La mutualidad de jueces, fiscales y el resto de empleados de la Administración de Justicia también entra en crisis. Prácticamente la mitad de sus mutualistas, en concreto un 46,35% de los que optan por Mugeju, tendrán que buscar una alternativa para sus servicios sanitarios de cara al 2025: bien pueden confiar en otra entidad aseguradora o pueden elegir el sistema público de salud.
Esto se debe a que tres de las seis aseguradoras que formaban parte del concierto hasta ahora han decidido no acudir al del próximo bienio, hasta 2026. La última en sumarse ha sido la aseguradora más grande de España, Mapfre, que permanecía en esta licitación aunque ya se retiró de Muface (la más grande, que abarca a casi 1,5 millones de personas) en 2008.
Mapfre se une a la corriente que inició DKV la pasada semana, cuando anunció su salida de Muface y Mugeju al mismo tiempo. Este caso es algo más particular, puesto que como compañía dependiente de Munich RE, afirman que la aplicación de la normativa contable IFRS17 supondría imputar unas pérdidas de 74 millones de euros por participar en ambos conciertos, algo que la aseguradora no está dispuesta a asumir. Por su parte, Sanitas hizo pública su decisión el pasado viernes, justificándolo "porque las condiciones no garantizan la prestación del servicio con la calidad que consideramos necesarias", aclararon fuentes de la compañía.
Nuevos escenarios
De esta manera, hay más de 32.000 mutualistas, es decir un tercio de los jueces y fiscales dependientes del Estado que no saben con quién cubrirán sus servicios de salud para el año que viene.
En estos casos, cuando otras aseguradoras se han retirado de un concierto así, las que permanecen en él suelen absorber esos clientes. Por lo tanto, Asisa, Adeslas y Nueva Mutua Sanitaria optan a una potencial cartera, pero no es la única opción que tienen los mutualistas en este nuevo escenario.
Al igual que ocurre con los funcionarios y los militares en sus mutualidades, cada final de año tienen la opción o de cambiar de aseguradora o de pasar al Sistema Nacional de Salud (SNS), perteneciente a la Seguridad Social. Ahora mismo, los jueces y fiscales que optan por esta vía apenas son uno de cada cuatro, aunque este número viene incrementándose en los últimos años.
La decisión entre una aseguradora y otra o pasarse al sistema público está condicionada en muchas ocasiones a la cercanía de los servicios respecto al lugar de residencia. Por ello, la salida de estas tres compañías puede provocar movimientos en la balanza público-privada, ya que en algunas zonas rurales algunas de estas compañías pueden no tener una presencia tan elevada como para suplir la retirada de estas tres.
Para Asisa y Adeslas no supondría un gran problema para sus cuentas el adquirir dicha cartera, ya que no tiene un volumen tan grande como Muface, por lo que ambas le dan "la bienvenida" a estos mutualistas a sus servicios, por lo que aclaran que el modelo no corre peligro de no salir adelante. Ahora mismo entre ambas poseen prácticamente a la otra mitad de mutualistas, con más de 36.000 adscritos
Andalucía es la comunidad autónoma con más mutualistas, con algo más de 16.000 personas, seguido de Madrid, Cataluña y la Comunidad Valenciana.
Un concierto insuficiente
La pérdida de tres compañías para el próximo bienio refleja la situación de crisis de las mutualidades. De momento, el concierto de Muface está desierto, a falta de conocer las nuevas condiciones que lanzará el Ministerio para la Transformación Digital y Función Pública, dirigido por Óscar López. Mugeju ha perdido a la mitad de las entidades de la licitación anterior, aunque ha conseguido salvar la papeleta con la permanencia de Asisa y Adeslas con un incremento del 17,12% en las primas, igual que en Muface.