
El seguro en España es una de las industrias que más fondos mueve. De hecho, según el último informe de Mapfre Economics, el sector conforma el 5,22% del total del PIB del país, un incremento de 0,41 puntos porcentuales respecto a 2022, aunque no llega al máximo marcado en 2016, cuando estaba cerca del 6%.
Un amplio porcentaje de los españoles posee al menos un seguro, en parte por la obligatoriedad de algunos, como el de automóviles si se dispone de vehículo. Es por ello que, de media, los ciudadanos emplean anualmente 1.571,5 euros a pagar estos productos.
Esto supone un incremento de 223,8 euros respecto a 2022 que se puede deber a varios factores. El primero de ellos es el factor precio, ya que las primas medias crecieron en todos los ramos, en especial en automóviles, donde comparadores como Rastreator cifran un incremento del 18% en apenas año y medio. El otro es por el factor cantidad, ya que la situación de altos tipos de interés han favorecido a los seguros de vida ahorro. Estos han aumentado su densidad (la relación entre el volumen de primas y la población total del país) en 176,3 euros, cuando los de no vida se han incrementado en 47,5 euros.
Ambas razones afectan a que el volumen total de primas del sector asegurador español en 2023 alcanzara los 76.364 millones de euros, un 17,8% más que en 2022. Sin embargo, el sector sigue sin estar tan extendido en España como en el resto de países de la Unión Europea: y es que los españoles gastan la mitad en estos productos que sus vecinos.
Esto se debe principalmente porque la expansión del seguro de vida no es ni mucho menos comparable con nuestros homónimos europeos. Este producto ha sido el principal impulsor de la industria aseguradora este año, en especial los de vida ahorro. Al calor de los tipos de interés, este ramo creció en torno al 36%, pero ni por esas está en máximos. De hecho, desde 2013, el seguro de vida ahorro ha decrecido un 10%.
La brecha total respecto a los países europeos fue de 29.000 millones de euros, según el estudio, provocado en parte por estos seguros de vida. A su vez, son los mayores culpables de la reducción del gap entre 2022 y 2023: un 8,6% menos de diferencia, pero si la cifra se compara con hace una década, el sector asegurador español está un 3,5% más lejos del europeo.
A pesar de su crecimiento el año pasado, su penetración dentro de la sociedad española sigue siendo escasa. Apenas alcanza el 2,3%, lo que supone estar dos puntos porcentuales por debajo de la media de la UE. Le salió un duro competidor, como los fondos de inversión, que aumentaron un 13%, aunque los depósitos bancarios, al estar por lo general peor remunerados, no significaron tanta competencia.
Sin embargo, desde Mapfre Economics apuntan a un cambio de tendencia en este aspecto, ya que con la bajada de tipos por parte del Banco Central Europeo (BCE) y la reducción del dinero en circulación, las entidades financieras crearán productos de ahorro con intereses más atractivos para los clientes.