Las mejores tarjetas con cashback: consigue reembolsos con todas tus compras

Cada vez son más los bancos que ofrecen tarjetas con cashback a sus clientes como estrategia para atraer nuevos usuarios, fidelizar a los que ya tienen o recompensar el cumplimiento de determinadas condiciones. Se trata de un beneficio de lo más interesante para los consumidores, puesto que supone que la entidad le devolverá un porcentaje del importe de cada compra que pague con la tarjeta de débito.

Las tarjetas con cashback son tarjetas de débito convencionales, con las que se pueden hacer todas las operaciones que habitualmente se realizan con este tipo de instrumentos, que tienen como ventaja añadida el citado reembolso. Por lo tanto, son una forma de ahorrar que el usuario puede añadir a otras estrategias de rentabilidad asegurada como los depósitos a plazo fijo o las cuentas remuneradas para sacar el máximo partido a su dinero sin riesgos.

Si estás interesado en saber más sobre las tarjetas con cashback y encontrar una para ti, a continuación te ofrecemos un listado con las mejores del momento y te explicamos con mayor profundidad qué son, cómo funcionan o qué tipos de cashback existen, entre otros aspectos.

Las mejores tarjetas con cashback del momento

¿Qué es el cashback?

Cashback es una palabra inglesa que podemos traducir como "devolución de dinero", y eso es exactamente en lo que consisten las tarjetas con cashback: devuelven dinero a sus titulares por las compras que paguen con ellas. La entidad a la que pertenece el plástico establece el porcentaje de esa devolución, que no suele ser muy elevado y habitualmente se sitúa entre el 1% y el 3%.

Además de no ser porcentajes muy elevados, las entidades suelen establecer límites de reembolso mensuales para sus tarjetas con cashback, es decir, una cifra máxima de dinero que devolverán al cliente, que suele ser de entre 10 y 15 euros, aunque en algunos casos es superior.

En el mercado existen tarjetas con cashback tanto gratuitas como de pago, y siempre son de débito. Las de pago no tienen porqué tener costes en sí, sino que lo habitual es que estén asociadas a una cuenta corriente premium que sí los tiene. Estos plásticos suelen ofrecer porcentajes de reembolso más altos y límites mensuales más amplios.

Hay que tener en cuenta que cada banco tiene sus propias condiciones y requisitos para sus tarjetas con cashback. Así, algunos las ofrecen sin pedir nada a cambio mientras que otros requieren que el cliente cumpla con algunas exigencias para ofrecerle esta bonificación, como domiciliar una nómina en la cuenta corriente a la que esté asociado el plástico. Asimismo, hay entidades que sólo reembolsan determinadas compras, pero no todas las que se hagan con este método de pago.

De esta forma, existen múltiples opciones en el mercado, por lo que es recomendable que el usuario analice bien las diferentes propuestas de los bancos para conseguir la tarjeta con cashback que mejor se adapte a sus condiciones, exigencias y objetivos económicos.

Tipos de tarjetas con cashback

En el mercado bancario existen varios tipos de tarjetas con cashback, desde las que devuelven el porcentaje casi de inmediato a las que no reembolsan dinero, sino que lo guardan para que el usuario lo utilice para un fin concreto, como por ejemplo invertir en activos financieros como las acciones o las criptomonedas. A continuación te explicamos las tipologías más comunes.

Tarjetas con cashback mensual

Son las más comunes. Con cada pago, la entidad va acumulando el reembolso y lo devuelve al finalizar el mes corriente, dentro de los diez primeros días del mes siguiente. Este tipo de tarjetas con cashback suelen tener límites mensuales de 10 o 15 euros.

Tarjetas con cashback casi inmediato

En este caso, el reembolso se produce a los pocos días de haber realizado la compra. Pueden o no tener límites mensuales.

Tarjetas con saveback

En este tipo de instrumentos el cashback es algo diferente, porque la entidad no devuelve el dinero como tal, sino que lo guarda para que el usuario lo utilice para un fin específico, de ahí que se denomine saveback (guardar de nuevo) en lugar de cashback. El ejemplo más claro de este tipo de tarjetas es la de Trade Republic que ofrece una devolución del 1% que sólo se puede utilizar para invertir en alguno de los activos disponibles en la plataforma.

Tarjetas con cashback profesional

Este tipo de tarjetas están asociadas a una cuenta corriente de empresa o de autónomo, y sólo ofrece reembolsos por aquellas compras relacionadas con la actividad profesional del titular o titulares. Aquí los porcentajes y los límites de devoluciones mensuales pueden ser más elevados, pero también es posible que haya que pagar una cuota mensual de mantenimiento.

Aspectos que tener en cuenta al elegir una tarjeta con cashback

Las tarjetas con cashback son tarjetas bancarias normales con la particularidad de que tienen la ventaja adicional de que ofrecen algún tipo de reembolso por las compras que se realicen con ellas. Por eso, además de tener en cuenta el tipo de devolución que lleva a cabo, al investigar el mercado para elegir entre una u otra también hay que tener en cuenta una serie de elementos para asegurar que es el instrumento que mejor se adapta a las necesidades y objetivos financieros del usuario.

A continuación te detallamos las principales características a las que prestar atención al elegir una tarjeta con cashback:

Costes y comisiones: las tarjetas con cashback, o la cuenta corriente a la que estén asociadas, pueden tener diferentes costes, por lo que es necesario revisar bien este aspecto para evitar cobros inesperados en el futuro. Existen productos de este tipo gratuitos, pero en algunos casos tal vez al usuario le interese pagar alguna tarifa o comisión si el instrumento ofrece ventajas adicionales interesantes, como reembolsos más altos o límites de devolución mensual más amplios.

Importe del cashback: los porcentajes de reembolso varían en función del banco y, en general, oscilan entre el 1% y el 3%. Es habitual que los que ofrecen cashback más altos tengan más requisitos o que la tarjeta o la cuenta corriente tenga algún tipo de coste.

Límite mensual de cashback: la mayoría de las tarjetas con cashback tienen un límite máximo de devolución al mes, una cifra que se suele situar en torno a los 15 euros en la mayoría de los casos. Si el usuario llega a ese límite y hace más compras antes de que finalice el mes, estas operaciones no generarán reembolsos, por lo que conviene encontrar una entidad que ofrezca el tope más alto posible.

Tipo de cashback: como hemos visto, hay diferentes tipos de cashback, por lo que el usuario debe encontrar el que mejor se adapte a lo que busca, desde conseguir el reembolso a los pocos días de hacer la compra a utilizar lo devuelto para invertir.

Requisitos: algunas tarjetas con cashback sólo ofrecen reembolsos si su titular cumple con una serie de condiciones, mientras que otras lo hacen sin requisitos. Las primeras, a cambio, suelen ofrecer mejores ventajas. Es importante revisar las exigencias que pone cada banco en este sentido para comprobar, primero, si se puede optar a la devolución, y segundo, si se cumple con las demandas del banco y es posible acceder a bonificaciones más atractivas.

Descuentos exclusivos: algunos bancos tienen acuerdos exclusivos con determinadas marcas con las que ofrecen un cashback extraordinario mucho más elevado, o directamente descuentos al realizar la compra, que en algunos casos incluso puede llegar al 50%.

Finalidad de la tarjeta con cashback: como hemos visto un poco más arriba, hay tarjetas con cashback para particulares y para profesionales. Es importante tener claro la tipología de la que se va a contratar, porque las segundas sólo ofrecen reembolsos por compras relacionadas con la actividad laboral del titular.

Seguridad: otro aspecto importante es revisar las condiciones y opciones de seguridad de las tarjetas con cashback que interesen al usuario, un aspecto fundamental en caso de pérdida o robo del plástico. Hay bancos que ofrecen la posibilidad de bloquear en el acto el instrumento desde su aplicación de banca digital, o algunos de los canales de pago de forma selectiva, como las operaciones en comercios electrónicos o las retiradas de efectivo en cajeros.

Pagos en el extranjero: aunque no es un aspecto fundamental, sí es interesante que la tarjeta con cashback elegida incluya opciones de pagos gratuitos o con costes reducidos en el extranjero, tanto en países que utilicen euros como aquellos en los que se requiera cambio de divisa. De esta forma, el usuario podrá utilizar el plástico para sus desplazamientos sin gastos añadidos y, además, seguir acumulando reembolsos con las compras que haga en sus viajes.