
Mapfre ve el negocio del reaseguro como una oportunidad de crecimiento. Este ramo ha pasado de representar un 20% de los beneficios en 2018 a estar ya más cercanos a índices del 30% en apenas seis años.
En total, la reaseguradora de Mapfre ganó el año pasado 325,3 millones de euros. Esto, sin tener en cuenta los gastos de holding y otros (beneficios brutos) supone un 27,8% de los 1.172 millones que Mapfre ganó en 2024 precisamente sin esos costes. Si se echa a 2018, el resultado de Mapfre RE fue de menos de la mitad, con un total de 168,7 millones.

Aunque no siempre el beneficio es el mejor indicador para este negocio debido a sus alteraciones por la climatología. Si en lugar de este dato se observan los ingresos por primas brutos, estos han crecido casi un 70% en el mismo periodo comparado anteriormente. De 4.960 millones, la facturación ha pasado a 8.381 millones, lo que también ha hecho que de representar el 20% de los ingresos de Mapfre, en 2024 fueran ya el 26,2%. Resalta, como es evidente, los malos años de 2019 –con un ratio combinado disparado por varios eventos climatológicos– como en 2020 por la pandemia, pero desde entonces el progreso ha sido notable.
Bankia, el punto de inflexión
El golpe de timón desde Mapfre llegó con el fin de la relación de la aseguradora con Bankia. Cuando la entidad fue absorbida por CaixaBank, Mapfre se quedó sin su mayor pacto de bancaseguros, y a cambio recibió una indemnización de 650 millones, de la cual sacó 250 millones para reinvertirla en una ampliación de capital del reaseguro.
A partir de ahí, la estrategia empresarial ha hecho el resto, con un modelo que opera ya en más de 100 países a través de 18 oficinas, explica Javier San Basilio, director general de Mapfre RE. El directivo pone en valor especialmente las "relaciones a largo plazo con los clientes", ya que afirman haber "priorizado la estabilidad de la cartera a movimientos oportunistas". Además de esto, las fuentes consultadas también apuntan a una etapa de lo que se conoce como mercado duro: que conlleva una restricción de la oferta y una subida en las tarifas y, por ende, mayores ingresos. Ahora parece que la tendencia es la contraria, y el mercado gira hacia un entorno blando, con más oferta y unas primas menores.
Ante este contexto, San Basilio explica que el apetito de la cartera reaseguradora pasa por dos puntos: Estados Unidos y el ramo de vida. La cifra de negocio norteamericano se ha duplicado en los últimos años y desde la compañía afirman que es un mercado atractivo al poder trasladar precios si ha habido un año con mucha siniestralidad. Y es que es uno de los mercados donde más riesgo climático existe y donde a Mapfre le gustaría ganar presencia.
A su vez, China es otra de las prioridades para el reaseguro, que además este verano ya va a cumplir un año desde la aprobación del regulador chino para la apertura de su sucursal, tal y como explicó José Manuel Inchausti, vicepresidente de Mapfre, ante los analistas. Asimismo, otro de los puntos por donde pasa el crecimiento es en el negocio de vida. "Aún no estamos presentes con la misma representatividad que en no vida, y es uno de nuestros objetivos prioritarios", aclaró San Basilio.
Este año de momento ha comenzado por debajo de lo esperado por los costes de los incendios de California –que supusieron un coste de 85 millones–, pero la compañía es positiva con el futuro en el reaseguro "a pesar de las tensiones".