Banca y finanzas

Pla (Asnef): "Las entidades no reguladas pueden crear un riesgo de sobreendeudamiento"

  • "La nueva financiación al consumo creció un 1,4% en 2023 frente al 21,8% de 2022"
  • "Si no se adopta el modelo mayoritario en Europa se va a alentar la industria de la reclamación"
  • "Tenemos contratos con unos tipos fijos mucho más bajos que el coste del fondeo actual"
Ignacio Pla, Secretario General de Asnef

La subida de tipos, la inflación y las incertidumbres que dominan el escenario económico pesaron en el crédito al consumo el pasado año. Su actividad se ha reactivado en 2024, sin indicios de un rebrote en la morosidad, explica Ignacio Pla, director general de Asnef -asociación que aglutina a las financieras-. Sin embargo, avisa sobre el riesgo de sobreendeudamientos en ciudadanos vulnerables a través de firmas no reguladas, a las que meterá en cintura una directiva europea, y alerta sobre el riesgo de alimentar una industria de la litigación si el Gobierno no cambia el proyecto de demandas colectivas presentado, en favor del modelo mayoritario en Europa.

¿Cómo se comportó la actividad en 2023? ¿Hizo mella la situación macrofinanciera y qué tal ha arrancado 2024?

Sí que notamos una desaceleración. La inversión nueva total creció un 1,4% frente al 21,8% del año 2022. Arrancó con un aumento del 14,7% en el primer trimestre, que se fue desacelerando al 7,2% en el segundo y 4% en el tercero para finalizar en ese 1,4%. En el riesgo vivo el crecimiento se situó en el 2,1%, inferior al 4,5% previo, y en número de contratos, también ha habido un descenso del 0,3%. En el crédito al consumo puro y duro aumentó un 3,2% la inversión nueva y el 5,6% en el riesgo vivo, con un decrecimiento también del 0,4% en los contratos. En este año aún no tenemos datos, pero creemos que otra vez ha vuelto a retomar un poquito y enganchar la rueda. Se está viendo un primer trimestre mejor que el año pasado.

¿A qué se debe?

Creemos que a varios factores. En primer lugar, la subida de tipos de interés que supone un mayor coste en el fondeo para las entidades y teniendo en cuenta además que nuestros tipos de interés son a tipo fijo en el crédito al consumo (no se puede repercutir en la financiación). Y esta subida, junto con el mantenimiento todavía de una inflación relativamente alta, hace que las familias tengan también menos renta disponible y puedan demandar menos crédito. En la financiación de vehículos también afecta la incertidumbre sobre la política a seguir por parte de Europa en cuanto a los coches eléctricos, híbridos, ayudas, no ayudas... Si a eso le sumas una incertidumbre importante por la guerra en Ucrania y todo lo que ocurre en el Oriente Medio, todo junto se traslada a la falta de confianza en el consumidor para consumir y para pedir financiación.

¿Y por qué se reactiva ahora? ¿Se han despejado incertidumbres?

Las guerras siguen ahí, la inflación no ha bajado todo lo que se esperaba e, incluso, en los tipos de interés no se sabe a ciencia cierta cómo van a bajar. Las dudas se mantienen, perolas familias cancelaron deuda de forma importante el año pasado según el Banco de España y que hayan liquidado parte de su deuda, sobre todo en hipotecas, puede ser un motivo para que tengan quizá algo más de renta disponible y puedan volver a pedir financiación para la adquisición de bienes de consumo. Si las hipotecas están altas, en lugar de volver a cambiar de piso o comprar un inmueble, las familias prefieren arreglar su vivienda haciendo una pequeña inversión: cambiar una cocina, unos baños o el coche.

¿Temen que aparezca la morosidad por esa presión en las economías domésticas durante tiempo de tipos más altos y la inflación?

No vemos a corto plazo que la mora vaya a crecer. Su variación entre diciembre de 2023 y enero de 2024 es muy pequeña: es casi del 3,54 al 3,61%.

¿Han recurrido las familias al crédito al consumo para llegar a fin de mes e, incluso, para pagar la hipoteca? ¿Hay riesgos de sobreendeudamiento?

Las familias han utilizado tradicionalmente el crédito al consumo en algunas ocasiones para llegar a fin de mes puesto que es una forma cómoda, segura, de poder hacerlo, pero siempre con entidades reguladas. Nosotros no hemos detectado que haya un mayor sobreendeudamiento. Al revés, el propio Banco de España ha indicado que el endeudamiento en España está decreciendo. Nuestras entidades, cuando hacen la evaluación de la solvencia ven la capacidad de devolver un crédito y de endeudarse de una persona. Si puede llegar a un sobreendeudamiento, su solicitud de crédito es denegada. Pero esa parte de la población que se dirige a entidades no reguladas, donde muchas de ellas no hacen ni siquiera una evaluación de la solvencia, sí se puede estar produciendo un sobreendeudamiento y no está controlado por nadie. Ni el Banco de España tiene datos de ese sobreendeudamiento que pueda producirse.

¿Qué le parece que el Defensor del Pueblo esté investigando la protección del consumidor ante los créditos rápidos?

Nos parece positivo. Lo que el Defensor del Pueblo ha dicho apoya lo que Asnef viene solicitando desde hace varios años: que la actividad de préstamo de dinero de forma habitual o profesional en España esté regulada y las entidades estén supervisadas.

¿Qué riesgos pueden incubarse con esta situación?

El más importante es el de sobreendeudamiento de personas que, además, quizás sean las más vulnerables. Las personas con una vulnerabilidad mayor son las que acceden a este tipo de crédito como última instancia, puesto que en el canal regulado le ha sido denegada la financiación precisamente para no sobreendeudarlas. Por otro lado, las entidades reguladas tenemos unas obligaciones de gobernanza, de información precontractual, de atención a la clientela y de atención a las quejas que pierde el consumidor cuando se dirige a una entidad no regulada.

El Gobierno ha anunciado que sacará a consulta la directiva de crédito al consumo que viene, precisamente, a solucionar este problema ¿qué esperan de esa normativa?

Algo muy importante es esa reserva de actividad que hemos comentado, la regulación del sector. Esto traerá una mayor seguridad jurídica para todos, una mayor protección para el consumidor y, por lo tanto, un crecimiento de la confianza del consumidor en el mercado de crédito al consumo. Nosotros hemos solicitado al Tesoro que se regule la situación de los intermediarios no regulados a través de la figura de los establecimientos financieros de crédito.

Pondrá coto también a los tipos usureros ¿Cómo debería regularse?

La fórmula que defendemos es traer a la normativa española lo que el Tribunal Supremo ya ha dicho e interpretado como usura para las tarjetas revolving: el interés medio que publique el Banco de España más seis puntos.

¿Cómo va a afectar a la industria la prohibición que hace la directiva de los créditos preconcedidos?

Tenemos que ver como es el texto en la trasposición para valorarlo. El crédito preconcedido es algo que va en favor del propio cliente porque la entidad hace un estudio previo de su posible solvencia con los datos que ya tiene del cliente y ofrece la disponibilidad en función de su riesgo. También es verdad que la regulación de la inteligencia artificial puede limitar el afinamiento de lo que ofrece la entidad al cliente. Nuestras entidades no utilizan IA generativa, sino el machine learning, que no está establecido dentro del reglamento de IA como de alto riesgo. Pero un scoring con IA generativa sí parece clasificado de alto riesgo y eso aminora la posibilidad de ofrecer un scoring fino y, por lo tanto, un tipo o un producto más afinado al consumidor. Vamos a esperar a ver a lo que opta el legislado español en ese punto concreto.

La Autoridad de Defensa del Cliente Financiero está en tramitación en el Congreso ¿Qué repercusión puede tener para una industria como la de financiación al consumo, con importes en muchos casos pequeños, que el dictamen sea vinculante por debajo de los 20.000 euros?

Nosotros no consideramos necesario crear una autoridad independiente cuando ya existen tres supervisores especializados con recursos materiales y humanos suficientes para poder llevar a cabo la actividad, como ha sido hasta ahora. No hay una queja del cliente de que no esté protegido por una autoridad. La queja quizá puede ser que el cliente no conoce dónde tiene que dirigirse. Cuando ocurre un tema de seguros o un tema de financiación o un tema en bonos, pues el cliente a veces puede estar confundido de dónde dirigirse. Con haber creado una ventanilla única hubiera sido suficiente. Para el cliente es transparente: "Oiga usted, venga aquí, presenta su reclamación y nosotros lo dirigimos hacia las tres autoridades supervisoras que ya existen hoy en día"... Por otro lado, ¡claro que va a afectar a nuestra actividad! La mayoría de nuestros créditos al consumo caería bajo esta vinculación obligatoria de estar de 20.000 hacia abajo y eso hará que tengamos más demandas. Hemos solicitado que ese límite caiga a los 2.000 euros.

¿Les afecta el nuevo colchón anticíclico?

A nuestras entidades elcolchón anticíclico no les afecta en gran medida. Sí a sus matrices, pero no a los establecimientos financieros de crédito (EFC).

¿Qué opinión les merece que las acciones colectivas se hagan al estilo americano como proyecta el Gobierno?

Todo el mundo tiene derecho a interponer una reclamación, incluso, de forma colectiva siempre y cuando se salvaguarden los derechos de todos los consumidores que son nuestros clientes. Pero el cliente tiene que poder hacer también una reclamación individual frente a la entidad si tiene, por lo que sea, intereses distintos a una reclamación colectiva. No estamos de acuerdo porque se haya optado por el modelo del opt out, que obliga al cliente a solicitar salir de esa reclamación o le vincula por defecto. Creemos que, como existe en la mayoría de los países de la Unión Europea, el modelo a seguir es el opt in. Es decir: si usted quiere estar en esta reclamación solicite expresamente su inclusión. De otra forma lo que se va a alimentar es la industria de la reclamación y no solo en el sector financiero sino en todos los sectores que ofrezcan bienes o servicios a los consumidores.

La subida de tipos ha metido presión sobre las financieras de consumo, al no poder repercutirlo en subida de precios en operaciones concedidas. Hemos visto salidas de fintech en este negocio, aumentos de capital en entidades para compensar la erosión de márgenes... ¿Se ha digerido esa tensión ya o continúa ese proceso?

Todavía existirá esa tensión. Los contratos que pudieran recoger la subida de tipos son recientes. En el crédito al consumo, en general, los contratos pueden ser de cuatro o cinco años y son los que están actualmente comiendo el beneficio de la entidad por la subida tan rápida de los tipos. Todavía tenemos un decalaje de un tiempo donde tendremos contratos a tipo fijo con unos tipos de interés mucho más bajo que lo que nos está costando el fondeo ahora mismo y, por lo tanto, el gap que nuestras entidades tienen o pudieran tener como beneficio. Esa tensión puede existir mientras los tipos no se relajen.

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