Banca y finanzas

Los compromisos de BBVA ante la CNMC de mantener todo el crédito dejan fuera al 95% de las pymes de Sabadell

  • El banco vasco asegura el circulante a todas las pymes del vallesano durante tres años, ampliable a cinco
  • La garantía sobre toda la financiación se limita, en cambio, a las compañías que solo trabajen con ambos bancos

Los compromisos presentados por BBVA ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) de mantener el crédito cubrirían a solo un 5% de las pymes clientes de Banco Sabadell y al 99% del crédito que tienen concedido. La protección se limitaría además al 1 por 1.000 o 0,01% en términos de garantías de mantenimiento de los precios y las condiciones financieras, según fuentes conocedoras de la transacción.

La razón de un perímetro tan exiguo responde a que el organismo de Competencia, que acaba de abrir un test de mercado para evaluar la eficiencia de las protecciones, solo ha tomado en consideración a aquellas pymes cuyo crédito depende en su totalidad de BBVA y Sabadell, pese a que son empresas que trabajan de media con 3-5 entidades financieras. Quedarían fuera las pymes con facturaciones superiores a los 50 millones de euros y los autónomos. La protección cubre el 1% de la financiación concedida a estas compañías, al ser las protegidas las de menor dimensión.

BBVA se compromete en los compromisos negociados con la CNMC a mantener las líneas de circulante a todos los clientes pymes de Sabadell durante tres años y dejan además la puerta abierta a que la CNMC añada dos años extra si lo considerase necesario, llegado el caso.

Entre la batería de compromisos garantiza además que mantendrá también los volúmenes de crédito totales a pymes que trabajen con ambos bancos o con alguno de ellos, buscando con ambas medidas resolver el riesgo de pérdida de financiación denunciado por la entidad vallesana y numerosas organizaciones profesionales y empresariales. Sería en esta medida donde el perímetro de compañías beneficiadas se restringe. Según datos del informe FRS Inmark recogido por EFE, la cuota de penetración de pymes cuya financiación depende exclusivamente de ambas entidades es del 0,9% y alcanza el 4,4% si se incluye la que opera con uno de ambos bancos.

Según las mismas fuentes, las garantías aplicarían a solo el 1,4% de los códigos postales del país y que corresponden con los municipios más diminutos y en el caso del mantenimiento de la financiación cubren únicamente el circulante de Sabadell -financiación a un año-, que supone apenas un 25% de su financiación a pymes, sin que se protejan las líneas que tienen otorgadas esas compañías directamente BBVA.

El organismo presidido por Cani Fernández ha cursado el test de mercado entre 40 entidades y organizaciones: 22 entidades financieras y fintech, rivales de ambos bancos y con interés en crecer a costa de la desaparición de la entidad vallesana; y apenas 18 organizaciones empresariales. El examen incluye a Banco Sabadell, que durante la fase de alegaciones pidió a Competencia que utilizase la metodología vigente en Europa, susceptible de imponer desinversiones a BBVA, y denunció que los compromisos de comportamiento que se estaban analizando no resolverían los problemas ante la imposibilidad de verificar su cumplimiento y su aplicación temporal.

La CNMC ha dejado fuera de la consulta a la mayoría de los 79 interesados que solicitaron personarse en el proceso para ser escuchados, incluidas las autoridades de competencia de Cataluña y Andalucía, los sindicatos UGT y CCOO u organizaciones empresariales como la patronal catalana Foment del Treball, la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG); su gemela regional de Pontevedra o la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA). Tampoco ha enviado el test a la Cámara de Barcelona, las Empresas familiares de Alicante o el Colegio de Economistas de Barcelona.

Sí habrían recibido el cuestionario, en cambio, la patronal de pymes catalana Pimec; la Confederación Nacional de Pymes (Conpymes), Cepyme y la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA). Disponen de diez días hábiles para remitir las respuestas y el organismo confía en disponer de su resolución aún durante el actual mes de abril.

La Dirección de Competencia tiene que elevar su informe al Consejo de la CNMC para su aprobación y solo será firme tras pasar por el Ministerio de Economía, que dispone de 15 días para decidir si lo lleva al Consejo de Ministros para ajustar los remedies. Aunque se esperaba que la ventana de adhesión a la opa se abriese antes del verano, los plazos pueden ir justo, sobre todo si el Gobierno advierte riesgos distintos a los de Competencia y abre su análisis.

El calendario podría irse tras el verano si BBVA optase por no lanzar la operación en pleno paréntesis vacacional -la ley permite abrir la ventana de adhesión a las opas entre 15 y 70 días, con la posibilidad de aumentar el precio en los últimos días-.

La extensión de calendario ha corrido en contra de la oferta de BBVA por las expectativas del mercado sobre las entidades y el mecanismo para ajustar la entrega de dividendos. El banco vasco ofreció en origen un título propio por cada 4,83 de Sabadell, con una prima del 30% sobre su cotización la víspera de conocerse la operación. Hoy el canje es de 5,3456 títulos del vallesano por uno de BBVA más una contraprestación de 0,70 euros tras ajustar los dividendos pagados por ambos.

El canje se ha comido la prima

Un efecto del cambio es que se diluye la propiedad del Sabadell. Sus accionistas tendrían hoy un 14,85% del banco final si todos aceptasen la oferta frente al 16,18% original, y su peso aún se diluirá al 13,9% cuando el vallesano complete los programas de recompras de acciones aprobados en junta por 1.002 millones de euros.

El retraso de la oferta ha permitido a los accionistas del vallesano ingresar un dividendo de 0,204 céntimos de euros por título con cargo a los resultados de 2024, superior a los 0,133 que les habría correspondido por el cupón de BBVA (0,70 entre los 5,3456 títulos de Sabadell del canje propuesto).

Las fuentes consultadas sostienen que el canje ha perdido todo el atractivo porque se ha comido la prima y BBVA tendría que mejorar su oferta un 25% solamente para que refleje el valor contable del Sabadell, sin incluir en dicho incremento además la potencial prima de adquisición.

El consenso de mercado otorga a Sabadell un precio medio objetivo de alrededor de 2,7 euros frente a los menos de 2 euros de hace un año, cuando BBVA lanzó la opa. Su cotización cerró ayer en 2,257 euros, superior a los 2,154 que otorgaba el canje de la oferta.

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