
Microbank, la filial de microcréditos de Caixabank, se pone como objetivo este 2025 volver a rebasar los 2.000 millones en nuevas operaciones de financiación. La entidad, que cuenta con el apoyo del Fondo Europeo de Inversiones (FEI) como garantía, representa el 65% de este tipo de préstamos en España y ya lanza nuevas líneas tanto para empresas como para familias con tal de superar las cifras registradas el pasado ejercicio 2024.
La directora general de Microbank, Cristina González, explica a elEconomista.es en una conversación celebrada en el marco del Día Europeo de las Microfinanzas, un evento organizado por la European Microfinance Network, que las previsiones para esta campaña son "repetir tranquilamente los 2.000 millones de euros de nueva producción y superarlos ligeramente". Tras un 2024 con un aumento del 49% de la financiación concedida, para este año se esperan "crecimientos mucho más moderados".
Para ello, la entidad cuenta con el soporte del FEI, que le otorga la mayor parte de las garantías para lanzar esta financiación, destinada a empresas y personas que normalmente no pueden acceder a las entidades de crédito tradicionales. Al tratarse de un público de más riesgo, el fondo público ayuda a los bancos que se dirigen a este tipo de públicos. En enero, la empresa y la institución ya firmaron un acuerdo de garantía de 450 millones de euros para financiar proyectos por valor de 750 millones de euros. Sin embargo, la dirigente explica que en junio se materializará otro paquete de garantías para acelerar en la concesión de préstamos.
"Ampliamos el paquete de garantías para cubrir la parte de microempresas con un programa que se llama SME Competitiveness", explica. Además, Microbank firmará por primera vez otro esquema de garantías para inversiones en sostenibilidad. Y es que a comienzos de año la entidad lanzó una nueva línea relacionada con la sostenibilidad para "apoyar sectores que necesiten abordar la transición energética". "Ofrecemos préstamos con buenas condiciones, también con garantías, para fomentar la eficiencia hídrica, la apuesta por cultivos resistentes, la renovación de maquinaria y este tipo de gastos para el sector agrícola español", ejemplifica.
Ahora, además, la entidad trabaja para extender este tipo de microcréditos a personas físicas para facilitar que compren un coche eléctrico o que realicen reformas en sus casas para mejorar la eficiencia energética de los hogares.
La entidad tiene a las pequeñas y medianas empresas como prioridad, pero el crédito a familias vulnerables supone más del 60% de la financiación otorgada. Y a pesar del mayor riesgo que pueden suponer este tipo de operaciones, González sostiene que la morosidad es apenas de alrededor del 3%. En el caso de las pymes, sí que es más alta y es aquí cuando entra en juego el papel clave del FEI.
En una ponencia previa a la entrevista, la directiva exponía que el producto más comercializado eran microcréditos de hasta 50.000 euros sin garantías adicionales con una duración de seis años y 12 meses de carencia.
La salud del sector de los microcréditos
España tiene un ecosistema particular en la industria de los microcréditos frente al resto de Europa. Microbank aglutina el 65% de la financiación y tras él apenas hay bancos –Kutxabank es uno de ellos-. El resto está organizado a través de fundaciones e instituciones de acompañamiento, como puede ser Autoocupació.
A pesar del incremento de este tipo de financiación, Georgios Papadakis, director general de la European Microfinance Network, advierte del importante papel del FEI a la hora de sostener el ecosistema con sus programas de garantías. "Los mensajes que nos llegan de la Comisión Europa no son muy optimistas, con este incremento del gasto en defensa. La economía social, desafortunadamente, es la primera víctima", lamenta.
Sin el apoyo del fondo, el reto es lograr que más actores privados apuesten por este tipo de financiación, más arriesgada a los ojos de muchas entidades, pero con unos intereses más altos, que pueden rondar el 9%, según explica el dirigente a este medio.