
Abanca obtuvo un beneficio neto de 220 millones de euros entre enero y marzo, cifra que supone un aumento del 38,9% interanual y le permitió situar en el 15,2% la rentabilidad calculada sobre patrimonio tangible (RoTE).
En el último año ha captado más de 141.000 clientes, de los que más de 36.000 son altas del primer trimestre, cifra que implica un aumento interanual del 23% y un 70% tienen lugar en "áreas distintas a la zona de origen" de Abanca, subrayó la entidad. Su filial de financiación al consumo agregó otros 108.000 clientes en el ejercicio y ya supera los 900.000, detalló.
El buen pulso comercial se tradujo en un aumento del 14,8% en el volumen de negocio, hasta 129.680 millones. Por tipo de actividad, la cartera crediticia mostró una progresión del 11,4% interanual después de disparar la nueva concesión un 52,9% en España y tras multiplicar por cinco en Portugal (triplicó la concesión en empresas en el mercado luso y creció un 7,9% en hipotecas).
El volumen de recursos totales de clientes subió un 17%, hasta 79.659 millones, con expansiones del 17% en los depósitos minoristas y del 16,9% en los recursos gestionados fuera de balance a través de productos como fondos de inversión y seguros.
Una evolución que se tradujo en alzas en todos los márgenes de la cuenta: el resultado financiero se incrementó un 7,8% y el básico amplió la expansión al 10,1% gracias a que la contribución por comisiones registró avances a su vez del 22%. El margen bruto mejoró un 27,2% y ascendió a 536,5 millones.
En cuanto a la calidad y fortaleza del balance, el banco mantuvo la morosidad limitada al 2,6% y el capital de máxima calidad CET1 se situó en el 13,2%. Su cobertura de dudosos roza el 79% tras haber aumentado en un 59,3% la partida de provisiones y deterioros pese al control de la morosidad.