
Mutua Madrileña ha publicado la orden del día de su próxima junta general de mutualistas –ya que no tiene accionistas– el próximo 11 de abril, en la que propondrá al consejo renovar el mandato de su presidente, Ignacio Garralda.
El directivo llegó al consejo de administración de la compañía en 2002, y tres años más tarde ya se hizo con la vicepresidencia segunda. Otros tres años después, en 2008, pasó a ocupar la presidencia del grupo siendo reelegido hasta en cinco ocasiones: 2012, 2013, 2015, 2019 y 2022. Terminará su próxima presidencia con 77 años, sin conocerse por el momento un plan de sucesión, a pesar de que las funciones de la comisión de nombramientos así lo contempla. También se renovarán los mandatos de Jaime Lamo de Espinosa Michels de Champourcin y de Luis Rodríguez Durón como vocales del consejo.
Además se publicó el informe de gobierno corporativo de Mutua Madrileña, en el que se conocieron las remuneraciones de los consejeros. En total, los once directivos entre presidente, vicepresidente y vocales ganaron 3,173 millones de euros en 2024, un 4,9% más que el año anterior. Por su parte, Ignacio Garralda vio su salario incrementado un 7,18%, pasando de ganar 1,92 millones de euros a 2,06 millones.
Los cambios de Mutua
Este será, por tanto, el sexto mandato consecutivo de Garralda al frente de una compañía que no se parece en nada a la Mutua Madrileña de hace 17 años, cuando llegó al puesto más alto de la aseguradora.
En ese momento, Mutua hacía honor a su apellido, y concentraba la mayoría de su negocio en la capital con los seguros de autos –hasta un 77% provenía de esta región–. Hoy en día ese porcentaje apenas es el 15% de la facturación total en autos, lo que hace de Mutua Madrileña una aseguradora completamente diversificada en ramos y también en canales, a pesar de que su esencia es el canal directo.
También desde su llegada se han llevado a cabo dos de las alianzas más relevantes y que sin ellas no se comprende la realidad del Grupo Mutua actual. La primera es la de CaixaBank, con la compra del 50% de Adeslas en 2011, que ha impulsado a la Mutua a ser la mayor compañía en seguros de no vida por séptimo año consecutivo y la tercera si se cuentan los seguros de vida. Todo ello impulsado por la absorción de Bankia por parte del banco catalán, que provocó un impulso en la venta de seguros y además arrebatándoselos a uno de sus principales competidores: Mapfre.
La segunda alianza más sonada, y que en apenas dos ejercicios ya tiene un beneficio de 70 millones es la de El Corte Inglés. Se compone de una aseguradora, una agencia de suscripción (Cess) y una agencia de valores, la cual está arrancando aún –registra pérdidas de casi 1 millón de euros–.
También ha iniciado los caminos de los negocios de movilidad y la internacionalización de Mutua, con presencia en Latam con el pacto con Bci en Chile y con la adquisición del 45% de Seguros de Estado en Colombia.