Banco Sabadell saca sus mejores números contra la opa hostil de BBVA con cuentas récord y hucha para mejorar el dividendo. El banco ganó 1.295 millones de euros entre enero y septiembre, cifra que crece un 25,9% interanual hasta casi empatar los 1.332 millones de todo 2023 y supera los 1.240 millones esperado por el mercado.
Con una rentabilidad sobre activos tangible (RoTE) ya en el 13,2%, frente al 11,5% de final de 2023, la entidad actualizó este miércoles el objetivo de rentabilidad "por encima del 13%" para el ejercicio.
Una consecuencia del impulso de la cuenta es que acopia mayor hucha de solvencia: su ratio de CET1 escala al 13,8%, es decir, engorda en 59 puntos básicos en un año y 32 sobre su marca de junio. En junio y con un 13,48% elevó en 500 millones su promesa de distribución de dividendo, hasta 2.900 millones para 2024-2025.
La política de la entidad es distribuir entre los inversores cualquier exceso de capital por encima del 13% y la última marca incorpora ya un pay out o reparto de beneficio del 60%, que combinado supone una rentabilidad por dividendo del 9%.
Se observa "un trimestre más una mejora de la rentabilidad y solvencia, lo que apoya la creación de valor para los accionistas de forma recurrente y el proyecto en solitario de Banco Sabadell", repara el consejero delegado del banco, César González-Bueno, en un comunicado enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). "Tenemos un balance sólido, y un crecimiento robusto y sano, que nos permite tener muy buenas perspectivas para los próximos ejercicios", subrayó el director financiero, Leopoldo Alvear, y reparó en que las cifras prueban "la capacidad demostrada por el grupo para seguir generando capital de forma orgánica".
El británico TSB contribuye al beneficio del grupo con 168 millones (138 millones en libras), un 4% más, pese a caer un 13,4% el margen recurrente (sube un 14,9% en el trimestre estanco), y bajar un 11,6% el ingreso por comisiones. En negocio crece un 24% en hipotecas, pero a la cuenta le pasan factura los costes de reestructuración y la sanción de 13 millones de la Autoridad de Conducta Financiera (FCA) por no gestionar de forma adecuada el repago de deuda de clientes vulnerables cuando sufrió los problemas tecnológicos ya reparados. Ha reducido plantilla en 250 trabajadores y clausurado 36 sucursales.
Por la parte del negocio, el grupo registró un aumento del 1,8% en el volumen de crédito, de la mano de una expansión del 26% en la nueva concesión a compañías (otorgó 11.413 millones entre enero y septiembre), del 34% en hipotecas y del 17% en crédito al consumo.
Un 91% de las hipotecas firmadas en el año son a tipo fijo, modalidad que copa ya el 65% de su saldo vivo, algo que el banco subrayó que limita la sensibilidad de su cuenta a ajustes en los precios en el actual entorno de tipos de interés a la baja.
Por la parte del ahorro de clientes, los recursos totales gestionados crecieron un 3,4% interanual, hasta 208.249 millones. El saldo en balance -depósitos y cuentas- aumentó un 0,9% y el 13,8% en aquellos recursos fuera de balance como fondos de inversión y pensiones o seguros.
La expansión de la actividad y la gestión de precios favoreció un aumento del 6,7% en el margen de intereses, al que también contribuyó un alza de los ingresos de la cartera de renta fija. La partida de comisiones disminuyó 3,6%, de forma que el total de ingresos que fija el margen bruto avanzó un 4,3%, con 4.756 millones.
Con todo y pese a que los costes crecieron un 3,4% por la reestructuración en TSB, el banco mejoró su ratio de eficiencia en 2,3 puntos porcentuales y lo situó en el 48,6%.La morosidad bajó al 3,14% desde el 3,54% de un año antes, lo que permitió también obtener un alivio del 17,7% en la partida de provisiones para riesgos.