Banca y finanzas

González-Bueno cobró 3,31 millones en Sabadell tras recibir su primer bonus y Oliu 1,93 millones

El consejero delegado de Sabadell, César González-Bueno, percibió 3,31 millones de euros el pasado año del banco y Josep Oliu 1,93 millones como presidente no ejecutivo. Ambas cifras superan los 1,79 y 1,7 millones cobrados, respectivamente, por ambos directivos un año antes, si bien las cifras no resultan comparables de acuerdo al informe de remuneraciones remitido por la entidad catalana este lunes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

La mejora retributiva de González-Bueno se explica en que por vez primera desde que fichó por Sabadell en 2020 percibió retribución variable, es decir, el bonus plurianual generado en ejercicios previos y que se devenga de forma diferida. Esa percepción más la propia revalorización bursátil experimentada por la cotización permitió al banquero beneficiarse de más de un millón de euros en títulos de la entidad.

El banquero destinó parte de su sueldo a su plan de pensiones, pero en 300.000 euros, cuantía que resulta también inferior a los 600.000 canalizados a tal fin durante el año 2023 y que explican también parte del aumento retributivo durante el pasado ejercicio.

Aunque el aumento tienen lugar en plena opa de BBVA, los ingresos percibidos por la cúpula de Sabadell se aplican según la política retributiva aprobada por el banco en junta en el año 2023.

Oliu ingresó del banco un total de 1,93 millones en 2024, cifra que también supone un aumento del 13,53% en comparación con los 1,70 millones obtenidos el año previo, y que se explica en la mayor asignación del consejo aprobada el año pasado. Además recibió también pagos variables a corto y otro a largo devengados cuando tenía funciones ejecutivas y que, al materializarse con la entrega de acciones, incluye la revalorización cosechada por el banco en bolsa.

El consejo de administración de la entidad vallesana percibió una retribución ordinaria total de 9,17 millones el pasado ejercicio.

González-Bueno tiene en contrato una cláusula de no competencia post-contractual de dos anualidades de retribución fija en la que se computará la parte de aportación anual a planes de previsión social que no tienen la consideración de beneficios discrecionales de pensiones. La duración sería de dos años en caso de cese por decisión de la entidad, sin que responda a un incumplimiento de sus funciones o cambio de control.

Dicha cláusula de no competencia operaría en España, Reino Unido y México, donde se concentra la actividad principal de Sabadell. Por su parte, el contrato del consejero CRO contiene una cláusula de no competencia de dos años y que aplicaría como máximo hasta la primera fecha de jubilación ordinaria, por un importe de dos anualidades de la retribución fija.

El banco cuenta además con otros 27 directivos cuyos contratos contienen una cláusula de indemnización de hasta dos anualidades de retribución fija para los supuestos de despido improcedente o algunos casos limitados de cambio de control. Otros 7 directivos tienen una cláusula de no competencia post contractual de dos años, y de una anualidad en otros 4 directivos.

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