Madrid
El mayor asesor de gobierno corporativo de los grandes fondos internacionales, ISS, ha dado su respaldo a la nueva política de remuneración de Banco Santander, que se votará en la próxima junta de acciones prevista para el 4 de abril de forma exclusivamente telemática. Sin embargo, el proxy advisor ha puesto el acento sobre algunos aspectos de los sueldos de los altos ejecutivos de la entidad financiera.
El año pasado, más de un cuarto de la junta se pronunció en contra de la política retributiva del banco, que organizó una serie de reuniones con inversores y asesores de voto para profundizar en este descontento. Después de estas rondas de conversaciones, Santander cambió su metodología de cálculo para los sueldos e incrementó la parte de la retribución relacionada con la evolución de la cotización en bolsa.
"La empresa ha demostrado capacidad de respuesta al descontento de los accionistas, proponiendo mejoras en la política de remuneración y manteniendo las oportunidades de remuneración sin cambios para 2025", ha argumentado ISS en su informe.
No obstante, el asesor considera que el nuevo método no mitiga del todo los riesgos existentes sobre una divergencia entre los pagos y sus resultados bursátiles.
En 2024, la presidenta del banco, Ana Botín, ganó 13,77 millones y el consejero delegado, Héctor Grisi, 8,31 millones, lo que supone un 13% y un 22% más que en 2023, respectivamente.
ISS recomienda votar a favor de todos los otros puntos del orden del día de la junta, incluyendo la reelección de Botín y de Grisi en sus respectivos cargos.
El asesor también expresa su preocupación sobre la elevada remuneración de algunos consejeros no ejecutivos, como José Antonio Álvarez, exconsejero delegado del banco.
