Los nuevos máximos en resultados y los macrodividendos tienen una cara menos positiva. Y es que la banca volverá a perder accionistas en 2024 en cifras de varios cientos de miles ante la reacción lógica y natural entre los inversores de deshacer posiciones para cosechar las abultadas plusvalías acumuladas por sus acciones gracias al rally experimentado al calor de sus históricos números. Santander, BBVA y Bankinter, únicos que han divulgado su censo a fecha de diciembre pasado, han visto salir del capital a más de 210.000 inversores durante el último ejercicio.
CaixaBank perdía otros 32.220 entre enero y septiembre -no ha publicado el dato de diciembre-, Unicaja mantiene alrededor de 40.000 inversores y en Sabadell evitan detallar su composición accionarial desde el mes de junio como estrategia en la batalla que libra para repeler la opa hostil. Se trata de una información clave porque su capital se distribuía casi al 50% entre inversores institucionales, que mueven su dinero por razones puramente económicas; y otro tanto en manos de ahorradores minoristas con una fuerte vinculación comercial y emocional con la entidad vallesana que decantarán su decisión tomando en consideración otros imponderables.
El banco presidido por Carlos Torres frena, precisamente, su ajuste accionarial y, aunque ha visto caer un 3,79% su censo en el año o en 28.125 inversores, apenas han salido un 0,50% en el último trimestre. El peor registro en términos relativos corresponde a Bankinter, con un descenso del 7,60% si bien corresponde a apenas 4.654 inversores. En números absolutos es Santander el que capitanea el ranking, con un abandono de 177.243, equivalente al 4,84%.
Se agudiza así la tendencia a la concentración de capital que llevan años encadenando y donde un número cada vez menos de inversores se reparte su propiedad con cuotas de superior dimensión.
Los seis cotizados sumaban casi 5,1 millones de inversores en junio pasado, último trimestre en el que todos destaparon su composición accionarial, y la cifra se irá fácilmente hacia los 4,8 millones cuando la actualicen. Queda muy lejos de los 5,95 millones con que contaban en el año 2020.
Cuando estalló la pandemia, el Banco Central Europeo (BCE) tomó la insólita decisión de prohibir el pago de dividendos para que las entidades reforzasen su capital con los resultados y mantuviesen el flujo de financiación a la economía. Antes de eso, lo habitual era repartir alrededor del 50% de la cuenta en pagos en efectivo y la decisión supervisora alentó después el recurso a las recompras de acciones para mejorar el atractivo inversor de las entidades y compensar unos dividendos en cash que retornaron con pay out inferiores, del 30 y 40%.
Desde 2022 y con la subida de tipos, esa práctica ha ido a más como fórmula para mejorar la remuneración -al amortizar el capital recomprado, sube la cuota accionarial de los inversores y les toca un mayor importe en dividendo ordinario.
Ninguna de las entidades ha recuperado el censo accionarial de 2020 y en conjunto ha visto salir casi un tercio de sus inversores desde entonces. Con los últimos datos que ha publicado cada una, el mayor abandono lo acumula Santander, con una pérdida de 533.680 accionistas o el 13,27% desde los casi 4,2 millones que contabilizaba por entonces. BBVA cedería unos 165.160 (el 18,78%) y CaixaBank unos 169.500 (23,29%) con el cómputo hasta septiembre pasado. La mayor estabilidad la presenta Bankinter, que se deja un 2,9% (1.330) y en Sabadell descendían un 19,5%, con unos 47.700 menos.
La banca voló en Bolsa en 2024
El sector bancario vivió una auténtica fiesta en los mercados el año pasado. La decisión por parte de los bancos centrales de mantener los tipos de interés elevados durante más tiempo brindó a las entidades beneficios nunca vistos y, con este viento de cola, los inversores volvieron a ver a la banca como un sector con gran recorrido.
La entidad financiera que más se revalorizó en Bolsa en 2024 fue Sabadell, con una subida que superó el 68%, siendo entre los valores que más ganaron dentro del Ibex 35. Su rally ya hizo desaparecer la prima que BBVA había prometido cuando lanzó la opa el pasado mayo, que en origen se situaba en un 30%.
Y el banco vallesano arrancó el 2025 con el pie derecho: desde el 1 de enero, su cotización ganó un 27%, mostrando una vez más el mejor comportamiento del sector bancario español. BBVA se anotó una subida del 15% en 2024 -fue el banco que menos ganó en Bolsa en el año-, y desde el comienzo de 2025 se revalorizó un 23%. El año pasado, Unicaja subió un 43%; CaixaBank un 40%; Bankinter un 31% y Santander un 18%.