Bruselas
La Comisión Europea ha planteado este martes una reforma de la normativa bancaria que, por un lado, relaje los requisitos que deben cumplir las entidades para conceder préstamos y, por otro, que permita impulsar las titulaciones de activos financieros, los paquetes de préstamos e hipotecas que se venden a inversores.
Bruselas ha adoptado un paquete de titulización bancaria este martes con el que pretende preservar la estabilidad financiera en la UE e impulsar la inversión. Propone así un marco más simple y fuerte con el que sea posible eliminar las barreras a la inversión y diversificar el riesgo de los balances de las entidades, para que puedan conceder más préstamos a los hogares.
La reforma planteada por Bruselas propone reducir los requisitos de capital de la banca por su exposición a las titulaciones de menor riesgo, aliviar los controles que deben hacer los inversores y recortar las exigencias de información. Es decir, se trata de relajar el umbral de capital que deben mantener los bancos para sus operaciones de titulación.
Además, la Comisión establece requisitos para las partes implicadas en las operaciones de titulización con la vista puesta en reducir los elevados costes operativos de emisores e inversores en las titulaciones.
Se trata del primer paso para caminar hacia la Unión de Ahorro e Inversiones, la forma en el que el exprimer ministro italiano, Enrico Letta, ha llamado a la Unión de Mercados de Capitales, imprescindible para impulsar la competitividad del bloque comunitario.
La titulación se refiere al conjunto de préstamos e hipotecas en manos de bancos e instituciones financieras, que luego se empaquetan en nuevos productos que los inversores pueden comprar. Permite a los bancos liberar capital para nuevos préstamos a hogares y empresas, al tiempo que posibilita un reparto más amplio del riesgo de crédito más allá del sistema bancario.
Se considera que han sido uno de los principales causantes de la crisis económica de 2007, cuando en EEUU el impago de hipotecas basura en Estados Unidos, calificadas de bajo riesgo, llevó a los inversores a vender y provocó el pánico en el mercado. Tras esta situación, la regulación bancaria sobre productos financieros se endureció.