Banca y finanzas

El Estado aún sufre 12.000 millones de pérdidas por el rescate de Bankia con CaixaBank en máximos

  • El FROB percibió 4.500 millones por ventas de acciones y dividendos, pero utilizó el 90% en litigios
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El dinero comprometido para el rescate de Bankia hace más de diez años sigue siendo un lastre para las cuentas públicas. Que CaixaBank roce máximos en bolsa y haya comprometido una generosa retribución al accionista tras unos resultados mejores de lo esperado contribuye a elevar las expectativas de recuperación de las ayudas. Con su cotización en 5,5 euros a cierre de ayer, el Estado recuperaría casi 12.000 millones teniendo en cuenta el valor de su actual participación del 17,9% en el banco a través de la sociedad Banco Financiero y de Ahorro (BFA), el cobro de dividendos desde 2014 y la venta del 14,5% que efectuó en Bankia entre 2014 y 2017. Pero esa cantidad apenas alcanza la mitad de las ayudas concedidas a Bankia una década atrás y el Erario tan solo cuenta hoy con 335 millones en caja porque el FROB ha destinado un 90% de los fondos percibidos vía dividendos y con la venta de acciones de Bankia para atender millonarias indemnizaciones derivadas de la resolución de litigios de diferentes orígenes.

Las expectativas a futuro son, sin embargo, positivas y esa es la razón que llevó al presidente del FROB, Álvaro López, a abrir la puerta el pasado mes de octubre a una nueva prórroga en la desinversión debido a la buena evolución de la entidad, a las expectativas de cobro de dividendos y a que los analistas le dan un potencial de subida en bolsa del 25%.

El Gobierno sigue teniendo en la hoja de ruta la salida del capital de CaixaBank y debería hacerlo antes de diciembre de 2025, pero ese mensaje apunta a que sumará su quinta prórroga tras las aprobadas en 2016, 2018 y 2021 debido, en aquellos momentos, a la desfavorable situación en los mercados para la desinversión.

CaixaBank se ha comprometido a distribuir entre sus accionistas 12.000 millones de euros con su plan estratégico 2022-2024, y el próximo día 19 podría apuntar nuevas entregas en la que será su hoja de ruta para 2025-2027. El Estado ha inyectado en el grupo Bankia un total de 24.069 millones. En 2012 entró en la entidad con el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (más conocido como FROB) que se quedó como dueño único de BFA, matriz de Bankia y que en su origen estaba participada por las siete cajas fundadoras del grupo: Caja Madrid, Bancaja, La Caja de Canarias, Caja de Ávila, Caixa Laietana, Caja Segovia y Caja Rioja.

Hasta ese momento se habían comprometido 22.424 millones en ayudas, pero posteriormente la entidad absorbió Banco Mare Nostrum y la partida escaló por encima de los citados 24.000 millones porque dicho grupo había recibido otros 1.645 millones.

12.000 millones en dividendo

El FROB llegó a controlar hasta el 68% de Bankia, si bien en el momento de la fusión con CaixaBank, en 2020, tenía un 62%. El resto estaba en manos de inversores institucionales y pequeños accionistas. La fusión con CaixaBank tuvo lugar en 2020 ante las muchas incertidumbres que se cernían sobre la banca por transitar la pandemia del Covid y una larga etapa de tipos negativos. Al producirse la integración, la participación del Estado quedó diluida hacia el 16%, pero actualmente, tras una serie de recompras de acciones del banco, ha subido al 17,9%. El FROB se mantiene así como segundo accionista detrás del 31% en manos de la Fundación Bancaria "La Caixa".

Desde 2014 hasta la actualidad, en virtud de su participación, BFA recibió de la entidad 4.529,4 millones por colocar en bolsa el 7,5% de Bankia en 2014 por 1.304 millones y otra del 7% en 2017 por 818 millones, y por los dividendos pagados por ambas entidades –primero Bankia y luego CaixaBank–.

2.407 millones en dividendos

Sin embargo, durante años los dividendos que Bankia pagaba a BFA se quedaron retenidos en el balance de la matriz BFA, ya que el FROB se comprometió a cubrir gran parte de las indemnizaciones que se derivaron de diversos litigios como resarcir a los ahorradores que acudieron a la salida a bolsa de Bankia en 2011 o devolver a clientes el dinero cobrado por las cláusulas hipotecarias. Esas coberturas se comieron durante años el dinero de la venta de "bankias" y sus dividendos.

De hecho, el FROB cobró por primera vez el año pasado 335 millones en dividendos por su participación y este año recaudará unos 193,7 millones con el dividendo a cuenta anunciado por CaixaBank con cargo a las cuentas de 2024. BFA, cuya estructura es más reducida que hace años, tiene a su vez una hucha de 42 millones en provisiones para encarar los litigios pendientes según informó el FROB en su memoria anual de 2023 y que fuentes financieras aseguran que ya son muy pocos.

Al tener en consideración que el FROB cuenta actualmente con casi un 18% de participación en CaixaBank, el valor en Bolsa de esa posición alcanzaría los 7.207 millones de euros. Por tanto, sumando esta cantidad a los más de 4.500 millones que el BFA cobró en los últimos diez años por el reparto de dividendos y la venta de sus participaciones en bolsa, la posición en la entidad habría retornado más de 11.700 millones desde el rescate de Bankia, aunque no ha llegado a las arcas públicas.

En lo que va de año, el banco ha ganado en bolsa un 48%, en línea con el resto del sector, aprovechando del buen tirón de sus resultados empresariales por efecto de los elevados tipos que han engrosado sus márgenes de intereses. Es el tercer valor del Ibex que más sube hasta el momento, detrás de Banco Sabadell y de la aerolínea IAG. Ante el acelerón del negocio que ha brindado a la entidad beneficios tan altos, CaixaBank ha potenciado su remuneración al inversor.

De los 12.000 millones que se ha comprometido a utilizar para remunerar al inversor, ya ha ejecutado unos 9.500 millones entre dividendos y programas de recompra de acciones, bien ya realizados o anunciados.

Dividendos crecientes

Con motivo de la presentación de resultados del tercer trimestre el pasado 31 de octubre, el banco anunció un dividendo bruto de 0,15 euros por acción, equivalente al 40% del beneficio obtenido en el primer semestre por la entidad y en línea con el plan de dividendos acordado para este ejercicio. El consenso de analistas de Bloomberg estima un dividendo total de 0,47 euros este año y de 0,44 euros en 2025. Ambos importes superarían la cantidad distribuida el año pasado, que fue de 0,39 euros.

Junto al último dividendo, la entidad también hizo público en octubre un quinto programa de recompra de acciones por hasta 500 millones de euros que empezará a partir del 19 de noviembre y que durará seis meses. Desde 2022, las recompras de acciones sumarán así 3.800 millones.

En sus resultados de enero a septiembre, CaixaBank siguió la buena tendencia de la banca española al anunciar un incremento del 16% en beneficios debido a una mayor actividad comercial con crecimientos a doble dígito en la producción de hipotecas, en la concesión de créditos al consumo y en el negocio de banca de empresas, entre otros. Los analistas de Bloomberg estiman un beneficio neto de alrededor de 5.607 millones para este ejercicio y de 5.111 millones para 2025. Desde la fusión con Bankia, la acción de CaixaBank se ha multiplicado por tres y actualmente flirtea con máximos históricos: el pasado 4 de noviembre cerró con un precio de 5,85 euros.

RoTE del 16,9%

Los analistas de Goldman Sachs señalan que la entidad ha sido uno de los mayores beneficiarios en Europa del entorno de tipos más altos por efecto de su mayor exposición a los préstamos a tipo variable, algo que, sin embargo, hace que se enfrente a mayores riesgos ante unas condiciones de financiación más relajadas. "En conjunto, esperamos un ratio de rentabilidad sobre el patrimonio tangible (RoTE) estructural de dos dígitos, que facilite una atractiva rentabilidad del capital a medio plazo", agregaron en una nota para clientes. De enero a septiembre, el RoTE fue de 16,9%, por encima del 14,1% del mismo período en el año anterior. La presentación de la nueva estrategia tendrá lugar tres semanas después de anunciarse que Tomás Muniesa, anteriormente único vicepresidente del banco, tomará el 1 de enero el relevo en la presidencia a José Ignacio Goirigolzarri, quien dejará todos sus cargos en el grupo.

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