea es garantizar tanto el valor del producto como la estabilidad de los dividendos que reparten, por lo que investigan constantemente el mercado, siguen los acontecimientos y las informaciones que difunden las empresas y compran y venden acciones, cambiando la composición del ETF si fuese necesario, para asegurar ese objetivo. De esta forma, si una compañía corre el riesgo de perder valor, o va a reducir su reparto de dividendos, pueden deshacerse de esos títulos para adquirir otros que mantengan o aumenten la rentabilidad del fondo. Así, el usuario obtiene mayo seguridad para su capital y, además, la gestión es mucho más cómoda.
Por otra parte, los ETF de dividendos, como la mayoría de los fondos cotizados, están compuestos por multitud de acciones de distintas empresas, por lo que al adquirirlos el usuario está diversificando muchísimo su posición en el mercado con una sola compra, lo que reduce el riesgo. Ya que si uno de esos títulos pierde valor, el mantenimiento o subida de los demás lo compensará y el precio global del ETF no se verá tan resentido.
Los ETF de dividendos están formados por acciones de diversas compañías que reparten beneficios entre sus accionistas de forma regular, ya sea anual, semestral, trimestral o mensualmente. Estos fondos cotizados suelen ser temáticos o estar especializados en algún área concreta: súper dividendos (organizaciones con repartos generosos), grandes empresas mundiales, compañías de determinados sectores, regiones o países, etc.
Los administradores del fondo cotizado, la sociedad gestora que lo creó, se encargan de comprar y vender las acciones que lo componen para asegurar que su valor no caiga y que la cifra de dividendos se mantiene más o menos estable. Asimismo, se ocupan de cobrar estos últimos en cada reparto y distribuirlos entre los inversores del ETF.
Cada ETF de dividendos establece la periodicidad de su reparto, aunque lo normal es que sea trimestral. De esta forma, los administradores van acumulando todo el dinero que recaudan de las acciones, o lo mueven para tratar de incrementar el valor global del fondo cotizado, hasta la fecha de pago, cuando lo entregan a los usuarios.
De esta forma, invertir en dividendos mediante ETF puede ser una buena alternativa a los productos de renta fija porque, como éstos, ofrecen beneficios de forma regular y sin complicaciones ni necesidad de tener profundos conocimientos de los mercados financieros. Asimismo, son más seguros que otros activos como las acciones o las criptomonedas, aunque el usuario debe tener en cuenta que sí conllevan más riesgos que las cuentas remuneradas o los bonos del Estado, y que con los fondos cotizados ni el capital propio ni la rentabilidad están asegurados.
Además de todo esto, hay que tener en cuenta que los profesionales de la inversión están apostando cada vez más por los ETF de invertir en dividendos como alternativa a la renta fija, algo que puede ser un buen indicador de que el mercado se mueve en esta dirección. Por ejemplo, el bróker de activos financieros Freedom24 ha acometido una gran ampliación de su oferta de ETF añadiendo algo más de 1.500 nuevos, hasta alcanzar unos 3.600 disponibles, entre los que han incorporado una gran cantidad de ETF de dividendos.
Además de los ETF de dividendos, Freedom24 ha ampliado la oferta de otros fondos cotizados de bajo riesgo, como los de bonos del Estado y corporativos a corto plazo o los especializados en el S&P 500, con el objetivo precisamente de dar una respuesta a los ahorradores que busquen alternativas a la renta fija con distintas opciones.
Depósito mín
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Regulado y registrado por CySEC, adheridos a las normas regulatorias de la SEC
Ventajas:
Las inversiones en valores y otros instrumentos financieros siempre están asociadas con el riesgo de pérdida de capital.
La información contenida en este artículo es de carácter informativo y no constituye una recomendación de inversión ni asesoramiento financiero. Toda inversión conlleva riesgos, incluida la pérdida total del capital. Antes de tomar decisiones financieras, se recomienda consultar con un asesor autorizado.